Julio 16
Reinado justo del Mesías
Is. 11.1-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Saldrá una vara del tronco de Isaí;
un vástago retoñará de sus raíces
2 y reposará sobre él el espíritu de Jehová:
espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de poder,
espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová.
No juzgará según la vista de sus ojos
ni resolverá por lo que oigan sus oídos,
4 sino que juzgará con justicia a los pobres
y resolverá con equidad a favor de los mansos de la tierra.
Herirá la tierra con la vara de su boca
y con el espíritu de sus labios matará al impío.
5 Y será la justicia cinto de sus caderas,
y la fidelidad ceñirá su cintura.
6 Morará el lobo con el cordero,
y el leopardo con el cabrito se acostará;
el becerro, el león y la bestia doméstica andarán juntos,
y un niño los pastoreará.
7 La vaca pacerá junto a la osa,
sus crías se recostarán juntas;
y el león, como el buey, comerá paja.
8 El niño de pecho jugará
sobre la cueva de la cobra;
el recién destetado extenderá su mano
sobre la caverna de la víbora.
9 No harán mal ni dañarán
en todo mi santo monte,
porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová,
como las aguas cubren el mar.
10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí,
la cual estará puesta por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes;
y su habitación será gloriosa.
11 Asimismo, acontecerá en aquel tiempo
que Jehová alzará otra vez su mano
para recobrar el resto de su pueblo
que aún quede en Asiria, Egipto,
Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat,
y en las costas del mar.
12 Levantará pendón a las naciones,
juntará los desterrados de Israel
y desde los cuatro confines de la tierra
reunirá a los esparcidos de Judá.
13 Se disipará la envidia de Efraín
y los enemigos de Judá serán destruidos.
Efraín no tendrá envidia de Judá,
ni Judá afligirá a Efraín,
14 sino que se lanzarán contra los filisteos
al occidente,
y saquearán también a los de oriente.
Edom y Moab los servirán,
y los hijos de Amón los obedecerán.
15 Secará Jehová la lengua del mar de Egipto
y levantará su mano con el poder de su aliento
sobre el río;
lo herirá en sus siete brazos
y hará que pasen por él con sandalias.
16 Y habrá camino para el resto de su pueblo,
el que quedó de Asiria,
de la manera que lo hubo para Israel
el día que subió de la tierra de Egipto.
Cántico de acción de gracias
Is. 12.1-6 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En aquel día dirás:
«Cantaré a ti, Jehová;
pues aunque te enojaste contra mí,
tu indignación se apartó
y me has consolado.
2 He aquí, Dios es mi salvación;
me aseguraré y no temeré;
porque mi fortaleza y mi canción es Jah, Jehová,
quien ha sido salvación para mí».
3 Sacaréis con gozo aguas
de las fuentes de la salvación.
4 Y diréis en aquel día:
«Cantad a Jehová, aclamad su nombre,
haced célebres en los pueblos sus obras,
recordad que su nombre es engrandecido.
5 Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas;
sea sabido esto por toda la tierra.
6 Regocíjate y canta, moradora de Sión;
porque grande es en medio de ti
el Santo de Israel».
Una nación pecadora
Is. 1.2-9 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra,
porque habla Jehová:
«Crié hijos y los engrandecí,
pero ellos se rebelaron contra mí.
3 El buey conoce a su dueño,
y el asno el pesebre de su señor;
Israel no entiende,
mi pueblo no tiene conocimiento.
4 »¡Ay gente pecadora,
pueblo cargado de maldad,
generación de malhechores,
hijos depravados!
¡Dejaron a Jehová,
provocaron a ira al Santo de Israel,
se volvieron atrás!
5 ¿Por qué querréis ser castigados aún?
¿Todavía os rebelaréis?
Toda cabeza está enferma
y todo corazón doliente.
6 Desde la planta del pie hasta la cabeza
no hay en él cosa sana, sino herida,
hinchazón y podrida llaga;
no están curadas ni vendadas
ni suavizadas con aceite.
7 Vuestra tierra está destruida,
vuestras ciudades puestas a fuego,
vuestra tierra delante de vosotros
comida por extranjeros
y asolada como asolamiento de extraños.
8 Y queda la hija de Sión como enramada en viña,
como cabaña en melonar,
como ciudad asolada».
9 Si Jehová de los ejércitos
no nos hubiera dejado un resto pequeño,
seríamos como Sodoma, semejantes a Gomorra.
El profeta Obed logra la libertad para los cautivos de Judá
2 Cr. 28.9-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 Había entonces allí un profeta de Jehová que se llamaba Obed, el cual salió delante del ejército cuando entraba en Samaria y les dijo:
—Jehová, el Dios de vuestros padres, por el enojo contra Judá, los ha entregado en vuestras manos; y vosotros los habéis matado con tal ira que ha llegado hasta el cielo.10 Y ahora habéis determinado sujetar a vosotros a Judá y a Jerusalén como siervos y siervas; pero ¿no habéis pecado vosotros contra Jehová, vuestro Dios?11 Oídme, pues, ahora, y devolved a los cautivos que habéis tomado de vuestros hermanos; porque Jehová está airado contra vosotros.
12 Entonces se levantaron algunos hombres de los principales de los hijos de Efraín, Azarías hijo de Johanán, Berequías hijo de Mesilemot, Ezequías hijo de Salum, y Amasa hijo de Hadlai, contra los que venían de la guerra.13 Y les dijeron:
—No traigáis aquí a los cautivos, porque el pecado contra Jehová estará sobre nosotros. Vosotros tratáis de añadir sobre nuestros pecados y sobre nuestras culpas, siendo muy grande nuestro delito, y el ardor de la ira contra Israel.
14 Entonces el ejército dejó los cautivos y el botín delante de los príncipes y de toda la multitud.15 Y se levantaron los hombres nombrados, tomaron a los cautivos, y del botín vistieron a los que de ellos estaban desnudos; los vistieron, los calzaron, les dieron de comer y de beber, los ungieron y condujeron en asnos a todos los débiles, y los llevaron hasta Jericó, ciudad de las palmeras, cerca de sus hermanos; y ellos volvieron a Samaria.
Juicio y redención de Jerusalén
Is. 1.21-31 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 ¿Cómo te has convertido en ramera, tú, la ciudad fiel?
Llena estuvo de justicia,
en ella habitó la equidad,
¡pero ahora la habitan los homicidas!
22 Tu plata se ha convertido en escorias,
tu vino está mezclado con agua.
23 Tus gobernantes son rebeldes
y cómplices de ladrones.
Todos aman el soborno
y van tras las recompensas;
no hacen justicia al huérfano
ni llega a ellos la causa de la viuda.
24 Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos,
el Fuerte de Israel:
«¡Basta ya! ¡Tomaré satisfacción de mis enemigos,
me vengaré de mis adversarios!
25 Volveré mi mano contra ti,
limpiaré hasta con lejía tus escorias
y quitaré toda tu impureza.
26 Haré que tus jueces sean como al principio,
y tus consejeros como eran antes;
entonces te llamarán “Ciudad de justicia”, “Ciudad fiel”.
27 Sión será rescatada con el derecho
y los convertidos de ella con la justicia.
28 Pero los rebeldes y pecadores serán a una quebrantados,
y los que dejan a Jehová serán consumidos.
29 Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis
y os sonrojarán los huertos que escogisteis.
30 Porque seréis como encina que pierde la hoja
y como huerto al que le faltan las aguas.
31 El fuerte será como estopa,
y lo que hizo, como una chispa;
ambos serán encendidos juntamente
y no habrá quien apague el fuego».
Juicio de Jehová contra Judá y Jerusalén
Is. 3.1-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Porque el Señor, Jehová de los ejércitos,
quita de Jerusalén y de Judá
al sustentador y al fuerte,
toda provisión de pan y toda provisión de agua;
2 al valiente y al hombre de guerra,
al juez y al profeta,
al adivino y al anciano;
3 al capitán de cincuenta y al hombre respetable,
al consejero, al artífice excelente y al hábil orador.
4 Y les pondré jóvenes por gobernantes:
muchachos serán sus señores.
5 Entre el pueblo brotará la violencia de unos contra otros,
cada cual contra su vecino;
el joven se levantará contra el anciano,
y el plebeyo contra el noble.
6 Cuando alguno tome de la mano a su hermano,
de la familia de su padre, y le diga:
«Tú tienes vestido, tú serás nuestro gobernante»
y «Toma en tus manos esta ruina»,
7 él jurará aquel día, diciendo:
«¡No tomaré yo ese cuidado,
pues en mi casa no hay pan ni qué vestir!
¡No me hagáis gobernante del pueblo!».
8 Porque arruinada está Jerusalén
y Judá ha caído;
pues la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová
para desafiar la faz de su gloria.
9 La apariencia de sus rostros testifica contra ellos,
porque como Sodoma publican su pecado. ¡No lo disimulan!
¡Ay de sus vidas!,
porque amontonaron mal para sí.
10 Decid al justo que le irá bien,
porque comerá de los frutos de sus manos.
11 ¡Ay del malvado! Mal le irá,
porque según las obras de sus manos le será pagado.
12 Los opresores de mi pueblo son muchachos,
y mujeres se enseñorearon de él.
¡Pueblo mío, los que te guían te engañan
y tuercen el curso de tus caminos!
13 Jehová está en pie para litigar
y para juzgar a su pueblo.
14 Jehová vendrá a juicio
contra los ancianos de su pueblo y contra sus gobernantes.
Porque vosotros habéis devorado la viña
y el despojo del pobre está en vuestras casas.
15 ¿Qué pensáis vosotros que trituráis a mi pueblo
y moléis las caras de los pobres?
dice el Señor, Jehová de los ejércitos.
Juicio contra las hijas de Sión
Is. 3.16-4.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
16 Asimismo dice Jehová:
«Por cuanto las hijas de Sión se ensoberbecen
y andan con el cuello erguido
y ojos desvergonzados;
que caminan como si danzaran, haciendo sonar los adornos de sus pies;
17 por eso, el Señor rapará la cabeza de las hijas de Sión,
y Jehová descubrirá sus vergüenzas».
18 Aquel día quitará el Señor el adorno del calzado,
las redecillas, las lunetas,
19 los collares, los pendientes y los brazaletes,
20 los turbantes, los adornos de las piernas,
los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos,
21 los anillos y los joyeles de las narices,
22 las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas,
23 los espejos, el lino fino,
los turbantes y los tocados.
24 En lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez,
soga en lugar de cinturón,
y cabeza rapada en lugar de rizos del cabello;
en lugar de vestidos de gala, ceñimiento de ropas ásperas,
y cicatriz de fuego en vez de hermosura.
25 Tus varones caerán a espada
y tu fuerza en la guerra.
26 Sus puertas se entristecerán y enlutarán,
y ella, desamparada, se sentará en tierra.
1 En aquel tiempo, siete mujeres echarán mano de un hombre, diciendo:
«Nosotras comeremos de nuestro pan
y nos vestiremos de nuestras ropas.
Solamente permítenos llevar tu nombre.
¡Quita nuestra deshonra!».
Futuro glorioso de Jerusalén
Is. 4.2-6 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 En aquel tiempo el renuevo de Jehová
será para hermosura y gloria,
y el fruto del país para grandeza y honra,
a los sobrevivientes de Israel.
3 Y acontecerá que el que quede en Sión, el que sea dejado en Jerusalén, será llamado santo: todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes4 cuando el Señor lave la inmundicia de las hijas de Sión y limpie a Jerusalén de la sangre derramada en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación.5 Y creará Jehová sobre toda la morada del monte Sión y sobre los lugares de sus asambleas, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de llamas de fuego. Y sobre todo, la gloria del Señor, como un dosel;6 y habrá un resguardo de sombra contra el calor del día, y un refugio y escondedero contra la tempestad y el aguacero.
Parábola de la viña
Is. 5.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Ahora cantaré por mi amado el cantar de mi amado a su viña.
Tenía mi amado una viña
en una ladera fértil.
2 La había cercado y despedregado
y plantado de vides escogidas;
había edificado en medio de ella una torre
y había hecho también en ella un lagar;
y esperaba que diera uvas buenas,
pero dio uvas silvestres.
3 Ahora, pues, vecinos de Jerusalén
y varones de Judá,
juzgad entre mí y mi viña.
4 ¿Qué más se podía hacer a mi viña,
que yo no haya hecho en ella?
¿Cómo, esperando yo que diera uvas buenas,
ha dado uvas silvestres?
5 Os mostraré, pues, ahora
lo que haré yo a mi viña:
Le quitaré su vallado
y será consumida;
derribaré su cerca y será pisoteada.
6 Haré que quede desierta;
no será podada ni cavada,
y crecerán el cardo y los espinos;
y aun a las nubes mandaré
que no derramen lluvia sobre ella.
7 Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos
es la casa de Israel,
y los hombres de Judá,
planta deliciosa suya.
Esperaba juicio,
y hubo vileza;
justicia,
y hubo clamor.
Julio 17
Profecía contra Moab
Is. 15.1-16.14 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Profecía sobre Moab.
Ciertamente, de noche fue destruida Ar de Moab,
puesta en silencio.
Ciertamente, de noche fue destruida Kir de Moab,
reducida a silencio.
2 Subió a Bayit y a Dibón,
lugares altos, a llorar;
sobre Nebo y sobre Medeba
aullará Moab;
toda cabeza de ella será rapada
y toda barba rasurada.
3 Se vestirán de ropas ásperas en sus calles;
en sus terrados y en sus plazas
aullarán todos,
deshechos en llanto.
4 Hesbón y Eleale gritarán,
hasta Jahaza se oirá su voz;
por lo que aullarán los guerreros de Moab,
se lamentará el alma de cada uno dentro de él.
5 Mi corazón dará gritos por Moab;
sus fugitivos huirán hasta Zoar,
como novilla de tres años.
Por la cuesta de Luhit
subirán llorando
y por el camino de Horonaim
darán gritos de quebranto.
6 Las aguas de Nimrim
serán consumidas
y se secará la hierba,
se marchitarán los retoños
y todo verdor perecerá.
7 Por tanto, las riquezas que hayan adquirido
y las que hayan reservado,
serán llevadas al torrente de los sauces.
8 Porque el llanto rodeó
los límites de Moab;
hasta Eglaim llegó su alarido
y hasta Beer-elim su clamor.
9 Las aguas de Dimón se llenarán de sangre,
porque yo traeré sobre Dimón males mayores:
leones para los que escapen de Moab
y para los sobrevivientes de la tierra.
1 Enviad cordero al señor de la tierra,
desde Sela del desierto
al monte de la hija de Sión.
2 Y cual ave espantada
que huye de su nido,
así serán las hijas de Moab
en los vados del Arnón.
3 Prepara un plan,
toma una decisión;
extiende tu sombra como noche
en medio del día;
esconde a los desterrados,
no entregues a los que andan errantes.
4 Moren contigo
mis desterrados, Moab;
sé para ellos un escondedero
de la presencia del devastador;
porque el atormentador fenecerá,
el devastador tendrá fin,
el pisoteador desaparecerá del país.
5 Se dispondrá el trono en misericordia
y sobre él se sentará firmemente,
en el tabernáculo de David,
quien juzgue y busque el juicio
y apresure la justicia.
6 Hemos oído de la soberbia de Moab;
muy grandes son su soberbia,
su arrogancia y su altivez;
pero sus mentiras no serán firmes.
7 Por tanto, aullará Moab,
todo Moab aullará.
En gran manera, abatidos, gemiréis
por las tortas de uvas de Kir-hareset.
8 Porque los campos de Hesbón fueron talados,
y las vides de Sibma.
Señores de naciones
pisotearon sus generosos sarmientos,
que habían llegado hasta Jazer
y se habían extendido por el desierto.
Se extendieron sus plantas
hasta más allá del mar.
9 Por lo cual lamentaré con el lloro de Jazer
por la viña de Sibma;
te regaré con mis lágrimas,
Hesbón y Eleale,
porque sobre tus cosechas y sobre tu vendimia
caerá el grito de guerra.
10 Quitado es el gozo y la alegría
del campo fértil;
en las viñas no cantarán
ni se regocijarán;
no pisará vino en los lagares el pisador;
he hecho cesar el grito del lagarero.
11 Por tanto, mis entrañas
vibrarán como un arpa por Moab,
y mi corazón por Kir-hareset.
12 Y cuando aparezca Moab
cansado sobre los lugares altos,
cuando venga a su santuario a orar,
de nada le valdrá.
13 Esta es la palabra que pronunció Jehová sobre Moab desde aquel tiempo;14 pero ahora Jehová ha hablado, diciendo:
«Dentro de tres años,
como los años de un jornalero,
será abatida la gloria de Moab,
con toda su gran multitud.
Y los sobrevivientes serán pocos,
pequeños y débiles».
Israel será redimido del cautiverio
Miq. 4.6-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
6 »En aquel día, dice Jehová,
recogeré a las ovejas cojas,
reuniré a las descarriadas
y a la que afligí.
7 De las cojas haré un remanente,
de las descarriadas, una nación robusta.
Entonces reinará Jehová sobre ellos
en el monte Sión,
desde ahora y para siempre.
8 Y tú, torre del rebaño,
fortaleza de la hija de Sión,
tú recobrarás el señorío de antaño,
el reino de la hija de Jerusalén.
9 »Ahora, ¿por qué gritas tanto?
¿Acaso no tienes rey?
¿Pereció tu consejero
y te atenaza el dolor como a una mujer de parto?
10 Quéjate y gime, hija de Sión,
como mujer que está de parto,
porque ahora saldrás de la ciudad
y morarás en el campo.
Llegarás hasta Babilonia
y allí serás librada;
allí te redimirá Jehová
de manos de tus enemigos.
11 »Ahora se han juntado muchas naciones en contra tuya,
y dicen: «¡Que sea profanada
y se recreen nuestros ojos a la vista de Sión!».
12 Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová,
ni entendieron su consejo,
por lo cual los juntó como gavillas en la era.
13 ¡Levántate y trilla, hija de Sión!
Porque haré tu cuerno como de hierro,
y tus uñas, de bronce:
desmenuzarás a muchos pueblos
y consagrarás a Jehová su botín,
y sus riquezas, al Señor de toda la tierra».
El reinado del libertador
Miq. 5.1-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Rodéate ahora de muros,
hija de guerreros,
pues nos han sitiado
y herirán con vara en la mejilla
al juez de Israel.
2 Pero tú, Belén Efrata,
tan pequeña entre las familias de Judá,
de ti ha de salir el que será Señor en Israel;
sus orígenes se remontan al inicio de los tiempos,
a los días de la eternidad.
3 Pero los dejará
hasta el tiempo que dé a luz
la que ha de dar a luz,
y el resto de sus hermanos
volverá junto a los hijos de Israel.
4 Y él se levantará y los apacentará
con el poder de Jehová,
con la grandeza del nombre de Jehová, su Dios;
y morarán seguros,
porque ahora será engrandecido
hasta los confines de la tierra.
5 Él será nuestra paz.
Cuando el asirio venga a nuestra tierra
y entre en nuestros palacios,
entonces enviaremos contra él siete pastores
y ocho hombres principales,
6 que devastarán a espada la tierra de Asiria,
a filo de espada, la tierra de Nimrod.
Él nos librará del asirio
cuando venga contra nuestra tierra
y pise nuestras fronteras.
7 El remanente de Jacob
será en medio de muchos pueblos
como el rocío de Jehová,
como lluvias que caen sobre la hierba,
las cuales no esperan al hombre,
ni aguardan para nada a los hijos de los hombres.
8 Asimismo el remanente de Jacob
será entre las naciones,
en medio de muchos pueblos,
como el león entre las bestias de la selva,
como el cachorro del león
entre las manadas de ovejas,
el cual pasa, pisotea y arrebata,
y no hay presa que de él escape.
9 Tu mano se alzará sobre tus enemigos,
y todos tus adversarios serán destruidos.
10 »Acontecerá en aquel día, dice Jehová,
que haré matar los caballos que posees
y haré destruir tus carros.
11 Haré también destruir las ciudades de tu tierra
y arruinaré todas tus fortalezas.
12 Asimismo extirparé de tus manos las hechicerías,
y no se hallarán en ti adivinos.
13 Destruiré de en medio de ti
tus esculturas y tus imágenes,
y nunca más te inclinarás
ante la obra de tus manos.
14 Arrancaré de en medio de ti
tus imágenes de Asera
y destruiré tus ciudades.
15 Con ira y con furor me vengaré
de las naciones que no obedecieron».
Lo que el Señor espera del hombre
Miq. 6.6-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
6 »¿Con qué me presentaré ante Jehová
y adoraré al Dios Altísimo?
¿Me presentaré ante él con holocaustos,
con becerros de un año?
7 ¿Se agradará Jehová de millares de carneros
o de diez mil arroyos de aceite?
¿Daré mi primogénito por mi rebelión,
el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?
8 Hombre, él te ha declarado lo que es bueno,
lo que pide Jehová de ti:
solamente hacer justicia,
amar misericordia
y humillarte ante tu Dios.
Mensaje contra el fraude y la mentira
Miq. 6.9-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 »La voz de Jehová clama a la ciudad.
¡Es de sabios temer a tu nombre!
“Prestad atención al castigo
y a quien lo establece.
10 ¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad
y medida escasa que sea detestable?
11 ¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa
y bolsa de pesas engañosas?
12 Sus ricos se colmaron de rapiña,
sus moradores hablaron mentira
y tienen en su boca una lengua engañosa.
13 Por eso yo también te debilité,
devastándote por tus pecados.
14 Comerás, mas no te saciarás,
tu abatimiento estará en medio de ti;
recogerás, mas no salvarás nada,
y lo que logres salvar
lo entregaré yo a la espada.
15 Sembrarás, mas no segarás;
pisarás aceitunas,
mas no te ungirás con el aceite;
también uvas, mas no beberás el vino.
16 Has guardado los mandamientos de Omri
y toda obra de la casa de Acab,
y en los consejos de ellos has andado;
por eso yo te entregaré a la desolación,
y a tus moradores a la burla.
Llevaréis, por tanto,
el oprobio de mi pueblo”».
Acaz envía presentes al rey de Asiria para que lo ayude
2 R. 16.8,9 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 Acaz tomó la plata y el oro que había en la casa de Jehová y en los tesoros de la casa real, y envió al rey de Asiria un presente.9 El rey de Asiria atendió su petición, pues subió contra Damasco y la tomó, se llevó cautivos sus habitantes a Kir y mató a Rezín.
2 Cr. 28.20,21 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 También vino contra él Tiglat-pileser, rey de los asirios, quien lo sitió en vez de ayudarlo.21 Aunque Acaz despojó la casa de Jehová, la casa real y las casas de los príncipes, y lo dio todo al rey de los asirios, este no lo ayudó.
Acaz manda a hacer un altar pagano
2 R. 16.10-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
10 Después fue el rey Acaz a encontrarse en Damasco con Tiglat-pileser, rey de Asiria. Cuando el rey Acaz vio el altar que estaba en Damasco, envió al sacerdote Urías el diseño y la descripción del altar, conforme a todos los detalles.11 Y el sacerdote Urías edificó el altar, de acuerdo con todo lo que el rey Acaz le había enviado de Damasco. Así lo hizo el sacerdote Urías, antes que el rey Acaz regresara de Damasco.
12 Cuando el rey llegó de Damasco y vio el altar, se acercó y ofreció sacrificios en él;13 encendió su holocausto y su ofrenda, derramó sus libaciones y esparció la sangre de sus sacrificios de paz junto al altar.
14 Trasladó el altar de bronce que estaba delante de Jehová, en la parte delantera de la Casa, entre el altar y el templo de Jehová, y lo puso al lado norte del altar.15 Después mandó el rey Acaz al sacerdote Urías: «En el gran altar encenderás el holocausto de la mañana y la ofrenda de la tarde, el holocausto del rey y su ofrenda, asimismo el holocausto de todo el pueblo de la tierra, su ofrenda y sus libaciones; esparcirás sobre él toda la sangre del holocausto y toda la sangre del sacrificio. El altar de bronce será mío para consultar en él».
16 El sacerdote Urías hizo conforme a todas las cosas que el rey Acaz le mandó.17 Luego el rey Acaz cortó los tableros de las basas y les quitó las fuentes; quitó también el mar de sobre los bueyes de bronce que estaban debajo de él y lo puso sobre el suelo de piedra.18 Por causa del rey de Asiria quitó del templo de Jehová el pórtico para el sábado que habían edificado en la Casa y el pasadizo de afuera, el del rey.
2 Cr. 28.22-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
22 Además el rey Acaz, en el tiempo que aquel lo apuraba, añadió mayor pecado contra Jehová;23 porque ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, y dijo: «Puesto que los dioses de los reyes de Siria les ayudan, yo también ofreceré sacrificios a ellos para que me ayuden». Pero estos fueron la causa de su ruina y la de todo Israel.24 Además de eso recogió Acaz los utensilios de la casa de Dios, los quebró, cerró las puertas de la casa de Jehová y se hizo altares en todos los rincones de Jerusalén.25 Hizo también lugares altos en todas las ciudades de Judá, para quemar incienso a los dioses ajenos, provocando así a ira a Jehová, el Dios de sus padres.
Muerte de Peka, rey de Israel
2 R. 15.30,31 DHH NIV NBD NVI LBLA
30 Oseas hijo de Ela conspiró contra Peka hijo de Remalías, lo hirió de muerte y reinó en su lugar a los veinte años de Jotam hijo de Uzías.
31 Los demás hechos de Peka, y todo lo que hizo, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.
738-724 a.C. Reinado de Oseas en Israel
2 R. 17.1-4 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En el año duodécimo de Acaz, rey de Judá, Oseas hijo de Ela comenzó a reinar en Samaria sobre Israel. Reinó nueve años,2 e hizo lo malo ante los ojos de Jehová, aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él.
3 Salmanasar, rey de los asirios, subió contra Oseas, quien fue hecho su siervo y le pagaba tributo.4 Pero el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba, pues había enviado embajadores a So, rey de Egipto, y no pagó tributo al rey de Asiria, como lo hacía cada año, por lo que el rey de Asiria lo detuvo y lo encerró en la casa de la cárcel.
Julio 18
El pueblo que se apartó de su Dios
Os. 7.8-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 Efraín se ha mezclado con los demás pueblos;
Efraín es como torta no volteada.
9 Gente extraña ha devorado su fuerza,
y él no lo sabe.
Ya se ha cubierto de canas,
y él no lo sabe.
10 La soberbia de Israel testificará en su contra.
Con todo, ellos no se vuelven
ni buscan a Jehová, su Dios.
11 Efraín es como paloma incauta,
sin discernimiento:
claman a Egipto, acuden a Asiria.
12 Cuando vayan allá,
tenderé sobre ellos mi red,
los haré caer como aves del cielo,
los castigaré conforme a lo anunciado en sus asambleas.
13 »¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí;
destrucción vendrá sobre ellos,
porque contra mí se rebelaron.
Yo los redimiría,
pero ellos hablan mentiras contra mí.
14 No clamaron a mí de corazón,
cuando se lamentaban sobre sus lechos;
Por trigo y mosto se congregaron,
y se han rebelado contra mí.
15 Aunque yo los enseñé y fortalecí sus brazos,
traman el mal contra mí.
16 Volvieron, pero no al Altísimo;
fueron como arco que yerra.
Sus príncipes cayeron a espada
por la soberbia de su lengua:
¡esto será motivo de burla
en la tierra de Egipto!».
Reprensión de la idolatría de Israel
Os. 8.1-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Lleva a tu boca la trompeta,
pues un águila viene
sobre la casa de Jehová,
porque traspasaron mi pacto
y se rebelaron contra mi Ley.
2 A mí clamará Israel: “Dios mío,
te hemos conocido”.
3 Israel desechó el bien:
el enemigo lo perseguirá.
4 »Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí;
constituyeron príncipes, mas yo no lo supe;
de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí,
para ser ellos mismos destruidos.
5 Tu becerro, Samaria, te hizo alejarte.
Se encendió mi enojo contra ellos:
¿Cuando alcanzaréis la purificación?
6 Porque ese becerro es de Israel;
un artífice lo hizo. No es Dios,
por lo que será deshecho en pedazos
el becerro de Samaria.
7 Porque sembraron vientos,
segarán tempestades.
No tendrán mies
ni su espiga dará harina;
y si la da, los extranjeros la comerán.
8 ¡Devorado será Israel!
Pronto será entre las naciones
como vasija que no se estima,
9 pues ellos subieron a Asiria
como un solitario asno salvaje.
Efraín se ha alquilado amantes.
10 Aunque las alquile entre las naciones,
ahora los reuniré,
y serán afligidos un poco de tiempo
bajo la carga del rey y de los príncipes.
11 »Porque multiplicó Efraín los altares para pecar,
tuvo altares solo para pecar.
12 Le escribí las grandezas de mi Ley,
y fueron tenidas por cosa extraña.
13 En los sacrificios de mis ofrendas
sacrificaron carne y comieron;
Jehová no los quiso aceptar.
Ahora se acordará él de su iniquidad,
castigará su pecado
y tendrán que volver a Egipto.
14 Olvidó, pues, Israel a su Hacedor,
y edificó templos.
Judá multiplicó sus ciudades fortificadas,
mas yo mandaré a sus ciudades fuego
que consumirá sus palacios».
Castigo de la persistente infidelidad de Israel
Os. 9.1-9 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 No te alegres, Israel,
no saltes de gozo como otros pueblos,
pues has fornicado al apartarte de tu Dios.
Amaste el salario de rameras
en todas las eras de trigo.
2 La era y el lagar no los sustentarán,
y les fallará el mosto.
3 No se quedarán en la tierra de Jehová,
sino que Efraín volverá a Egipto y a Asiria,
donde comerán vianda inmunda.
4 No harán libaciones a Jehová
ni sus sacrificios le serán gratos;
cual pan de duelo será para ellos,
y todos los que coman de él serán impuros.
Su pan será, pues, para ellos mismos:
ese pan no entrará en la casa de Jehová.
5 ¿Qué haréis en el día de la solemnidad,
y en el día de la fiesta de Jehová?
6 Ellos se fueron a causa de la destrucción.
Egipto los recogerá, Menfis los enterrará.
La ortiga conquistará lo deseable de su plata,
y el espino crecerá en sus moradas.
7 Vinieron los días del castigo,
vinieron los días de la retribución.
¡Israel lo sabrá!
Necio es el profeta,
insensato es el hombre de espíritu,
a causa de la enormidad de tu maldad
y de la inmensidad de tu odio.
8 El profeta, atalaya de Efraín,
está junto a mi Dios;
lazos de cazador se le tienden en todos sus caminos,
se le odia aun en la casa de su Dios.
9 Llegaron hasta lo más bajo en su corrupción,
como en los días de Gabaa.
Él se acordará de su iniquidad
y castigará su pecado.
Destrucción de los altares de Israel
Os. 10.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Israel es una frondosa viña
que da de sí abundante fruto.
Cuanto más abundante era su fruto,
más se multiplicaban los altares;
cuanto mayor era la bondad de su tierra,
mejor hacía sus ídolos.
2 Su corazón está dividido.
Ahora serán hallados culpables.
Jehová demolerá sus altares
y destruirá sus ídolos.
3 Seguramente dirán ahora:
«No tenemos rey
porque no temimos a Jehová.
Pero, ¿qué haría el rey por nosotros?».
4 Ellos pronuncian palabras,
juran en vano al hacer un pacto;
por tanto, el juicio florecerá
como ajenjo en los surcos del campo.
5 Por las becerras de Bet-avén
serán atemorizados los moradores de Samaria.
Sí, su pueblo se lamentará a causa del becerro,
lo mismo que los sacerdotes
que se regocijaban de su gloria,
la cual será disipada.
6 El propio becerro será llevado a Asiria
como presente al gran rey.
Efraín será avergonzado,
e Israel se avergonzará de su consejo.
7 De Samaria fue cortado su rey
como espuma sobre la superficie de las aguas.
8 Los lugares altos de Avén,
el pecado de Israel,
serán destruidos;
sobre sus altares crecerá espino y cardo.
Y dirán a los montes: «¡Cubridnos!»;
y a los collados: «¡Caed sobre nosotros!».
Dios se compadece de su pueblo obstinado
Os. 11.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Cuando Israel era muchacho, yo lo amé,
y de Egipto llamé a mi hijo.
2 Cuanto más yo los llamaba,
tanto más se alejaban de mí.
A los baales sacrificaban,
y a los ídolos quemaban incienso.
3 Con todo, yo enseñaba a andar a Efraín,
tomándolo por los brazos;
más ellos no comprendieron que yo los cuidaba.
4 Con cuerdas humanas los atraje,
con cuerdas de amor;
fui para ellos como los que alzan
el yugo de sobre su cerviz,
y puse delante de ellos la comida.
5 No volverá a tierra de Egipto,
sino que el asirio mismo será su rey,
porque no se quisieron convertir.
6 La espada caerá sobre sus ciudades
y consumirá sus aldeas;
las consumirá a causa de sus propios consejos.
7 Mi pueblo está aferrado a la rebelión contra mí;
aunque me llaman el Altísimo,
ninguno absolutamente me quiere enaltecer.
8 »¿Cómo podré abandonarte, Efraín?
¿Te entregaré yo, Israel?
¿Cómo podré hacerte como a Adma,
o dejarte igual que a Zeboim?
Mi corazón se conmueve dentro de mí,
se inflama toda mi compasión.
9 No ejecutaré el ardor de mi ira
ni volveré a destruir a Efraín,
porque Dios soy, no hombre;
soy el Santo en medio de ti,
y no entraré en la ciudad».
10 En pos de Jehová caminarán.
Él rugirá como un león;
rugirá, y los hijos vendrán
temblando desde el occidente.
11 «Como aves acudirán velozmente de Egipto,
y de la tierra de Asiria como palomas;
y yo los haré habitar en sus casas»,
dice Jehová.
Efraín, reprendido por su mala conducta
Os. 11.12-12.14 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 «Me rodeó Efraín de mentira,
y la casa de Israel de engaño.
Pero Judá aún gobierna con Dios,
y es fiel con los santos».
1 «Efraín se apacienta de viento,
anda tras el viento del este todo el día;
multiplica la mentira y la violencia,
porque hicieron pacto con los asirios
y llevan el aceite a Egipto».
2 Pleito tiene Jehová con Judá
para castigar a Jacob conforme a su conducta;
le pagará conforme a sus obras.
3 En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano,
y con su poder venció al ángel.
4 Luchó con el ángel y prevaleció;
lloró y le rogó;
lo halló en Bet-el,
y allí habló con nosotros.
5 Mas Jehová es Dios de los ejércitos:
¡Jehová es su nombre!
6 Tú, pues, vuélvete a tu Dios;
guarda misericordia y juicio,
y en tu Dios confía siempre.
7 «Canaán tiene en su mano pesas falsas,
le gusta defraudar.
8 Efraín dijo: «Ciertamente me he enriquecido,
me he labrado una fortuna;
nadie hallará iniquidad en mí,
ni pecado en todos mis trabajos».
9 Pero yo soy Jehová, tu Dios,
desde la tierra de Egipto;
aún te haré morar en tiendas,
como en los días de la fiesta.
10 »He hablado a los profetas,
multipliqué las profecías
y por medio de los profetas hablé en parábolas.
11 ¿Es Galaad iniquidad?
Ciertamente vanidad han sido:
En Gilgal sacrificaron bueyes,
y sus altares son como montones de piedras
sobre los surcos del campo».
12 Pero Jacob huyó a la tierra de Aram;
Israel sirvió para adquirir una mujer,
y por adquirir una mujer fue pastor.
13 Por medio de un profeta,
Jehová hizo subir a Israel de Egipto,
y por un profeta fue guardado.
14 Efraín ha irritado a Dios amargamente;
por tanto, su Señor hará recaer sobre él
la sangre derramada
y le pagará sus agravios.
Muerte de Acaz
2 R. 16.19,20 DHH NIV NBD NVI LBLA
19 Los demás hechos que puso por obra Acaz, ¿no están todos escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?20 El rey Acaz durmió con sus padres y fue sepultado con ellos en la ciudad de David. En su lugar reinó su hijo Ezequías.
2 Cr. 28.26,27 DHH NIV NBD NVI LBLA
26 Sus demás hechos y todos sus caminos, los primeros y los últimos, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel.27 Durmió Acaz con sus padres y lo sepultaron en la ciudad de Jerusalén, pero no lo metieron en los sepulcros de los reyes de Israel. Reinó en su lugar su hijo Ezequías.
Profecía contra Filistea
Is. 14.28-32 DHH NIV NBD NVI LBLA
28 El año en que murió el rey Acaz, vino esta profecía:
29 No te alegres tú, toda Filistea,
por haberse quebrado la vara del que te hería;
porque de la raíz de la culebra saldrá una víbora,
y su fruto será una serpiente voladora.
30 Los primogénitos de los pobres serán apacentados
y los necesitados se acostarán confiados;
mas yo haré morir de hambre tu raíz
y destruiré lo que quede de ti.
31 ¡Aúlla, puerta! ¡Clama, ciudad!
¡Disuelta estás por entero, Filistea!,
porque como un humo viene del norte,
y ni uno solo faltará de sus filas.
32 ¿Y qué se responderá a los mensajeros de las naciones?
Que Jehová fundó a Sión
y que a ella se acogerán los afligidos de su pueblo.
716-687 a.C. Reinado de Ezequías en Judá
Comienza el reinado de Ezequías
2 R. 18.1,2 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En el tercer año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías hijo de Acaz, rey de Judá.2 Cuando comenzó a reinar tenía veinticinco años, y reinó en Jerusalén veintinueve años. El nombre de su madre era Abi, hija de Zacarías.
2 Cr. 29.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Comenzó a reinar Ezequías a los veinticinco años de edad, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abías, hija de Zacarías.
Miqueas de Moreset profetizó en tiempo de Ezequías
Jr. 26.18 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 «Miqueas de Moreset profetizó en tiempo de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá, diciendo:
»“Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Sión será arada como un campo,
Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas
y el monte de la Casa se llenará de maleza”.
Acusación contra los dirigentes de Israel
Miq. 3.1-4 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Después dije:
«Oíd ahora, príncipes de Jacob,
y jefes de la casa de Israel:
¿No concierne a vosotros saber lo que es justo?
2 Pero vosotros aborrecéis lo bueno y amáis lo malo,
le quitáis a la gente la piel
y la carne de encima de sus huesos;
3 asimismo coméis la carne de mi pueblo,
arrancáis la piel de sobre ellos,
les quebráis los huesos
y los despedazáis como para el caldero,
como si fuera carne en la olla.
4 Un día clamaréis a Jehová,
pero él no os responderá,
antes esconderá de vosotros su rostro en ese tiempo,
por cuanto hicisteis obras malvadas.
Mensaje contra los profetas engañadores
Miq. 3.5-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 »Así ha dicho Jehová acerca de los profetas
que hacen errar a mi pueblo,
y claman: “¡Paz!”, cuando tienen algo que comer,
y al que no les da de comer,
le declaran la guerra:
6 »Por eso, de la profecía se os hará noche,
y oscuridad del adivinar.
Sobre los profetas se pondrá el sol,
el día se oscurecerá sobre ellos.
7 Serán avergonzados los profetas
y se confundirán los adivinos.
Todos ellos cerrarán sus labios,
porque no hay respuesta de Dios.
8 Mas yo estoy lleno del poder del espíritu de Jehová,
de juicio y de fuerza,
para denunciar a Jacob su rebelión
y a Israel su pecado.
Ruina de Jerusalén
Miq. 3.9-12 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 »Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob
y capitanes de la casa de Israel,
que abomináis el juicio
y pervertís todo derecho,
10 que edificáis a Sión con sangre
y a Jerusalén con injusticia.
11 Sus jefes juzgan por cohecho,
sus sacerdotes enseñan por precio,
sus profetas adivinan por dinero,
y se apoyan en Jehová, diciendo:
“¿No está Jehová entre nosotros?
No vendrá sobre nosotros ningún mal”.
12 Por eso, a causa de vosotros,
Sión será un campo arado,
Jerusalén se convertirá en montones de ruinas
y el monte de la Casa se cubrirá de bosque».
Ezequías hace caso a las palabras de Miqueas
Jr. 26.19a DHH NIV NBD NVI LBLA
19 »¿Acaso lo mataron Ezequías, rey de Judá, y todo Judá? ¿No temió a Jehová y oró en presencia de Jehová, y Jehová se arrepintió del mal que había hablado contra ellos?
Ezequías hizo lo recto
2 R. 18.3 DHH NIV NBD NVI LBLA
3 Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David, su padre.
2 Cr. 29.2 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David, su padre.
Ezequías destruye la idolatría
2 R. 18.4-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
4 Quitó los lugares altos, quebró las imágenes, rompió los símbolos de Aserá e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces los hijos de Israel le quemaban incienso; y la llamó Nehustán.
5 En Jehová, Dios de Israel, puso su esperanza. Entre todos los reyes de Judá no hubo otro como él, antes ni después,6 pues siguió a Jehová y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés.7 Jehová estaba con él, y adondequiera que iba, prosperaba.
Ezequías se rebeló contra el rey de Asiria y no lo sirvió.8 También derrotó a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de las atalayas hasta la ciudad fortificada.
Julio 19
Ezequías restablece el culto del Templo
2 Cr. 29.3-36 DHH NIV NBD NVI LBLA
3 En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová y las reparó.4 Hizo venir a los sacerdotes y levitas, los reunió en la plaza oriental5 y les dijo: «¡Oídme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la casa de Jehová, el Dios de vuestros padres; sacad del santuario la impureza.6 Porque nuestros padres se han rebelado y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová, nuestro Dios; porque le dejaron, apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová y le volvieron las espaldas.7 Y aun cerraron las puertas del pórtico, apagaron las lámparas y no quemaron incienso ni sacrificaron holocausto en el santuario al Dios de Israel.8 Por tanto, la ira de Jehová ha venido sobre Judá y Jerusalén, y los ha entregado a turbación, espanto y burla, como veis vosotros con vuestros ojos.9 Por eso nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras mujeres fueron llevados cautivos.10 Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira.11 Hijos míos, no os engañéis ahora, porque Jehová os ha escogido a vosotros para que estéis delante de él y le sirváis, seáis sus ministros y le queméis incienso».
12 Entonces se levantaron los levitas, Mahat hijo de Amasai y Joel hijo de Azarías, de los hijos de Coat; de los hijos de Merari, Cis hijo de Abdi y Azarías hijo de Jehalelel; de los hijos de Gersón, Joa hijo de Zima y Edén hijo de Joa;13 de los hijos de Elizafán, Simri y Jeiel; de los hijos de Asaf, Zacarías y Matanías;14 de los hijos de Hemán, Jehiel y Simei; y de los hijos de Jedutún, Semaías y Uziel.15 Estos reunieron a sus hermanos, se santificaron y entraron, conforme al mandamiento del rey y las palabras de Jehová, para limpiar la casa de Jehová.
16 Después entraron los sacerdotes dentro de la casa de Jehová para limpiarla. Sacaron toda la impureza que hallaron en el templo de Jehová al atrio de la casa de Jehová; y de allí los levitas la llevaron fuera al torrente Cedrón.17 Comenzaron a santificarse el día primero del mes primero, y a los ocho del mismo mes vinieron al pórtico de Jehová; y santificaron la casa de Jehová en ocho días, y en el día dieciséis del mes primero terminaron.18 Entonces fueron ante el rey Ezequías y le dijeron: «Ya hemos limpiado toda la casa de Jehová, el altar del holocausto y todos sus instrumentos, y la mesa de la proposición con todos sus utensilios.19 Asimismo hemos preparado y santificado todos los utensilios que en su infidelidad había desechado el rey Acaz, cuando reinaba; y ahora están delante del altar de Jehová».
20 El rey Ezequías se levantó de mañana, reunió los principales de la ciudad y subió a la casa de Jehová.21 Y presentaron siete novillos, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos para expiación por el reino, por el santuario y por Judá. Y dijo a los sacerdotes hijos de Aarón que los ofrecieran sobre el altar de Jehová.22 Mataron, pues, los novillos, y los sacerdotes recibieron la sangre y la esparcieron sobre el altar; mataron luego los carneros, y esparcieron la sangre sobre el altar; asimismo mataron los corderos y esparcieron la sangre sobre el altar.
23 Después hicieron llevar delante del rey y de la multitud los machos cabríos para la expiación, y pusieron sobre ellos sus manos;24 los sacerdotes los mataron e hicieron ofrenda de expiación con la sangre de ellos sobre el altar, para reconciliar a todo Israel; porque por todo Israel mandó el rey hacer el holocausto y la expiación.
25 Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad, vidente del rey, y del profeta Natán, porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas.
26 Y los levitas estaban con los instrumentos de David, y los sacerdotes con trompetas.27 Entonces mandó Ezequías sacrificar el holocausto en el altar; y cuando comenzó el holocausto, comenzó también el cántico de Jehová, con las trompetas y los instrumentos de David, rey de Israel.28 Toda la multitud adoraba, los cantores cantaban y los trompeteros tocaban las trompetas; todo esto duró hasta consumirse el holocausto.29 Cuando esto terminó, se inclinó el rey y todos los que con él estaban, y adoraron.30 Entonces el rey Ezequías y los príncipes dijeron a los levitas que alabaran a Jehová con las palabras de David y de Asaf, el vidente; y ellos alabaron con gran alegría, se inclinaron y adoraron.
31 Luego Ezequías dijo: «Vosotros os habéis consagrado ahora a Jehová; acercaos, pues, y presentad sacrificios y alabanzas en la casa de Jehová». Y la multitud presentó sacrificios y alabanzas; y todos los generosos de corazón trajeron holocaustos.32 El número de los holocaustos que trajo la congregación fue de setenta bueyes, cien carneros y doscientos corderos, todo para el holocausto de Jehová.33 Y las ofrendas fueron seiscientos bueyes y tres mil ovejas.
34 Pero como los sacerdotes eran pocos y no bastaban para desollar los holocaustos, sus hermanos los levitas les ayudaron, hasta que acabaron la obra, y hasta que los demás sacerdotes se santificaron, pues los levitas estaban más dispuestos a santificarse que los sacerdotes.35 Así, pues, hubo abundancia de holocaustos, con la grasa de las ofrendas de paz y libaciones para cada holocausto.
De este modo se restableció el servicio de la casa de Jehová.36 Y se alegró Ezequías con todo el pueblo de que Dios hubiera preparado al pueblo; porque la cosa fue hecha rápidamente.
Condenación de Efraín
Is. 28.1-6 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 ¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín
y de la flor caduca de la hermosura de su gloria,
que está sobre la cabeza del valle fértil
de los aturdidos del vino!
2 He aquí, Jehová tiene a uno que es fuerte y poderoso:
como una tormenta de granizo,
como un torbellino arrasador,
como el ímpetu de recias aguas que inundan.
Con fuerza derriba a tierra,
3 con los pies será pisoteada
la corona de soberbia de los ebrios de Efraín.
4 Y la flor caduca de la hermosura de su gloria
que está sobre la cabeza del valle fértil,
será como la fruta temprana,
la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira,
se la traga
tan luego como la tiene a la mano.
5 Aquel día, Jehová de los ejércitos
será por corona de gloria
y diadema de hermosura
para el resto de su pueblo.
6 Será espíritu de justicia
para el que se sienta a juzgar,
y dará fuerzas
a los que rechazan el asalto a la puerta.
721 a.C. Samaria, la capital de Israel, es tomada por los asirios. Fin del Reino del Norte
2 R. 18.9-12 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 En el cuarto año del rey Ezequías, que era el año séptimo de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, subió Salmanasar, rey de los asirios, contra Samaria y la sitió.10 La tomaron al cabo de tres años. En el año sexto de Ezequías, el cual era el año noveno de Oseas, rey de Israel, fue tomada Samaria.11 El rey de Asiria llevó cautivo a Israel a Asiria, y los estableció en Halah, junto al río Gozán en Habor, y en las ciudades de los medos,12 por cuanto no habían atendido a la voz de Jehová, su Dios, sino que habían quebrantado su pacto y no habían escuchado ni puesto por obra todas las cosas que Moisés, siervo de Jehová, había mandado.
2 R. 17.5-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 Luego el rey de Asiria invadió todo el país y sitió a Samaria, y estuvo sobre ella tres años.6 En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y llevó a Israel cautivo a Asiria. Los estableció en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos.
7 Esto sucedió porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová, su Dios, que los sacó de la tierra de Egipto, de bajo la mano del faraón, rey de Egipto. Adoraron a dioses ajenos8 y anduvieron en los estatutos de las naciones que Jehová había expulsado de delante de los hijos de Israel, así como en los estatutos que hicieron los reyes de Israel.
9 Los hijos de Israel hicieron secretamente cosas impropias contra Jehová, su Dios: se edificaron lugares altos en todas las ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fortificadas,10 y levantaron estatuas e imágenes de Aserá en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso.11 Quemaron incienso en todos los lugares altos, a la manera de las naciones que Jehová había traspuesto de delante de ellos, e hicieron cosas muy malas para provocar a ira a Jehová.12 Servían además a los ídolos, acerca de los cuales Jehová les había dicho: «Vosotros no habéis de hacer tal cosa».
13 Jehová amonestó entonces a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes diciendo: «Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas».14 Pero ellos no obedecieron, sino que se obstinaron tanto como sus padres, los cuales no creyeron en Jehová, su Dios.15 Desecharon sus estatutos, el pacto que él había hecho con sus padres y los testimonios que él les había prescrito, siguiendo en pos de vanidades y haciéndose vanos ellos mismos, por imitar a las naciones que estaban alrededor de ellos, aunque Jehová les había mandado que no obraran como ellas.16 Dejaron todos los mandamientos de Jehová, su Dios; se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Aserá; adoraron a todo el ejército de los cielos y sirvieron a Baal;17 hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego, se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocando su ira.
18 Por lo tanto, Jehová se enfureció tanto contra Israel, que los quitó de delante de su rostro, y sólo quedó la tribu de Judá.19 Pero ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová, su Dios, sino que anduvieron en las costumbres que Israel había establecido.20 Entonces desechó Jehová a toda la descendencia de Israel, los afligió y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.21 Cuando separó a Israel de la casa de David y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat, Jeroboam apartó a Israel del camino de Jehová y les hizo cometer un gran pecado.22 Los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados que cometió Jeroboam y no se apartaron de ellos,23 hasta que Jehová apartó a Israel de su presencia, como lo había anunciado por medio de todos los profetas, sus siervos. Así Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta el día de hoy.
1 Cr. 5.25,26 DHH NIV NBD NVI LBLA
25 Pero se rebelaron contra el Dios de sus padres, y se prostituyeron siguiendo a los dioses de los pueblos de la tierra, a los cuales Jehová había quitado de delante de ellos;26 por lo cual el Dios de Israel excitó el espíritu de Pul, rey de los asirios, y el espíritu de Tiglat-pileser, rey de los asirios, el cual deportó a los rubenitas y gaditas y a la media tribu de Manasés, y los llevó a Halah, a Habor, a Hara y al río Gozán, hasta el día de hoy.
Repoblación de Samaria
2 R. 17.24-41 DHH NIV NBD NVI LBLA
24 El rey de Asiria llevó gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y la puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel. Así ocuparon Samaria y habitaron en sus ciudades.25 Pero aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que como no temían a Jehová, él envió contra ellos leones que los mataban.26 Entonces dijeron al rey de Asiria: «Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado en medio de ellos leones que los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra».
27 Y el rey de Asiria ordenó: «Llevad allá a alguno de los sacerdotes que trajisteis de ese lugar, que vaya y habite allí y les enseñe la ley del Dios del país».
28 Entonces uno de los sacerdotes que se habían llevado cautivo de Samaria, fue y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Jehová.29 Pero cada nación se hizo sus dioses en la ciudad donde habitaba, y los pusieron en los templos de los lugares altos que habían construido los de Samaria.30 Los de Babilonia hicieron a Sucot-benot, los de Cuta hicieron a Nergal, y los de Hamat hicieron a Asima.31 Los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac, y los de Sefarvaim quemaban sus hijos en el fuego para adorar a Adramelec y a Anamelec, dioses de Sefarvaim.32 Temían además a Jehová, e hicieron del bajo pueblo sacerdotes para los lugares altos, los cuales sacrificaban para ellos en los templos de los lugares altos.33 Aunque temían a Jehová, honraban a sus dioses, según la costumbre de las naciones de donde habían sido trasladados.
34 Todavía hoy hacen como antes: no temen a Jehová ni guardan sus estatutos ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel.35 Cuando Jehová hizo un pacto con ellos, les mandó: «No temeréis a otros dioses ni los adoraréis, ni los serviréis, ni les haréis sacrificios.36 Solo a Jehová, que os sacó de tierra de Egipto con gran poder y brazo extendido, a este temeréis, a este adoraréis y a este haréis sacrificio.37 Los estatutos, derechos, ley y mandamientos que os dio por escrito cuidaréis siempre de ponerlos por obra, y no temeréis a dioses ajenos.38 No olvidaréis el pacto que hice con vosotros ni temeréis a dioses ajenos,39 sino temed a Jehová, vuestro Dios, y él os librará de manos de todos vuestros enemigos».
40 Pero ellos no escucharon, sino que hicieron según su costumbre antigua.41 Así, aquellas gentes temieron a Jehová y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos. También sus hijos y sus nietos, tal como hicieron sus padres, así hacen hasta hoy.
Julio 20
Ezequías celebra la Pascua
2 Cr. 30.1-31.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Después Ezequías envió mensajeros por todo Israel y Judá, y también escribió cartas a Efraín y a Manasés, para invitarlos a la casa de Jehová, en Jerusalén, a fin de celebrar la Pascua a Jehová, Dios de Israel.2 Pues el rey había consultado con sus príncipes y con toda la congregación en Jerusalén, para celebrar la Pascua en el mes segundo;3 porque entonces no la podían celebrar, por cuanto no había suficientes sacerdotes santificados, ni el pueblo se había reunido en Jerusalén.4 Esto agradó al rey y a toda la multitud.5 Y determinaron hacer pasar pregón por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar en Jerusalén la Pascua a Jehová, Dios de Israel; porque en mucho tiempo no la habían celebrado al modo que está prescrito.
6 Salieron, pues, mensajeros con cartas de parte del rey y de sus príncipes por todo Israel y Judá, como el rey lo había mandado, que decían: «Hijos de Israel, volveos a Jehová, el Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, y él se volverá al resto que ha quedado de manos de los reyes de Asiria.7 No seáis como vuestros padres y como vuestros hermanos, que se rebelaron contra Jehová, el Dios de sus padres, y él los entregó a desolación, como vosotros veis.8 Ahora, pues, no seais tercos como vuestros padres; someteos a Jehová y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a Jehová, vuestro Dios, y el ardor de su ira se apartará de vosotros.9 Porque si os volvéis a Jehová, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra; porque Jehová, vuestro Dios, es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os volvéis a él».
10 Pasaron, pues, los mensajeros de ciudad en ciudad por la tierra de Efraín y Manasés, hasta Zabulón; pero se reían y burlaban de ellos.11 Con todo, algunos hombres de Aser, de Manasés y de Zabulón se humillaron, y vinieron a Jerusalén.12 En Judá también estuvo la mano de Dios que les dio un solo corazón para cumplir el mensaje del rey y de los príncipes, conforme a la palabra de Jehová.
13 Se reunió en Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta solemne de los Panes sin levadura en el mes segundo; fue una gran reunión.14 Y levantándose, quitaron los altares que había en Jerusalén; quitaron también todos los altares de incienso, y los echaron al torrente Cedrón.15 Entonces sacrificaron la Pascua, a los catorce días del mes segundo; y los sacerdotes y los levitas, llenos de vergüenza, se santificaron y trajeron los holocaustos a la casa de Jehová.16 Y tomaron su lugar en los turnos de costumbre, conforme a la ley de Moisés, varón de Dios; y los sacerdotes esparcían la sangre que recibían de manos de los levitas.17 Porque había muchos en la congregación que no estaban santificados, y por eso los levitas sacrificaban la Pascua por todos los que no se habían purificado, a fin de santificarlos para Jehová.18 Porque una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no actuaron conforme a lo que está escrito, pues comieron la Pascua sin haberse purificado. Pero Ezequías oró por ellos diciendo: «Jehová, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha preparado su corazón para buscar a Dios,19 a Jehová, el Dios de sus padres, aunque no esté purificado según los ritos de purificación del santuario».
20 Jehová oyó a Ezequías, y sanó al pueblo.21 Así los hijos de Israel que estaban en Jerusalén celebraron la fiesta solemne de los Panes sin levadura por siete días con grande gozo; y glorificaban a Jehová todos los días los levitas y los sacerdotes, cantando con instrumentos resonantes a Jehová.22 Y habló Ezequías al corazón de todos los levitas que habían mostrado buena disposición en el servicio de Jehová.
Comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne por siete días, ofreciendo sacrificios de paz, y dando gracias a Jehová, el Dios de sus padres.23 Y toda aquella asamblea determinó que celebraran la fiesta por otros siete días; y la celebraron otros siete días con alegría.24 Porque Ezequías, rey de Judá, había dado a la asamblea mil novillos y siete mil ovejas; y también los príncipes dieron al pueblo mil novillos y diez mil ovejas; y muchos sacerdotes ya se habían santificado.25 Se alegró, pues, toda la congregación de Judá, como también los sacerdotes y levitas, y toda la multitud que había venido de Israel; asimismo los forasteros que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá.26 Hubo entonces gran regocijo en Jerusalén, porque desde los días de Salomón hijo de David, rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén.27 Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y fue oída su voz, y su oración llegó hasta el cielo, su santa morada.
1 Hechas todas estas cosas, todos los de Israel que habían estado allí salieron por las ciudades de Judá, quebraron las estatuas, destruyeron las imágenes de Asera y derribaron los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, así como en Efraín y Manasés, hasta acabarlo todo. Después regresaron todos los hijos de Israel a sus ciudades, cada uno a su posesión.
Reorganización del servicio de sacerdotes y levitas
2 Cr. 31.2-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 Arregló Ezequías la distribución de los sacerdotes y de los levitas conforme a sus turnos, cada uno según su oficio sacerdotal o levítico, para ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, para que ministraran, dieran gracias y alabaran dentro de las puertas de los atrios de Jehová.3 El rey contribuyó de su propia hacienda para los holocaustos de la mañana y de la tarde, y para los holocaustos de los sábados, nuevas lunas y fiestas solemnes, como está escrito en la ley de Jehová.4 Mandó también al pueblo que habitaba en Jerusalén que diera la porción correspondiente a los sacerdotes y levitas, para que ellos se dedicaran a la ley de Jehová.5 Cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra; trajeron asimismo en abundancia los diezmos de todas las cosas.
6 También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová, su Dios, y los depositaron en montones.7 En el mes tercero comenzaron a apilar aquellos montones, y terminaron en el mes séptimo.8 Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron a Jehová y a su pueblo Israel.9 Entonces preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los levitas acerca de esos montones.10 Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le contestó: «Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho, porque Jehová ha bendecido a su pueblo; y ha quedado esta abundancia de provisiones».
11 Por tal motivo mandó Ezequías que prepararan depósitos en la casa de Jehová. Los prepararon,12 y en ellos metieron fielmente las primicias, los diezmos y las cosas consagradas. Nombraron a cargo de ello al levita Conanías, el principal, y Simei, su hermano, fue el segundo.13 Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat y Benaía, fueron los mayordomos al servicio de Conanías y de Simei, su hermano, por mandamiento del rey Ezequías y de Azarías, príncipe de la casa de Dios.14 El levita Coré hijo de Imna, guarda de la puerta oriental, tenía a su cargo las ofrendas voluntarias para Dios, y la distribución de las ofrendas dedicadas a Jehová y las cosas santísimas.15 A sus órdenes estaban Edén, Miniamín, Jesúa, Semaías, Amarías y Secanías, en las ciudades de los sacerdotes, para dar con fidelidad a sus hermanos sus porciones conforme a sus grupos, lo mismo al mayor que al menor;16 a los hombres anotados por sus genealogías, de tres años para arriba, a todos los que entraban en la casa de Jehová para desempeñar su ministerio según sus oficios y grupos.17 También a los que eran contados entre los sacerdotes según sus casas paternas; y a los levitas de edad de veinte años para arriba, conforme a sus oficios y grupos.18 Eran inscritos con todos sus niños, sus mujeres, sus hijos e hijas, es decir, toda la comunidad; porque con fidelidad se consagraban a las cosas santas.19 Del mismo modo para los hijos de Aarón, sacerdotes, que estaban en los ejidos de sus ciudades, por todas las ciudades, los hombres nombrados estaban encargados de dar sus porciones a todos los hombres de entre los sacerdotes, y a todos los levitas inscritos.
20 De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno, recto y verdadero delante de Jehová, su Dios.21 En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la Ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.
Proverbios de Salomón son copiados por escribas de Ezequías
Pr. 25.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 También estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá:
Enfermedad de Ezequías
2 R. 20.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y el profeta Isaías hijo de Amoz fue a verlo y le dijo:
—Jehová dice así: “Ordena tu casa, porque vas a morir, ya no vivirás”.
2 Entonces él volvió su rostro a la pared y oró así a Jehová:3 «Te ruego, Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado fielmente delante de ti y con corazón íntegro, que he hecho las cosas que te agradan». Y Ezequías lloró amargamente.
4 Y antes que Isaías saliera hasta la mitad del patio, le habló Jehová a Isaías y le dijo:5 «Vuelve, y dile a Ezequías, príncipe de mi pueblo: “Así dice Jehová, el Dios de David, tu padre: He oído tu oración, he visto tus lágrimas y voy a sanarte: dentro de tres días subirás a la casa de Jehová.6 Añadiré a tus días quince años y te libraré a ti y a esta ciudad de manos del rey de Asiria. Ampararé a esta ciudad por amor a mí mismo y por amor a David, mi siervo”».
7 Isaías dijo:
—Tomad una masa de higos.
La tomaron, la pusieron sobre la llaga y sanó.8 Y Ezequías había dicho a Isaías:
—¿Qué señal tendré de que Jehová me sanará y que dentro de tres días subiré a la casa de Jehová?
9 Respondió Isaías:
—Esta señal tendrás de Jehová, de que Jehová hará lo que ha dicho: ¿Quieres que la sombra avance diez grados o que retroceda diez grados?
10 Ezequías respondió:
—Fácil cosa es que la sombra decline diez grados, pero no que la sombra retroceda diez grados.
11 Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová, e hizo retroceder la sombra los diez grados que había avanzado en el reloj de Acaz.
Is. 38.1-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y el profeta Isaías hijo de Amoz, vino a él y le dijo: «Esto dice Jehová: “Ordena los asuntos de tu casa, porque vas a morir. Ya no vivirás”».
2 Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared e hizo oración a Jehová,3 y dijo: «Jehová, te ruego que recuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos». Y lloró Ezequías con gran llanto.
4 Entonces vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo:5 «Ve y dile a Ezequías: “Jehová, Dios de tu padre David, dice así: ‘He oído tu oración y he visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años.6 Te libraré, a ti y a esta ciudad, de manos del rey de Asiria; y a esta ciudad ampararé.7 Esto te será por señal de parte de Jehová, que Jehová hará esto que ha dicho:8 He aquí, yo haré regresar la sombra diez grados más de los grados que ya ha descendido en el reloj de Acaz’ ”». Y volvió el sol diez grados atrás, sobre los cuales ya había descendido.
9 Escrito de Ezequías, rey de Judá, de cuando enfermó y sanó de su enfermedad:
10 «Yo dije: “En la mitad de mis días
me iré a las puertas del seol;
privado soy del resto de mis años”.
11 Y dije: “No veré a Jah,
a Jah en la tierra de los vivientes;
ya no veré más a los hombres
entre los moradores del mundo.
12 Mi morada ha sido movida y traspasada de mí,
como una tienda de pastor.
Como un tejedor yo devanaba mi vida;
pero él la va a cortar del telar.
¡Tú me consumirás entre el día y la noche!”.
13 Yo clamo hasta la mañana;
él, como un león, muele todos mis huesos:
de la noche a la mañana terminarás conmigo.
14 Como la grulla y como la golondrina me estoy quejando;
gimo como la paloma
y alzo hacia lo alto mis ojos.
Jehová, violencia padezco, ¡fortaléceme!
15 ¿Qué diré?
El que me lo dijo, él mismo lo hará.
Andaré humillado todos mis años,
a causa de la amargura de mi alma.
16 Señor, por estas cosas los hombres viven
y en todas ellas está la vida de mi espíritu;
pues tú me restablecerás y harás que viva.
17 He aquí gran amargura
me sobrevino en la paz,
pero a ti te agradó librar mi vida
del hoyo de corrupción,
porque echaste tras tus espaldas
todos mis pecados.
18 Pues el seol no te exaltará
ni te alabará la Muerte;
ni los que descienden al sepulcro
esperarán en tu verdad.
19 El que vive, el que vive, este te dará alabanza,
como yo hoy.
El padre hará notoria
tu verdad a los hijos.
20 ¡Jehová me salva!
Por eso tocaremos nuestros instrumentos
y cantaremos en la casa de Jehová
todos los días de nuestra vida».
2 Cr. 32.24-26 DHH NIV NBD NVI LBLA
24 En aquel tiempo Ezequías enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió y le dio una señal.25 Pero Ezequías no correspondió al bien que le había sido hecho, sino que se enalteció su corazón, por lo cual vino la ira contra él, contra Judá y Jerusalén.26 Pero después de haberse enaltecido su corazón, Ezequías se humilló, él y los habitantes de Jerusalén; por eso no estalló sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías.
Riqueza y gloria de Ezequías
2 Cr. 32.27-30 DHH NIV NBD NVI LBLA
27 Ezequías tuvo riquezas y gloria, muchas en gran manera; y adquirió tesoros de plata y oro, piedras preciosas, perfumes, escudos, y toda clase de joyas deseables.28 Asimismo hizo depósitos para las rentas del grano, del vino y del aceite, establos para toda clase de bestias, y apriscos para los ganados.29 Adquirió también ciudades, y hatos de ovejas y de vacas en gran abundancia, porque Dios le había dado muchas riquezas.
30 Fue Ezequías quien cubrió los manantiales de Gihón la de arriba, y condujo el agua hacia el occidente de la Ciudad de David. Y fue prosperado Ezequías en todo lo que hizo.
Julio 21
Ezequías recibe a los enviados de Babilonia
2 R. 20.12,13 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió mensajeros con cartas y presentes a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo.13 Ezequías los atendió y les mostró toda la casa de sus tesoros, la plata y el oro, las especias y ungüentos preciosos, su depósito de armas y todo lo que había en sus tesoros. Ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrara, tanto en su casa como en todos sus dominios.
Is. 39.1,2 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En aquel tiempo, Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes a Ezequías, porque supo que había estado enfermo y que se había restablecido.2 Se regocijó con ellos Ezequías y les mostró la casa de su tesoro: la plata y el oro, las especias, los ungüentos preciosos, toda su casa de armas y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo cosa en su casa y en todos sus dominios que Ezequías no les mostrara.
2 Cr. 32.31 DHH NIV NBD NVI LBLA
31 Pero en lo referente a los mensajeros de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acontecido en el país, Dios lo dejó, para probarle y conocer todo lo que estaba en su corazón.
Isaías revela a Ezequías un mensaje de Dios
2 R. 20.14-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
14 Entonces el profeta Isaías fue a ver al rey Ezequías, y le preguntó:
—¿De dónde vinieron esos hombres y qué te dijeron?
Ezequías le respondió:
—De lejanas tierras han venido, de Babilonia.
15 Isaías le volvió a preguntar:
—¿Qué vieron en tu casa?
Ezequías respondió:
—Vieron todo lo que había en mi casa. Nada quedó en mis tesoros que no les mostrara.
16 Entonces Isaías dijo a Ezequías:
—Oye esta palabra de Jehová:17 “Vienen días en que todo lo que está en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy será llevado a Babilonia, sin quedar nada, dice Jehová.18 Y algunos de los hijos que salgan de ti, que hayas engendrado, los tomarán para que sean eunucos en el palacio del rey de Babilonia”.
19 Entonces Ezequías dijo a Isaías:
—La palabra que has hablado de parte de Jehová es buena.
Pues pensaba: «Al menos en mis días habrá paz y seguridad».
Is. 39.3-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
3 Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías y le dijo:
—¿Qué dicen estos hombres y de dónde han venido a ti?
Ezequías respondió:
—De tierra muy lejana han venido a mí, de Babilonia.
4 Dijo entonces:
—¿Qué han visto en tu casa?
Y dijo Ezequías:
—Todo lo que hay en mi casa han visto; ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado.
5 Entonces dijo Isaías a Ezequías:
—Oye palabra de Jehová de los ejércitos:6 “He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará, dice Jehová.7 De tus hijos que saldrán de ti y que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia”.
8 Y dijo Ezequías a Isaías:
—La palabra de Jehová que has hablado es buena.
Y añadió:
—A lo menos, haya paz y seguridad en mis días.
Profecía contra Babilonia
Is. 13.1-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Profecía sobre Babilonia, revelada a Isaías hijo de Amoz.
2 Levantad bandera sobre un alto monte.
Alzad la voz a ellos, alzad la mano,
para que entren por puertas de jefes.
3 Yo mandé a mis consagrados
y asimismo llamé a los valientes de mi ira,
a los que se alegran con mi gloria.
4 Estruendo de multitud en los montes,
como de mucho pueblo;
estruendo de ruido de reinos,
de naciones reunidas:
¡Jehová de los ejércitos pasa revista
a las tropas para la batalla!
5 Vienen de lejana tierra,
del extremo de los cielos,
Jehová y los instrumentos de su ira,
para destruir toda la tierra.
6 ¡Aullad, porque cerca está el día de Jehová!
¡Vendrá como devastación del Todopoderoso!
7 Por tanto, toda mano se debilitará
y desfallecerá todo corazón humano.
8 Se llenarán de terror;
angustias y dolores se apoderarán de ellos;
tendrán dolores como de mujer de parto;
se asombrará cada cual al mirar a su compañero;
sus rostros son como llamaradas.
9 He aquí el día de Jehová viene:
día terrible, de indignación y ardor de ira,
para convertir la tierra en soledad
y raer de ella a sus pecadores.
10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros
no darán su luz;
el sol se oscurecerá al nacer
y la luna no dará su resplandor.
11 Castigaré al mundo por su maldad
y a los impíos por su iniquidad;
haré que cese la arrogancia de los soberbios
y humillaré la altivez de los tiranos.
12 Haré más precioso que el oro fino al varón
y más que el oro de Ofir al ser humano.
13 Porque haré estremecer los cielos
y la tierra se moverá de su lugar
por la indignación de Jehová de los ejércitos,
en el día del ardor de su ira.
14 Como gacela perseguida,
como oveja sin pastor,
cada cual mirará hacia su pueblo,
cada uno huirá a su tierra.
15 Cualquiera que sea hallado será atravesado,
y cualquiera que por ellos sea tomado
caerá a espada.
16 Sus niños serán estrellados ante ellos mismos;
sus casas serán saqueadas
y violadas sus mujeres.
17 He aquí que yo despierto contra ellos a los medos,
que no se ocuparán de la plata
ni codiciarán oro.
18 Con sus arcos derribarán a los jóvenes;
no tendrán compasión del fruto del vientre
ni su ojo perdonará a los hijos.
19 Y Babilonia, hermosura de reinos,
gloria y orgullo de los caldeos,
será como Sodoma y Gomorra,
a las que trastornó Dios.
20 Nunca más será habitada,
ni se morará en ella de generación en generación;
no levantará allí su tienda el árabe
ni los pastores tendrán allí su majada,
21 sino que dormirán allí las fieras del desierto
y sus casas se llenarán de hurones;
allí habitarán los avestruces
y allí saltarán las cabras salvajes.
22 En sus palacios aullarán las hienas
y los chacales en sus casas de deleite.
Su tiempo está a punto de llegar;
no se prolongarán sus días.
El rey de Babilonia, objeto de burla
Is. 14.1-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, de nuevo escogerá a Israel y lo hará reposar en su tierra. A ellos se unirán extranjeros, que se agregarán a la familia de Jacob.2 Los pueblos los tomarán y los llevarán a su lugar, y la casa de Israel los poseerá como siervos y criadas en la tierra de Jehová. Cautivarán así a los que los cautivaron y señorearán sobre los que los oprimieron.
3 En el día en que Jehová te dé reposo de tu trabajo, de tus temores y de la dura servidumbre en que te hicieron servir,4 pronunciarás este proverbio contra el rey de Babilonia y dirás:
«¡Cómo acabó el opresor!
¡Cómo ha acabado la ciudad codiciosa de oro!
5 Quebrantó Jehová el bastón de los impíos,
el cetro de los señores:
6 el que hería a los pueblos con furor,
con llaga permanente,
el que se enseñoreaba de las naciones con ira
y las perseguía con crueldad.
7 Toda la tierra está en reposo y en paz.
Se cantaron alabanzas.
8 Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti,
y los cedros del Líbano,
diciendo: “Desde que tú pereciste,
no ha subido cortador contra nosotros”.
9 El seol abajo
se espantó de ti;
despertó a los muertos
para que en tu venida salieran a recibirte;
hizo levantar de sus sillas a todos los grandes de la tierra,
a todos los reyes de las naciones.
10 Todos ellos darán voces y te dirán:
“¿Tú también te debilitaste como nosotros
y llegaste a ser como nosotros?”.
11 Descendió al seol tu soberbia
y el sonido de tus arpas;
gusanos serán tu cama
y gusanos te cubrirán.
12 ¡Cómo caíste del cielo,
Lucero, hijo de la mañana!
Derribado fuiste a tierra,
tú que debilitabas a las naciones.
13 Tú que decías en tu corazón:
“Subiré al cielo.
En lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono
y en el monte del testimonio me sentaré,
en los extremos del norte;
14 sobre las alturas de las nubes subiré
y seré semejante al Altísimo”.
15 Mas tú derribado eres hasta el seol,
a lo profundo de la fosa.
16 Se inclinarán hacia ti los que te vean;
te contemplarán, diciendo:
“¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra,
que trastornaba los reinos,
17 que puso el mundo como un desierto,
que asoló sus ciudades,
que a sus presos nunca les abrió la cárcel?”.
18 Todos los reyes de la tierra, todos ellos,
yacen con honra
cada uno en su última morada.
19 Pero tú echado eres de tu sepulcro
como un vástago abominable,
como un vestido de muertos
pasados a espada,
que descendieron al fondo de la fosa,
como un cadáver pisoteado.
20 No serás contado con ellos en la sepultura,
porque tú destruiste tu tierra,
mataste a tu pueblo.
No será nombrada
por siempre la descendencia de los malignos.
21 Preparad a sus hijos para el matadero
por la maldad de sus padres;
que no se levanten ni posean la tierra
ni llenen de ciudades la faz del mundo».
22 «Porque yo me levantaré contra ellos»,
dice Jehová de los ejércitos,
«y raeré de Babilonia
el nombre y el sobreviviente, hijo y nieto»,
dice Jehová.
23 «Y la convertiré en posesión de erizos
y en tierra cenagosa.
La barreré con escobas de destrucción»,
dice Jehová».
Profecía sobre el desierto del mar
Is. 21.1-10 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Profecía sobre el desierto del mar:
Como un torbellino del Neguev,
así viene del desierto,
de la tierra horrenda.
2 Dura visión me ha sido mostrada:
El traidor traiciona
y el destructor destruye.
Sube, Elam;
sitia, Media.
Todo su gemido hice cesar.
3 Por tanto, mis espaldas
se han llenado de dolor;
angustias se apoderaron de mí,
como angustias de mujer de parto.
Me siento agobiado al oírlo
y al verlo me lleno de espanto.
4 Se pasma mi corazón,
el horror me ha intimidado;
la noche de mi deseo
se me ha vuelto en espanto.
5 Ponen la mesa,
extienden tapices;
comen, beben.
¡Levantaos, príncipes,
engrasad el escudo!
6 Porque el Señor me dijo así:
«Ve, pon centinela
que haga saber lo que vea».
7 Y vio hombres montados,
jinetes de dos en dos,
montados sobre asnos,
montados sobre camellos.
Miró entonces más atentamente,
8 y gritó como un león:
«¡Señor, sobre la atalaya
estoy yo continuamente de día,
y las noches enteras
sobre mi guardia!
9 ¡He aquí que vienen hombres montados,
jinetes de dos en dos!».
Después habló y dijo:
«¡Cayó, cayó Babilonia,
y los ídolos de sus dioses
quebrantó en tierra!».
10 Pueblo mío, trillado y aventado,
os he dicho
lo que oí de parte de Jehová de los ejércitos,
el Dios de Israel.
Futuro glorioso de Sión
Is. 35.1-10 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Se alegrarán el desierto y el erial;
la estepa se gozará y florecerá como la rosa.
2 Florecerá profusamente
y también se alegrará y cantará con júbilo;
la gloria del Líbano le será dada,
la hermosura del Carmelo y de Sarón.
Ellos verán la gloria de Jehová,
el esplendor del Dios nuestro.
3 ¡Fortaleced las manos cansadas,
afirmad las rodillas endebles!
4 Decid a los de corazón apocado:
«¡Esforzaos, no temáis!
He aquí que vuestro Dios viene
con retribución, con pago;
Dios mismo vendrá y os salvará».
5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos
y destapados los oídos de los sordos.
6 Entonces el cojo saltará como un ciervo
y cantará la lengua del mudo,
porque aguas serán cavadas en el desierto
y torrentes en la estepa.
7 El lugar seco se convertirá en estanque
y el sequedal en manaderos de aguas.
La guarida de los chacales, donde ellos se refugian,
será lugar de cañas y juncos.
8 Y habrá allí calzada y camino,
el cual será llamado Camino de Santidad.
No pasará por allí ningún impuro,
sino que él mismo estará con ellos.
El que ande por este camino,
por torpe que sea, no se extraviará.
9 No habrá allí león,
ni fieras subirán por él ni allí se encontrarán,
para que caminen los redimidos.
10 Y los redimidos por Jehová
volverán a Sión con alegría;
y habrá gozo perpetuo sobre sus cabezas.
Tendrán gozo y alegría,
y huirán la tristeza y el gemido.
Jehová consuela a Sión
Is. 40.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «¡Consolad, consolad a mi pueblo!»,
dice vuestro Dios.
2 Hablad al corazón de Jerusalén;
decidle a voces
que su tiempo es ya cumplido,
que su pecado está perdonado,
que doble ha recibido de la mano de Jehová
por todos sus pecados.
3 Voz que clama en el desierto:
«¡Preparad un camino a Jehová;
nivelad una calzada
en la estepa a nuestro Dios!
4 ¡Todo valle sea alzado
y bájese todo monte y collado!
¡Que lo torcido se enderece
y lo áspero se allane!
5 Entonces se manifestará la gloria de Jehová
y toda carne juntamente la verá,
porque la boca de Jehová ha hablado».
6 Voz que decía: «¡Da voces!».
Y yo respondí: «¿Qué tengo que decir a voces?».
«Que toda carne es hierba
y toda su gloria como la flor del campo.
7 La hierba se seca y la flor se marchita,
porque el viento de Jehová sopla en ella.
¡Ciertamente como hierba es el pueblo!
8 La hierba se seca y se marchita la flor,
mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre».
9 Súbete sobre un monte alto,
anunciadora de Sión;
levanta con fuerza tu voz,
anunciadora de Jerusalén.
¡Levántala sin temor!
Di a las ciudades de Judá:
«¡Ved aquí al Dios vuestro!».
10 He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder,
y su brazo dominará;
he aquí que su recompensa viene con él
y su paga delante de su rostro.
11 Como pastor apacentará su rebaño.
En su brazo llevará los corderos,
junto a su pecho los llevará;
y pastoreará con ternura a las recién paridas.
Julio 22
El incomparable Dios de Israel
Is. 40.12-31 DHH NIV NBD NVI LBLA
12 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano
y los cielos con su palmo,
con tres dedos juntó el polvo de la tierra,
y pesó los montes con balanza
y con pesas los collados?
13 ¿Quién examinó al espíritu de Jehová
o le aconsejó y enseño?
14 ¿A quién pidió consejo para poder discernir?
¿Quién le enseñó el camino del juicio
o le dio conocimiento
o le mostró la senda de la prudencia?
15 He aquí que las naciones son para él
como la gota de agua que cae del cubo,
y como polvo menudo en las balanzas
le son estimadas.
He aquí que las islas le son como polvo
que se desvanece.
16 Ni el Líbano bastará para el fuego,
ni todos sus animales para el sacrificio.
17 Como nada son todas las naciones delante de él;
para él cuentan menos que nada,
menos que lo que no es.
18 ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios
o qué imagen le compondréis?
19 El artífice prepara la imagen de talla,
el platero le extiende el oro
y le funde cadenas de plata.
20 El pobre escoge,
para ofrecerle,
madera que no se apolille;
se busca un maestro sabio,
que le haga una imagen de talla que no se mueva.
21 ¿No sabéis? ¿No habéis oído?
¿No os lo han dicho desde el principio?
¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?
22 Él está sentado sobre el círculo de la tierra,
cuyos moradores son como langostas;
él extiende los cielos como una cortina,
los despliega como una tienda para morar.
23 Él convierte en nada a los poderosos,
y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana.
24 Como si nunca hubieran sido plantados,
como si nunca hubieran sido sembrados,
como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra;
tan pronto como sopla en ellos, se secan,
y el torbellino los lleva como hojarasca.
25 ¿A qué, pues, me haréis semejante
o me compararéis? dice el Santo.
26 Levantad en alto vuestros ojos
y mirad quién creó estas cosas;
él saca y cuenta su ejército;
a todas llama por sus nombres
y ninguna faltará.
¡Tal es la grandeza de su fuerza y el poder de su dominio!
27 ¿Por qué dices, Jacob,
y hablas tú, Israel:
«Mi camino está escondido de Jehová,
y de mi Dios pasó mi juicio»?
28 ¿No has sabido, no has oído
que el Dios eterno es Jehová,
el cual creó los confines de la tierra?
No desfallece ni se fatiga con cansancio,
y su entendimiento no hay quien lo alcance.
29 Él da esfuerzo al cansado
y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
30 Los muchachos se fatigan y se cansan,
los jóvenes flaquean y caen;
31 mas los que esperan en Jehová
tendrán nuevas fuerzas,
levantarán alas como las águilas,
correrán y no se cansarán,
caminarán y no se fatigarán.
Seguridad de Dios para Israel
Is. 41.1-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Escuchadme, costas,
y esfuércense los pueblos;
acérquense, y entonces hablen;
vengamos juntos a juicio.
2 ¿Quién despertó del oriente al justo,
lo llamó para que lo siguiera,
entregó delante de él naciones
y le hizo enseñorearse de reyes?
¿Quién los volvió con su espada como polvo,
como paja arrebatada por su arco?
3 Los siguió, pasó en paz
por camino por donde sus pies nunca habían entrado.
4 ¿Quién hizo y realizó esto?
¿Quién llama las generaciones desde el principio?
Yo Jehová, soy el primero,
y yo mismo seré con los últimos.
5 Las costas vieron y tuvieron temor;
los confines de la tierra se espantaron;
se congregaron y vinieron.
6 Cada cual ayuda a su vecino
y dice a su hermano: «¡Esfuérzate!».
7 El carpintero anima al platero
y el que alisa con martillo al que bate en el yunque,
diciéndole: «¡Bien está la soldadura!».
Y luego lo afirman con clavos
para que no se mueva.
8 Pero tú, Israel, siervo mío eres;
tú, Jacob, a quien yo escogí,
descendencia de Abraham, mi amigo.
9 Porque te tomé de los confines de la tierra,
de tierras lejanas te llamé
y te dije: «Mi siervo eres tú;
te escogí y no te deseché.
10 No temas, porque yo estoy contigo;
no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo;
siempre te ayudaré,
siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
11 He aquí que todos los que se enojan contra ti
serán avergonzados y confundidos;
serán como nada y perecerán
los que contienden contigo.
12 Buscarás a los que tienen contienda contigo
y no los hallarás;
serán como nada, como cosa que no existe,
aquellos que te hacen la guerra.
13 Porque yo Jehová soy tu Dios,
quien te sostiene de tu mano derecha
y te dice: “No temas, yo te ayudo”.
14 »¡No temas, gusanito de Jacob;
vosotros, los poquitos de Israel!
Yo soy tu socorro,
dice Jehová;
el Santo de Israel es tu Redentor.
15 He aquí que yo te he puesto por trillo,
por trillo nuevo, lleno de dientes;
trillarás montes y los molerás,
y collados reducirás a tamo.
16 Los aventarás y se los llevará el viento;
los esparcirá el torbellino;
pero tú te regocijarás en Jehová,
te gloriarás en el Santo de Israel.
17 »Los afligidos y necesitados buscan las aguas,
pero no las encuentran;
seca está de sed su lengua.
Yo, Jehová, los oiré;
yo, el Dios de Israel, no los desampararé.
18 En las alturas abriré ríos
y fuentes en medio de los valles;
abriré en el desierto estanques de aguas
y manantiales de aguas en la tierra seca.
19 Haré crecer en la estepa cedros,
acacias, arrayanes y olivos;
pondré en la tierra árida cipreses,
olmos y bojes juntamente,
20 para que vean y conozcan,
y adviertan y entiendan todos
que la mano de Jehová hace esto,
que el Santo de Israel lo ha creado».
Dios reta a los falsos dioses
Is. 41.21-29 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 «Alegad por vuestra causa», dice Jehová;
«presentad vuestras pruebas», dice el Rey de Jacob.
22 Que se acerquen y nos anuncien
lo que ha de venir:
que nos digan lo que ha pasado
desde el principio
y pondremos nuestro corazón en ello;
y sepamos también su final.
¡Hacednos entender lo que ha de venir!
23 Dadnos noticias de lo que ha de ser después,
para que sepamos que vosotros sois dioses.
A lo menos haced algo, sea bueno o malo,
para que tengamos algo que contar
y, al propio tiempo, nos maravillemos.
24 He aquí que vosotros sois nada,
y vuestras obras, vanidad;
abominación es el que os escoge.
25 Del norte levanté a uno, y vendrá;
de donde nace el sol invocará mi nombre,
y pisoteará príncipes como a lodo,
como pisa el barro el alfarero.
26 ¿Quién lo anunció desde el principio,
para que lo sepamos;
o de tiempo atrás, para que digamos: «Es justo»?
Cierto, no hay quien lo anuncie;
sí, no hay quien lo enseñe.
Ciertamente, no hay quien oiga vuestras palabras.
27 Yo soy el primero que he enseñado estas cosas a Sión,
y a Jerusalén daré un mensajero de alegres noticias.
28 Miré, pero no había ninguno;
les pregunté por estas cosas,
pero ningún consejero hubo;
les pregunté, pero no respondieron palabra.
29 He aquí, todos son vanidad
y sus obras no son nada.
¡Viento y vanidad son sus imágenes fundidas!
El Siervo de Jehová
Is. 42.1-9 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Este es mi siervo, yo lo sostendré;
mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento.
He puesto sobre él mi espíritu;
él traerá justicia a las naciones.
2 No gritará, no alzará su voz
ni la hará oir en las calles.
3 No quebrará la caña cascada
ni apagará el pábilo que se extingue:
por medio de la verdad traerá la justicia.
4 No se cansará ni desmayará,
hasta que establezca en la tierra la justicia.
Las costas esperarán su ley».
5 Así dice Jehová, Dios,
Creador de los cielos y el que los despliega;
el que extiende la tierra y sus productos;
el que da aliento al pueblo que mora en ella
y espíritu a los que por ella caminan:
6 «Yo, Jehová, te he llamado en justicia
y te sostendré por la mano;
te guardaré y te pondré por pacto al pueblo,
por luz de las naciones,
7 para que abras los ojos de los ciegos,
para que saques de la cárcel a los presos
y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
8 ¡Yo, Jehová, este es mi nombre!
A ningún otro daré mi gloria,
ni a los ídolos mi alabanza.
9 He aquí, ya se cumplieron las cosas primeras
y yo anuncio cosas nuevas;
antes que salgan a luz,
yo os las haré saber».
Alabanza por la liberación poderosa de Jehová
Is. 42.10-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
10 Cantad a Jehová un nuevo cántico,
su alabanza desde el extremo de la tierra;
los que descendéis al mar y cuanto hay en él,
las costas y sus moradores.
11 Alcen la voz el desierto y sus ciudades,
las aldeas donde habita Cedar;
canten los moradores de Sela;
desde la cumbre de los montes
den voces de júbilo.
12 Den gloria a Jehová
y anuncien sus loores en las costas.
13 Jehová saldrá como un gigante
y como el de un guerrero despertará su celo;
gritará, dará su grito de guerra,
prevalecerá sobre sus enemigos.
14 Desde el siglo he callado,
he guardado silencio, me he contenido;
pero ahora daré voces como la que está de parto,
y a la vez asolaré y devoraré.
15 Convertiré en soledad montes y collados,
haré secar toda su hierba;
los ríos tornaré en islas
y secaré los estanques.
16 Guiaré a los ciegos por un camino que no conocían;
los haré andar por sendas que no habían conocido.
Delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz
y lo escabroso en llanura.
Estas cosas les haré
y no los desampararé.
17 Serán vueltos atrás y en extremo confundidos
los que confían en ídolos
y dicen a las imágenes de fundición:
«Vosotros sois nuestros dioses».
Israel no aprende
Is. 42.18-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 «Sordos, oíd,
y vosotros, ciegos, mirad para ver.
19 ¿Quién es ciego, sino mi siervo?
¿Quién es tan sordo como mi mensajero que envié?
¿Quién es tan ciego como mi escogido,
tan ciego como el siervo de Jehová,
20 que ve muchas cosas y no advierte,
que abre los oídos y no oye?
21 Jehová se complació por amor de su justicia
en magnificar la Ley y engrandecerla.
22 Mas este es un pueblo saqueado y pisoteado,
todos ellos atrapados en cavernas
y escondidos en cárceles.
Son puestos para despojo, y no hay quien los libre;
son despojados, y no hay quien diga: “¡Restituid!”».
23 ¿Quién de vosotros oirá esto?
¿Quién atenderá y escuchará respecto al porvenir?
24 ¿Quién dio a Jacob en botín
y entregó a Israel a saqueadores?
¿No fue Jehová, contra quien pecamos?
No quisieron andar en sus caminos
ni escucharon su Ley.
25 Por tanto, derramó sobre él el ardor de su ira
y la violencia de la guerra;
le prendió fuego por todas partes,
pero no entendió;
lo incendió, mas no hizo caso.
Jehová, único Redentor
Is. 43.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, Jacob,
y Formador tuyo, Israel:
«No temas, porque yo te redimí;
te puse nombre, mío eres tú.
2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo;
y si por los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás
ni la llama arderá en ti.
3 Porque yo, Jehová, Dios tuyo,
el Santo de Israel, soy tu Salvador;
a Egipto he dado por tu rescate,
a Etiopía y a Seba a cambio de ti.
4 Porque a mis ojos eres de gran estima,
eres honorable y yo te he amado;
daré, pues, hombres a cambio de ti
y naciones a cambio de tu vida.
5 No temas, porque yo estoy contigo;
del oriente traeré tu descendencia
y del occidente te recogeré.
6 Diré al norte: «¡Da acá!»,
y al sur: «¡No los retengas;
trae de lejos a mis hijos,
y a mis hijas de los confines de la tierra,
7 a todos los llamados de mi nombre,
que para gloria mía los he creado,
los formé y los hice!».
Israel como testigo
Is. 43.8-28 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 Sacad al pueblo ciego que tiene ojos
y a los sordos que tienen oídos.
9 Congréguense a una todas las naciones
y júntense todos los pueblos.
¿Quién de ellos hay que nos dé noticias de esto
y que nos haga oir las cosas primeras?
Presenten sus testigos y justifíquense;
oigan y digan: «Verdad es».
10 «Vosotros sois mis testigos,
dice Jehová,
y mi siervo que yo escogí,
para que me conozcáis y creáis
y entendáis que yo mismo soy;
antes de mí no fue formado dios
ni lo será después de mí.
11 Yo, yo soy Jehová,
y fuera de mí no hay quien salve.
12 Yo anuncié y salvé, hice oir
y no hubo entre vosotros dios ajeno.
Vosotros, pues, sois mis testigos,
dice Jehová,
que yo soy Dios.
13 Aun antes que hubiera día, yo era,
y no hay quien de mis manos libre.
Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?».
14 Así dice Jehová,
Redentor vuestro, el Santo de Israel:
«Por vosotros envié a Babilonia
e hice descender como fugitivos a todos ellos,
aun a los caldeos en las naves de que se gloriaban.
15 Yo, Jehová, Santo vuestro,
Creador de Israel, vuestro Rey.
16 Así dice Jehová,
el que abre camino en el mar
y senda en las aguas impetuosas;
17 el que saca carro y caballo,
ejército y fuerza;
caen juntamente para no levantarse;
se extinguen, como pábilo son apagados.
18 No os acordéis de las cosas pasadas
ni traigáis a la memoria las cosas antiguas.
19 He aquí que yo hago cosa nueva;
pronto saldrá a luz, ¿no la conoceréis?
Otra vez abriré camino en el desierto
y ríos en la tierra estéril.
20 Las fieras del campo me honrarán,
los chacales y los pollos del avestruz;
porque daré aguas en el desierto,
ríos en la tierra estéril,
para que beba mi pueblo, mi escogido.
21 Este pueblo he creado para mí;
mis alabanzas publicará.
22 »Y no me invocaste a mí, Jacob,
sino que de mí te cansaste, Israel.
23 No me trajiste los animales de tus holocaustos
ni me honraste con tus sacrificios;
no te hice servir con ofrenda
ni te hice fatigar con incienso.
24 No compraste para mí caña aromática
por dinero ni me saciaste con la grasa de tus sacrificios,
sino que pusiste sobre mí la carga de tus pecados,
me fatigaste con tus maldades.
25 »Yo, yo soy quien borro tus rebeliones
por amor de mí mismo,
y no me acordaré de tus pecados.
26 Hazme recordar, entremos juntos a juicio.
¡Habla tú para justificarte!
27 Tu primer padre pecó
y tus enseñadores se rebelaron contra mí.
28 Por tanto, yo profané a los príncipes del santuario,
entregué a maldición a Jacob
y por ultraje a Israel.
Julio 23
Jehová, único Dios
Is. 44.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 »Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío,
Israel, a quien yo escogí:
2 Así dice Jehová, Hacedor tuyo
y el que te formó desde el vientre,
el cual te ayudará:
No temas, siervo mío Jacob,
tú, Jesurún, a quien yo escogí.
3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal,
ríos sobre la tierra seca.
Mi espíritu derramaré sobre tu descendencia,
y mi bendición sobre tus renuevos;
4 y brotarán entre la hierba,
como los sauces junto a las riberas de las aguas.
5 Este dirá: “Yo soy de Jehová”.
Otro se pondrá por nombre Jacob,
y otro escribirá con su mano:
“A Jehová”,
y se apellidará con el nombre de Israel.
6 »Así dice Jehová, Rey de Israel
y su Redentor, Jehová de los ejércitos:
Yo soy el primero y yo soy el último,
y fuera de mí no hay Dios.
7 ¿Y quién proclamará lo venidero,
lo declarará y lo pondrá en orden delante de mí,
como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo?
¡Que les anuncien lo que viene,
lo que está por venir!
8 No temáis ni os amedrentéis.
?No te lo hice oir desde la antigüedad y te lo dije¿
Luego vosotros sois mis testigos.
¡No hay Dios sino yo!
¡No hay Roca, no conozco ninguna!».
La insensatez de la idolatría
Is. 44.9-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 Los que modelan imágenes de talla, todos ellos son nada, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos, para su confusión, son testigos de que los ídolos no ven ni entienden.10 ¿Quién fabrica un dios o quién funde una imagen que para nada es de provecho?11 Todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son seres humanos. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán y serán a una avergonzados.
12 El herrero toma la tenaza, trabaja en las brasas, le da forma con los martillos y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya.
13 El carpintero tiende la regla, lo diseña con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de un hermoso hombre, para tenerlo en casa.14 Corta cedros, toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta un pino, para que crezca con la lluvia.15 De él se sirve luego el hombre para quemar, toma de ellos para calentarse; enciende también el horno y cuece panes; hace además un dios y lo adora; fabrica un ídolo y se arrodilla delante de él.
16 Una parte del leño la quema en el fuego; con ella prepara un asado de carne, lo come y se sacia. Después se calienta y dice: «¡Ah, me he calentado con este fuego!».17 Del sobrante hace un dios (un ídolo suyo), se postra delante de él, lo adora y le ruega diciendo: «¡Líbrame, porque tú eres mi dios!».
18 No saben ni entienden, porque cerrados están sus ojos para no ver y su corazón para no entender.19 No reflexiona para sí, no tiene conocimiento ni entendimiento para decir: «Parte de esto quemé en el fuego, sobre sus brasas cocí pan, asé carne y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol?».20 De ceniza se alimenta; su corazón engañado lo desvía, para que no libre su alma ni diga: «¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?».
Jehová, Redentor de Israel
Is. 44.21-28 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 «Acuérdate de estas cosas, Jacob,
porque mi siervo eres, Israel.
Yo te formé, siervo mío eres tú.
¡Israel, no me olvides!
22 Yo deshice como a una nube tus rebeliones
y como a una niebla tus pecados;
vuélvete a mí, porque yo te redimí».
23 Cantad loores, cielos, porque Jehová lo hizo;
gritad con júbilo, profundidades de la tierra.
Prorrumpid, montes, en alabanza,
y el bosque y todo árbol que hay en él,
porque Jehová redimió a Jacob
y en Israel será glorificado.
24 Así dice Jehová, tu Redentor,
que te formó desde el vientre:
«Yo Jehová, que lo hago todo,
que despliego yo solo los cielos,
que extiendo la tierra por mí mismo;
25 que deshago las señales de los adivinos
y enloquezco a los agoreros;
que hago volver atrás a los sabios
y desvanezco su sabiduría.
26 Yo soy el que despierta la palabra de su siervo
y lleva a cabo el plan de sus mensajeros;
el que dice a Jerusalén: “Serás habitada”,
y a las ciudades de Judá: “Serán reconstruidas
y reedificaré sus ruinas”.
27 Yo soy el que dice a las profundidades: “¡Secaos!
¡Yo haré secar tus ríos!”.
28 Yo soy el que dice de Ciro: “Es mi pastor
y cumplirá todo lo que yo quiero,
al decir a Jerusalén: ‘Serás edificada’,
y al Templo: ‘Serán puestos tus cimientos’ ”».
Encargo de Dios para Ciro
Is. 45.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Así dice Jehová a su ungido,
a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha
para sujetar naciones delante de él
y desatar lomos de reyes;
para abrir puertas delante de él,
puertas que no se cerrarán:
2 Yo iré delante de ti
y enderezaré los lugares torcidos;
quebrantaré puertas de bronce
y haré pedazos cerrojos de hierro.
3 Te daré los tesoros escondidos
y los secretos muy guardados,
para que sepas que yo soy Jehová,
el Dios de Israel,
que te pongo nombre.
4 Por amor de mi siervo Jacob,
de Israel, mi escogido,
te llamé por tu nombre;
te puse un nombre insigne,
aunque no me has conocido.
5 Yo soy Jehová y no hay ningún otro.
No hay Dios fuera de mí.
Yo te ceñiré,
aunque tú no me has conocido,
6 para que se sepa
desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
que no hay más que yo.
Yo soy Jehová, y no hay ningún otro.
7 Yo formo la luz y creo las tinieblas,
hago la paz y creo la adversidad.
Solo yo, Jehová, soy el que hago todo esto.
Jehová el Creador
Is. 45.8-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 »Rociad, cielos, desde arriba,
y las nubes destilen la justicia;
ábrase la tierra y prodúzcanse la salvación y la justicia;
háganse brotar juntamente.
Yo, Jehová, lo he creado.
9 »¡Ay del que, no siendo más que un tiesto
como cualquier tiesto de la tierra,
pleitea con su Hacedor!
¿Dirá el barro al que lo modela: “¿Qué haces?”,
o: “Tu obra, ¿no tiene manos?”?
10 ¡Ay del que dice al padre:
“¿Por qué engendraste?”,
y a la mujer: “¿Por qué diste a luz?”!».
11 Así dice Jehová,
el Santo de Israel, el que lo formó:
«Preguntadme de las cosas por venir;
mandadme acerca de mis hijos
y acerca de la obra de mis manos.
12 Yo hice la tierra y creé sobre ella al ser humano.
Yo, mis manos, desplegaron los cielos
y pongo en orden todo su ejército.
13 Yo lo desperté en justicia
y enderezaré todos sus caminos;
él edificará mi ciudad
y soltará a mis cautivos;
no por precio ni por dones»,
dice Jehová de los ejércitos.
14 Así dice Jehová:
«El trabajo de Egipto, las mercaderías de Etiopía
y los sabeos, hombres de elevada estatura,
se pasarán a ti y serán tuyos;
irán en pos de ti, pasarán encadenados,
te harán reverencia y te suplicarán diciendo:
“Ciertamente en ti está Dios,
y no hay otro fuera de Dios.
15 Verdaderamente tú eres Dios que te ocultas,
Dios de Israel, que salvas”.
16 Avergonzados y afrentados serán todos ellos;
afrentados irán todos los que fabrican imágenes.
17 Israel será salvo en Jehová
con salvación eterna;
nunca jamás os avergonzaréis ni seréis afrentados».
18 Porque así dice Jehová,
que creó los cielos.
Él es Dios,
el que formó la tierra,
el que la hizo y la compuso.
No la creó en vano,
sino para que fuera habitada la creó:
«Yo soy Jehová y no hay otro.
19 No hablé en secreto,
en un lugar oscuro de la tierra;
no dije a la descendencia de Jacob:
“En vano me buscáis”.
Yo soy Jehová, que hablo justicia,
que anuncio rectitud.
Jehová y los ídolos de Babilonia
Is. 45.20-46.13 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 »¡Reuníos y venid!
¡Acercáos todos los sobrevivientes de entre las naciones!
No tienen conocimiento aquellos que erigen su ídolo de madera,
y los que ruegan a un dios que no salva.
21 Declarad, exponed pruebas
y entrad todos en consulta.
¿Quién hizo oir esto desde el principio
y lo tiene dicho desde entonces,
sino yo, Jehová?
Y no hay más Dios que yo,
Dios justo y salvador.
No hay otro fuera de mí.
22 »¡Mirad a mí y sed salvos,
todos los términos de la tierra,
porque yo soy Dios, y no hay otro!
23 Por mí mismo hice juramento,
de mi boca salió palabra en justicia
y no será revocada:
“Que ante mí se doblará toda rodilla
y jurará toda lengua”.
24 Y de mí se dirá: “Ciertamente en Jehová
está la justicia y la fuerza”.
A él vendrán,
y todos los que contra él se enardecen
serán avergonzados.
25 En Jehová será justificada y se gloriará
toda la descendencia de Israel».
1 ¡Se ha postrado Bel,
se abatió Nebo!
Sus imágenes fueron puestas
sobre bestias, sobre animales de carga,
esas cosas que vosotros solíais llevar
son puestas cual una carga sobre las bestias cansadas.
2 Fueron humillados, se derrumbaron juntos;
no pudieron escaparse de la carga,
sino que ellos mismos tuvieron que ir en cautiverio.
3 «Oídme, casa de Jacob
y todo el resto de la casa de Israel,
los que yo he traído desde el vientre,
los que habéis sido llevados desde la matriz.
4 Hasta vuestra vejez yo seré el mismo
y hasta vuestras canas os sostendré.
Yo, el que hice, yo os llevaré,
os sostendré y os guardaré.
5 ¿A quién me asemejáis,
me igualáis y me comparáis,
para que seamos semejantes?
6 Sacan oro de la bolsa
y pesan plata con balanzas;
contratan a un platero para que de ello haga un dios,
y se postran y lo adoran.
7 Luego se lo echan sobre los hombros,
lo llevan y lo colocan en su lugar;
allí se está, sin moverse de su sitio.
Le gritan, pero tampoco responde
ni libra de la tribulación.
8 »Acordaos de esto y avergonzaos.
¡Volved en vosotros, rebeldes!
9 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos,
porque yo soy Dios; y no hay otro Dios,
ni nada hay semejante a mí,
10 que anuncio lo por venir desde el principio,
y desde la antigüedad lo que aún no era hecho;
que digo: “Mi plan permanecerá
y haré todo lo que quiero;
11 que llamo desde el oriente al ave
y de tierra lejana al hombre de mi plan.
Yo hablé, y lo haré venir;
lo he pensado, y también lo llevaré a cabo”.
12 Oídme, duros de corazón,
los que estáis lejos de la justicia:
13 “Haré que se acerque mi justicia;
no se alejará,
y mi salvación no se detendrá.
Pondré salvación en Sión
y mi gloria en Israel”».
Juicio sobre Babilonia
Is. 47.1-15 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Baja y siéntate en el polvo,
virgen, hija de Babilonia.
Siéntate en la tierra, sin trono,
hija de los caldeos,
porque nunca más te llamarán
tierna y delicada.
2 Toma el molino y muele harina;
quítate el velo, levanta tus faldas,
desnuda tus piernas,
pasa los ríos.
3 Será expuesta tu desnudez, serán vistas tus vergüenzas.
Haré retribución y no habrá quien se libre»,
4 dice nuestro Redentor:
Jehová de los ejércitos es su nombre,
el Santo de Israel.
5 «Siéntate, calla y entra en las tinieblas,
hija de los caldeos,
porque nunca más te llamarán
“soberana de reinos”».
6 «Me enojé contra mi pueblo,
profané mi heredad
y los entregué en tus manos;
no les tuviste compasión;
sobre el anciano
agravaste sobremanera tu yugo.
7 Dijiste: “Para siempre seré señora”,
pero no has pensado en esto
ni te has acordado de tu final.
8 Oye, pues, ahora esto, mujer voluptuosa,
tú que estás sentada confiadamente,
tú que dices en tu corazón:
“Yo soy y fuera de mí no hay otra;
no quedaré viuda ni conoceré orfandad”.
9 Estas dos cosas te vendrán
de repente, en un mismo día:
orfandad y viudez.
Con toda su fuerza vendrán sobre ti,
a pesar de la multitud de tus hechizos
y de tus muchos encantamientos.
10 Porque te confiaste en tu maldad,
diciendo: “Nadie me ve”.
Tu sabiduría y tu misma ciencia
te engañaron,
y dijiste en tu corazón:
“Yo, y nadie más”.
11 Vendrá, pues, sobre ti
un mal cuyo origen no conocerás;
caerá sobre ti un quebrantamiento
que no podrás evitar.
Una destrucción que no podías suponer
vendrá de repente sobre ti.
12 »Persiste ahora en tus encantamientos
y en la multitud de tus hechizos,
en los cuales te fatigaste desde tu juventud.
¡Quizá podrás mejorarte!
¡Quizá te fortalecerás!
13 Te has fatigado en tus muchos consejos.
Comparezcan ahora y te defiendan
los contempladores de los cielos,
los que observan las estrellas,
los que cuentan los meses,
para pronosticar lo que vendrá sobre ti.
14 He aquí que serán como el tamo;
el fuego los quemará,
no salvarán sus vidas
del poder de la llama;
no quedará brasa para calentarse
ni lumbre a la que arrimarse.
15 Así te serán aquellos con quienes te fatigaste,
los que traficaron contigo desde tu juventud;
cada uno irá por su camino,
no habrá quien te salve».
Julio 24
Dios reprende la infidelidad de Israel
Is. 48.1-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Oíd esto, casa de Jacob,
que os llamáis del nombre de Israel,
los que salieron de las aguas de Judá,
los que juran en el nombre de Jehová
y hacen memoria del Dios de Israel,
mas no en verdad ni en justicia.
2 Sin embargo,
de la santa ciudad se nombran
y confían en el Dios de Israel,
cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.
3 «Lo que pasó, ya antes lo dije,
de mi boca salió; lo publiqué,
lo hice pronto, y fue realidad.
4 Por cuanto sé que eres duro,
que una barra de hierro es tu cerviz,
y tu frente de bronce,
5 por eso te lo dije ya hace tiempo;
antes que sucediera te lo advertí,
para que no dijeras: “Mi ídolo lo hizo,
mis imágenes de escultura y de fundición
mandaron estas cosas”.
6 Lo oíste y lo viste todo,
¿y no lo anunciaréis vosotros?
Ahora, pues, te he hecho oir cosas nuevas
y ocultas que tú no sabías.
7 Ahora han sido creadas, no en días pasados,
ni antes de este día las habías oído,
para que no digas: “He aquí que yo lo sabía”.
8 Sí, nunca lo habías oído ni nunca lo habías sabido.
Ciertamente no se abrió antes tu oído,
porque sabía que siendo desleal
habías de desobedecer;
por tanto te llamé “rebelde” desde el vientre.
9 »Por amor de mi nombre contendré mi ira,
y para alabanza mía la reprimiré
para no destruirte.
10 He aquí te he purificado, y no como a plata;
te he escogido en horno de aflicción.
11 Por mí, por amor de mí mismo lo haré,
para que no sea profanado mi nombre,
y mi honra no la daré a otro.
12 »Óyeme, Jacob,
y tú, Israel, a quien llamé:
Yo mismo, yo el primero
y yo también el último.
13 Mi mano fundó también la tierra;
mi mano derecha midió los cielos con el palmo.
Al llamarlos yo,
comparecieron juntos.
14 Juntaos todos vosotros y oíd.
¿Quién hay entre ellos que anuncie estas cosas?
Aquel a quien Jehová amó
ejecutará su voluntad en Babilonia,
y su brazo estará sobre los caldeos.
15 Yo, yo hablé, y lo llamé
y lo traje; por tanto, será prosperado su camino.
16 Acercaos a mí, oíd esto:
desde el principio no hablé en secreto;
desde que eso se hizo, allí estaba yo».
Y ahora me envió Jehová el Señor, y su espíritu.
17 Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo,
el Santo de Israel:
«Yo soy Jehová, Dios tuyo,
que te enseña para tu provecho,
que te encamina por el camino que debes seguir.
18 ¡Si hubieras atendido a mis mandamientos!
Fuera entonces tu paz como un río
y tu justicia como las olas del mar.
19 Fuera como la arena tu descendencia,
y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena;
nunca su nombre sería eliminado
ni borrado de mi presencia.
20 »¡Salid de Babilonia!
¡Huid de entre los caldeos!
¡Anunciadlo con voz de alegría,
publicadlo, llevad la noticia
hasta lo último de la tierra!
Decid: “¡Redimió Jehová
a Jacob su siervo!”».
21 No tuvieron sed
cuando los llevó por los desiertos;
les hizo brotar agua de la piedra;
abrió la peña y corrieron las aguas.
22 «¡No hay paz para los malos!»,
ha dicho Jehová.
Israel, siervo de Jehová
Is. 49.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Oídme, costas,
y escuchad, pueblos lejanos:
Jehová me llamó desde el vientre;
desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.
2 Y puso mi boca como espada afilada,
me cubrió con la sombra de su mano.
Me puso por saeta aguda,
me guardó en su aljaba.
3 Me dijo: «Mi siervo eres, Israel,
porque en ti me gloriaré».
4 Pero yo dije: «Por demás he trabajado;
en vano y sin provecho he agotado mis fuerzas.
Pero mi causa está delante de Jehová,
y mi recompensa con mi Dios».
5 Ahora pues, Jehová,
el que me formó desde el vientre
para ser su siervo,
para hacer volver a él a Jacob
y para congregarle a Israel
(porque estimado seré en los ojos de Jehová
y el Dios mío será mi fuerza),
6 él dice: «Poco es para mí que solo seas mi siervo
para levantar las tribus de Jacob
y restaurar el resto de Israel;
también te he dado por luz de las naciones,
para que seas mi salvación
hasta lo último de la tierra».
7 Así ha dicho Jehová,
Redentor de Israel, el Santo suyo,
al menospreciado de alma,
al abominado de las naciones,
al siervo de los tiranos:
«Lo verán reyes, se levantarán príncipes
y adorarán por causa de Jehová, porque fiel
es el Santo de Israel, el cual te escogió».
Dios promete restaurar a Sión
Is. 49.8-26 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 Así dijo Jehová:
«En tiempo favorable te oí,
en el día de salvación te ayudé.
Te guardaré
y te daré por pacto al pueblo,
para que restaures la tierra,
para que heredes asoladas heredades;
9 para que digas a los presos: “¡Salid!”,
y a los que están en tinieblas: “¡Mostraos!”.
En los caminos serán apacentados
y en todas las alturas tendrán sus pastos.
10 »No tendrán hambre ni sed,
ni el calor ni el sol los afligirá;
porque el que tiene de ellos misericordia los guiará
y los conducirá a manantiales de aguas.
11 Convertiré en camino todos mis montes
y mis calzadas serán niveladas.
12 »He aquí, estos vendrán de lejos:
unos del norte y del occidente,
y otros de la tierra de Sinim.
13 ¡Cantad, cielos, alabanzas,
y alégrate, tierra!
¡Montes, prorrumpid en alabanzas,
porque Jehová ha consolado a su pueblo
y de sus pobres tendrá misericordia!».
14 Pero Sión ha dicho: «Me dejó Jehová,
el Señor se olvidó de mí».
15 «¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz,
para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?
¡Aunque ella lo olvide,
yo nunca me olvidaré de ti!
16 He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida;
delante de mí están siempre tus muros.
17 Tus edificadores vendrán aprisa;
tus destructores y asoladores se marcharán.
18 Alza tus ojos alrededor, y mira:
todos estos se han reunido, han venido a ti.
»Vivo yo, dice Jehová,
que de todos, como de vestidura de honra,
serás vestida;
y de ellos serás adornada como una novia.
19 Porque tu tierra devastada,
arruinada y desierta,
ahora será estrecha por la multitud de los moradores,
y tus destructores serán apartados lejos.
20 Aun los hijos de tu orfandad
dirán a tus oídos:
“Estrecho es para mí este lugar;
apártate, para que yo viva en él”.
21 Y dirás en tu corazón:
“¿Quién me engendró a estos?,
porque yo había sido privada de hijos y estaba sola,
peregrina y desterrada.
¿Quién, pues, crió a estos?
He aquí, yo había quedado sola,
¿dónde, pues, estaban estos?”».
22 Así dijo Jehová el Señor:
«He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones
y a los pueblos levantaré mi bandera;
traerán en brazos a tus hijos
y tus hijas serán traídas en hombros.
23 Reyes serán tus ayos y sus reinas, tus nodrizas;
con el rostro inclinado a tierra se postrarán ante ti
y lamerán el polvo de tus pies.
Conocerás entonces que yo soy Jehová
y que no se avergonzarán los que esperan en mí.
24 ¿Será quitado el botín al valiente?
¿Será rescatado el que es cautivo de un tirano?».
25 Pero así dice Jehová:
«Quizás el cautivo sea rescatado del valiente
y el botín sea arrebatado al tirano,
pero yo defenderé tu pleito
y salvaré a tus hijos.
26 Y a los que te despojaron haré comer sus propias carnes,
y con su sangre serán embriagados como con vino.
Entonces todos sabrán
que yo, Jehová, soy tu Salvador
y tu Redentor, el Fuerte de Jacob».
Jehová ayuda a quienes confían en él
Is. 50.1-11 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Así dijo Jehová:
«¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre,
con la cual yo la repudié?
¿O quiénes son mis acreedores,
a quienes yo os he vendido?
He aquí que por vuestras maldades habéis sido vendidos
y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre.
2 ¿Por qué cuando vine no hallé a nadie
y cuando llamé nadie respondió?
¿Acaso se ha acortado mi mano para no poderos rescatar?
¿No tengo yo poder para librar?
He aquí que con mi reprensión hago secar el mar,
convierto los ríos en desierto,
y sus peces se pudren por falta de agua
y mueren de sed.
3 Visto de oscuridad los cielos
y les pongo saco por cubierta».
4 Jehová el Señor me dio
lengua de sabios,
para saber hablar palabras al cansado;
despertará mañana tras mañana,
despertará mi oído
para que escuche como los sabios.
5 Jehová, el Señor, me abrió el oído,
y yo no fui rebelde
ni me volví atrás.
6 Di mi cuerpo a los heridores
y mis mejillas a los que me mesaban la barba;
no aparté mi rostro de injurias y de esputos.
7 Porque Jehová, el Señor, me ayuda,
no me avergoncé;
por eso he puesto mi rostro como un pedernal,
y sé que no seré avergonzado.
8 Muy cerca de mí está el que me salva:
¿quién contenderá conmigo?
¡Juntémonos!
¿Quién es el adversario de mi causa?
¡Acérquese a mí!
9 He aquí que Jehová el Señor me ayudará:
¿quién podrá condenarme?
He aquí que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir,
serán comidos por la polilla.
10 ¿Quién de entre vosotros teme a Jehová
y escucha la voz de su siervo?
El que anda en tinieblas
y carece de luz,
confíe en el nombre de Jehová
y apóyese en su Dios.
11 He aquí que todos vosotros encendéis fuego,
os rodeáis de teas:
pues andad a la luz de vuestro fuego
y de las teas que encendisteis.
De mi mano os vendrá esto:
en dolor seréis sepultados.
Palabras de consuelo para Sión
Is. 51.1-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «Oídme, los que seguís la justicia,
los que buscáis a Jehová.
Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados,
al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados.
2 Mirad a Abraham, vuestro padre,
y a Sara, que os dio a luz;
porque cuando no era más que uno solo,
lo llamé, lo bendije y lo multipliqué.
3 Ciertamente consolará Jehová a Sión;
consolará todas sus ruinas.
Cambiará su desierto en un edén
y su tierra estéril en huerto de Jehová;
se hallará en ella alegría y gozo,
alabanzas y cánticos.
4 »Estad atentos a mí, pueblo mío,
y oídme, nación mía;
porque de mí saldrá la Ley,
y mi justicia para luz de los pueblos.
5 Muy cerca está mi justicia,
ya ha salido mi salvación
y mis brazos juzgarán a los pueblos.
En mí esperan los de la costa;
en mi brazo ponen su esperanza.
6 Alzad a los cielos vuestros ojos
y mirad abajo, a la tierra;
porque los cielos se desvanecerán como el humo
y la tierra se envejecerá como un vestido.
De la misma manera perecerán sus moradores;
pero mi salvación será para siempre,
mi justicia no perecerá.
7 Oídme, los que conocéis justicia,
pueblo en cuyo corazón está mi Ley.
No temáis afrenta de hombres
ni desmayéis por sus ultrajes.
8 Porque como a un vestido los comerá la polilla,
como a la lana los comerá el gusano;
pero mi justicia permanecerá perpetuamente
y mi salvación por generación y generación».
9 ¡Despiértate, despiértate,
vístete de poder, brazo de Jehová!
¡Despiértate como en el tiempo antiguo,
en los siglos pasados!
¿No eres tú el que despedazó a Rahab,
el que hirió al dragón?
10 ¿No eres tú el que secó el mar,
las aguas del gran abismo,
el que transformó en camino las profundidades del mar
para que pasaran los redimidos?
11 Ciertamente volverán los redimidos de Jehová;
volverán a Sión cantando
y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas.
Tendrán gozo y alegría,
y huirán el dolor y el gemido.
12 «Yo, yo soy vuestro consolador.
¿Quién eres tú para que tengas temor de los mortales
y de los hijos de los hombres, que son como el heno?
13 ¿Ya te has olvidado de Jehová, tu Hacedor,
que extendió los cielos y fundó la tierra?
Todo el día, sin cesar, has temido
el furor del que aflige,
cuando se dispone a destruir.
¿Pero dónde está el furor del que aflige?
14 El preso agobiado será libertado pronto;
no morirá en la mazmorra ni le faltará su pan.
15 »Yo Jehová,
que agito el mar y hago rugir sus olas,
soy tu Dios,
y mi nombre es Jehová de los ejércitos.
16 En tu boca he puesto mis palabras
y con la sombra de mi mano te cubrí,
extendiendo los cielos, echando los cimientos de la tierra
y diciendo a Sión: “Pueblo mío eres tú”».
17 ¡Despierta, despierta,
levántate, Jerusalén,
que bebiste de la mano de Jehová
la copa de su ira!
Porque la copa de aturdimiento
bebiste hasta los posos.
18 De todos los hijos que dio a luz,
no hay quien la guíe;
ni quien la tome de la mano,
de todos los hijos que crió.
19 Estas dos cosas te han acontecido:
asolamiento y quebrantamiento,
hambre y espada.
¿Quién se compadece de ti?
¿Quién te consolará?
20 Tus hijos desmayaron, estuvieron tendidos
en las encrucijadas de todos los caminos,
como un antílope en la red,
llenos de la indignación de Jehová,
de la ira del Dios tuyo.
21 Ahora, pues, oye esto, afligida,
ebria, pero no de vino:
22 Así dijo Jehová, tu Señor y tu Dios,
el cual aboga por su pueblo:
«He aquí he quitado de tu mano
la copa de aturdimiento,
los posos de la copa de mi ira.
Nunca más la beberás.
23 Yo la pondré en manos de tus angustiadores,
que dijeron a tu alma:
“Inclínate, y pasaremos por encima de ti”.
Y tú pusiste tu espalda como suelo,
como camino, para que pasaran».
Julio 25
Dios librará a Sión del cautiverio
Is. 52.1-12 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 ¡Despierta, despierta,
vístete de poder, Sión!
¡Vístete tu ropa hermosa,
Jerusalén, ciudad santa,
porque nunca más vendrá a ti
incircunciso ni inmundo!
2 Sacúdete el polvo;
levántate y siéntate, Jerusalén;
suelta las ataduras de tu cuello,
cautiva hija de Sión.
3 Porque así dice Jehová:
«De balde fuisteis vendidos;
por tanto, sin dinero seréis rescatados».
4 Porque así dijo Jehová el Señor:
«Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado,
para morar allá,
y el asirio lo cautivó sin razón».
5 Y ahora Jehová dice:
«¿Qué hago aquí,
ya que mi pueblo es llevado injustamente?
¡Los que de él se enseñorean lo hacen aullar,
y continuamente blasfeman contra mi nombre todo el día!»,
dice Jehová.
6 «Por tanto, mi pueblo conocerá mi nombre en aquel día,
porque yo mismo que hablo,
he aquí estaré presente».
7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes
los pies del que trae alegres nuevas,
del que anuncia la paz,
del que trae nuevas del bien,
del que publica salvación,
del que dice a Sión: «¡Tu Dios reina!»!
8 «¡Voz de tus atalayas!» Alzarán la voz;
a una voz gritarán de júbilo,
porque con sus propios ojos verán
que Jehová vuelve a traer a Sión.
9 ¡Cantad alabanzas, alegraos juntas,
ruinas de Jerusalén,
porque Jehová ha consolado a su pueblo,
ha redimido a Jerusalén!
10 Jehová desnudó su santo brazo
ante los ojos de todas las naciones,
y todos los confines de la tierra
verán la salvación del Dios nuestro.
11 ¡Apartaos, apartaos, salid de ahí,
no toquéis cosa inmunda!
¡Salid de en medio de ella,
purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová!
12 Porque no saldréis apresurados
ni iréis huyendo,
porque Jehová irá delante de vosotros,
y vuestra retaguardia será el Dios de Israel.
Sufrimientos del Siervo de Jehová
Is. 52.13-53.12 DHH NIV NBD NVI LBLA
13 He aquí que mi siervo será prosperado,
será engrandecido y exaltado,
será puesto muy en alto.
14 Como se asombraron de ti muchos
(pues de tal manera estaba desfigurada su apariencia,
que su aspecto no parecía el de un ser humano),
15 así asombrará él a muchas naciones.
Los reyes cerrarán ante él la boca,
porque verán lo que nunca les fue contado
y entenderán lo que jamás habían oído.
1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio
y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?
2 Subirá cual renuevo delante de él,
como raíz de tierra seca.
No hay hermosura en él, ni esplendor;
lo veremos, mas sin atractivo alguno para que lo apreciemos.
3 Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en sufrimiento;
y como que escondimos de él el rostro,
fue menospreciado y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades
y sufrió nuestros dolores,
¡pero nosotros lo tuvimos por azotado,
como herido y afligido por Dios!
5 Mas él fue herido por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados.
Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo,
y por sus llagas fuimos nosotros curados.
6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
cada cual se apartó por su camino;
mas Jehová cargó en él
el pecado de todos nosotros.
7 Angustiado él, y afligido,
no abrió su boca;
como un cordero fue llevado al matadero;
como una oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, no abrió su boca.
8 Por medio de violencia y de juicio fue quitado;
y su generación, ¿quién la contará?
Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes,
y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
9 Se dispuso con los impíos su sepultura,
mas con los ricos fue en su muerte.
Aunque nunca hizo maldad
ni hubo engaño en su boca,
10 Jehová quiso quebrantarlo,
sujetándolo a padecimiento.
Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado,
verá descendencia, vivirá por largos días
y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11 Verá el fruto de la aflicción de su alma
y quedará satisfecho;
por su conocimiento justificará
mi siervo justo a muchos,
y llevará sobre sí las iniquidades de ellos.
12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes,
y con los poderosos repartirá el botín;
por cuanto derramó su vida hasta la muerte,
y fue contado con los pecadores,
habiendo él llevado el pecado de muchos
y orado por los transgresores.
El amor eterno de Jehová hacia Israel
Is. 54.1-10 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «¡Regocíjate, estéril,
la que no daba a luz!
¡Eleva una canción y da voces de júbilo,
la que nunca estuvo de parto!,
porque más son los hijos de la desamparada
que los de la casada»,
ha dicho Jehová.
2 «Ensancha el sitio de tu tienda
y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas;
no seas apocada;
alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas.
3 Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda;
tu descendencia heredará naciones
y habitará las ciudades asoladas.
4 No temas, pues no serás confundida;
no te avergüences, porque no serás afrentada,
sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud
y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.
5 Porque tu marido es tu Hacedor
(“Jehová de los ejércitos” es su nombre).
Él es tu Redentor, el Santo de Israel,
el que será llamado “Dios de toda la tierra”.
6 Porque como a una mujer abandonada y triste de espíritu
te llamó Jehová,
como a la esposa de la juventud
que es repudiada,
dice el Dios tuyo.
7 “Por un breve momento te abandoné,
pero te recogeré con grandes misericordias.
8 Con un poco de ira
escondí mi rostro de ti por un momento;
pero con misericordia eterna tendré compasión de ti”»,
dice Jehová, tu Redentor.
9 «Porque esto me será como en los días de Noé,
cuando juré que nunca más las aguas de Noé
pasarían sobre la tierra.
Asimismo he jurado que no me enojaré contra ti
ni te reñiré.
10 Porque los montes se moverán
y los collados temblarán,
pero no se apartará de ti mi misericordia
ni el pacto de mi paz se romperá»,
dice Jehová, el que tiene misericordia de ti.
La nueva Jerusalén
Is. 54.11-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
11 «¡Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo!
He aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo
y sobre zafiros te fundaré.
12 Tus ventanas haré de piedras preciosas;
tus puertas, de piedras de carbunclo,
y toda tu muralla, de piedras preciosas.
13 Todos tus hijos serán enseñados por Jehová,
y se multiplicará la paz de tus hijos.
14 Con justicia serás adornada;
estarás lejos de la opresión, porque no temerás,
y lejos del temor, porque no se acercará a ti.
15 Si alguno conspira contra ti, lo hará sin mi apoyo.
El que contra ti conspire, delante de ti caerá.
16 Yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego
y saca la herramienta para su obra;
y también yo he creado al destructor para que destruya.
17 Ninguna arma forjada contra ti,
prosperará,
y tú condenarás toda lengua que se levante contra ti en el juicio.
Esta es la herencia de los siervos de Jehová:
su salvación de mí vendrá»,
dice Jehová.
Misericordia gratuita para todos
Is. 55.1-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «¡Venid, todos los sedientos, venid a las aguas!
Aunque no tengáis dinero, ¡venid,
comprad y comed!
¡Venid, comprad sin dinero y sin pagar, vino y leche!
2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan
y vuestro trabajo en lo que no sacia?
¡Oídme atentamente: comed de lo mejor
y se deleitará vuestra alma con manjares!
3 Inclinad vuestro oído y venid a mí;
escuchad y vivirá vuestra alma.
Haré con vosotros un pacto eterno,
las misericordias firmes a David.
4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos,
por jefe y por maestro a las naciones.
5 He aquí, llamarás a gente que no conociste
y gentes que no te conocieron correrán a ti
por causa de Jehová, tu Dios,
y del Santo de Israel, que te ha honrado.
6 »¡Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano!
7 Deje el impío su camino
y el hombre inicuo sus pensamientos,
y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia,
al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos
ni vuestros caminos mis caminos»,
dice Jehová.
9 «Como son más altos los cielos que la tierra,
así son mis caminos más altos que vuestros caminos
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
10 »Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve,
y no vuelve allá, sino que riega la tierra
y la hace germinar y producir,
y da semilla al que siembra
y pan al que come,
11 así será mi palabra que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo quiero
y será prosperada en aquello para lo cual la envié.
12 »Porque con alegría saldréis
y con paz regresaréis.
Los montes y los collados
levantarán canción delante de vosotros,
y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.
13 En lugar de la zarza crecerá ciprés,
y en lugar de la ortiga crecerá arrayán;
y será a Jehová por nombre,
por señal eterna que nunca será borrada».
Profecía contra Etiopía
Is. 18.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 ¡Ay de la tierra del zumbido de alas,
la que está tras los ríos de Etiopía,
2 la que envía mensajeros por el mar,
en naves de junco sobre las aguas!
Id, mensajeros veloces,
a la nación de elevada estatura y piel brillante,
al pueblo siempre temible,
de gente fuerte y conquistadora,
cuya tierra es surcada por ríos.
3 Vosotros, todos los moradores del mundo
y habitantes de la tierra,
cuando se levante bandera en los montes,
mirad;
y cuando se toque trompeta,
escuchad,
4 porque Jehová me dijo así:
«Me estaré quieto y los miraré desde mi morada,
como el sol claro después de la lluvia,
como la nube de rocío en el calor de la siega.
5 Porque antes de la siega,
cuando el fruto sea perfecto y pasada
la flor, se maduren los frutos,
entonces podará con podaderas las ramitas,
y cortará y quitará las ramas.
6 Y serán dejados
todos para las aves de los montes
y para las bestias de la tierra;
sobre ellos tendrán el verano las aves,
e invernarán todas las bestias de la tierra».
7 En aquel tiempo será traída ofrenda
a Jehová de los ejércitos,
de parte del pueblo de elevada estatura y piel brillante,
del pueblo siempre temible,
de gente fuerte y conquistadora,
cuya tierra es surcada por ríos.
Será traída al lugar del nombre de Jehová
de los ejércitos, al monte Sión.
Profecía contra Egipto
Is. 19.1-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
«He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube
y entrará en Egipto.
Los ídolos de Egipto temblarán delante de él,
y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos.
2 Levantaré a egipcios contra egipcios
y cada uno peleará contra su hermano,
cada uno contra su prójimo;
ciudad contra ciudad
y reino contra reino.
3 El espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él,
y destruiré sus planes.
Entonces consultarán a sus imágenes, a sus hechiceros,
a sus evocadores y a sus adivinos.
4 Entregaré a Egipto
en manos de un amo duro,
y un rey violento se enseñoreará de ellos»,
dice el Señor, Jehová de los ejércitos.
5 Las aguas del mar faltarán,
y el río se agotará y se secará.
6 Se alejarán los ríos,
se agotarán y secarán las zanjas;
la caña y el junco serán cortados.
7 Las praderas junto al río,
junto a las riberas del río,
y toda sementera del río se secarán,
se perderán y no serán más.
8 Los pescadores también se entristecerán;
harán duelo todos los que arrojan el anzuelo al río
y desfallecerán los que lanzan la red sobre las aguas.
9 Los que trabajan el lino fino
y los que tejen redes serán confundidos,
10 porque todas sus redes serán rotas,
y se afligirán todos los que hacen viveros para peces.
11 Ciertamente son necios los príncipes de Zoán;
los planes de los prudentes consejeros del faraón
se ha desvanecido.
¿Cómo diréis al faraón: «Yo soy hijo de los sabios
e hijo de los reyes antiguos?».
12 ¿Dónde están ahora tus sabios?
Que te digan ahora, que te hagan saber
qué es lo que Jehová de los ejércitos
ha determinado sobre Egipto.
13 Se han desvanecido los príncipes de Zoán,
se han engañado los príncipes de Menfis;
engañaron a Egipto
los que son la piedra angular de sus familias.
14 Jehová mezcló un espíritu de vértigo
en medio de él,
y extraviaron a Egipto en toda su obra,
como tambalea el ebrio cuando vomita.
15 Y no aprovechará a Egipto
cosa que haga la cabeza o la cola,
la rama o el junco.
16 En aquel día los egipcios serán como mujeres, porque temblarán llenos de miedo ante la presencia de la mano amenazante de Jehová de los ejércitos, que él levantará contra ellos.17 Y la tierra de Judá será un espanto para Egipto; todo hombre que de ella se acuerde, temerá por causa del plan que Jehová de los ejércitos preparó contra él.18 En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Canaán y que juren por Jehová de los ejércitos; una será llamada la ciudad de Herez.
19 En aquel tiempo habrá un altar para Jehová en medio de la tierra de Egipto y un monumento a Jehová junto a su frontera.20 Será por señal y por testimonio a Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto, porque clamarán a Jehová a causa de sus opresores, y él les enviará un salvador y defensor que los libre.21 Jehová se dará a conocer a Egipto, y los de Egipto conocerán a Jehová en aquel día. Harán sacrificio y oblación; harán votos a Jehová y los cumplirán.22 Y herirá Jehová a Egipto: lo herirá y lo sanará. Ellos se convertirán a Jehová y él les será clemente y los sanará.
23 En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto hasta Asiria, y entrarán asirios en Egipto y egipcios en Asiria; y los egipcios y los asirios servirán juntos a Jehová.
24 En aquel tiempo, Israel será tercero con Egipto y con Asiria, para bendición en medio de la tierra.25 porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: «Bendito sea Egipto, pueblo mío; y Asiria, obra de mis manos; e Israel, mi heredad».
Asiria conquistará Egipto y Etiopía
Is. 20.1-6 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En el año en que vino el jefe de los ejércitos a Asdod, cuando lo envió Sargón, rey de Asiria, y peleó contra Asdod y la tomó,2 en aquel tiempo habló Jehová por medio de Isaías hijo de Amoz, diciendo: «Ve, quita la ropa áspera de tus caderas y descalza las sandalias de tus pies». Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo.
3 Y dijo Jehová: «De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años, como señal y pronóstico sobre Egipto y sobre Etiopía,4 así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y a los deportados de Etiopía; a jóvenes y a ancianos, desnudos, descalzos y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto.5 Y se turbarán y avergonzarán de Etiopía, su esperanza, y de Egipto, su gloria.6 Y dirá en aquel día el morador de esta costa: “¡Mirad qué fue de nuestra esperanza, a la que nos acogimos buscando socorro para librarnos de la presencia del rey de Asiria! Y ahora, ¿cómo escaparemos nosotros?”».
Julio 26
Advertencias y promesas a Jerusalén
Is. 28.7-29 DHH NIV NBD NVI LBLA
7 Pero también estos erraron por el vino
y por la sidra se entontecieron;
el sacerdote y el profeta erraron por la sidra,
fueron trastornados por el vino;
se aturdieron con la sidra,
erraron en la visión,
titubearon en el juicio.
8 Porque toda mesa está llena
de vómito y suciedad,
hasta no quedar lugar limpio.
9 ¿A quién se habrá de instruir?
o ¿a quién se hará entender la doctrina?
¿A los destetados?
¿A los recién destetados?
10 Porque mandamiento tras mandamiento,
mandato sobre mandato,
renglón tras renglón,
línea tras línea,
un poquito aquí, un poquito allá,
11 porque en lengua de tartamudos,
en lenguaje extraño,
hablará a este pueblo.
12 A ellos dijo: «Este es el reposo;
dad reposo al cansado.
Este es el alivio»,
mas no quisieron escuchar.
13 La palabra, pues, de Jehová les será
mandamiento tras mandamiento,
mandato tras mandato,
renglón tras renglón,
línea tras línea,
un poquito aquí, un poquito allá;
hasta que vayan y caigan de espaldas,
y sean quebrantados, atrapados y aprisionados.
14 Por tanto, señores burladores
que gobernáis a este pueblo
que está en Jerusalén,
oíd la palabra de Jehová.
15 Vosotros habéis dicho:
«Hemos hecho un pacto con la muerte;
un convenio hicimos con el seol.
Cuando pase el torrente del azote,
no llegará a nosotros,
porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira
y en la falsedad nos esconderemos».
16 Por eso, Jehová, el Señor, dice así:
«He aquí que yo he puesto en Sión
por fundamento una piedra,
piedra probada,
angular, preciosa,
de cimiento estable.
El que crea, no se apresure.
17 Ajustaré el juicio a cordel,
y a nivel la justicia.
El granizo barrerá el refugio de la mentira
y las aguas inundarán el escondrijo.
18 Y será anulado vuestro pacto con la muerte
y vuestro convenio con el seol no será firme;
cuando pase el torrente del azote,
seréis por él pisoteados.
19 Luego que comience a pasar,
él os arrebatará,
porque de mañana en mañana pasará,
de día y de noche;
y será ciertamente un espanto el entender lo oído.
20 La cama será corta para poder estirarse
y la manta estrecha para poder envolverse.
21 Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim,
como en el valle de Gabaón se enojará;
para hacer su obra, su extraña obra,
y para hacer su trabajo, su extraño trabajo.
22 Ahora, pues, no os burléis,
para que no se aprieten más vuestras ataduras;
porque destrucción ya determinada
sobre todo el país
he oído del Señor,
Jehová de los ejércitos.
23 Estad atentos y oíd mi voz;
atended y oíd mi dicho:
24 El que ara para sembrar,
¿arará todo el día?
¿Sólo romperá y quebrará los terrones de la tierra?
25 Cuando ya ha preparado su superficie,
¿no esparce el eneldo, siembra el comino,
pone el trigo en hileras,
la cebada en el lugar señalado
y la avena en su borde apropiado?
26 Porque su Dios lo instruye
y le enseña lo recto:
27 que el eneldo no se trilla con trillo,
ni sobre el comino se pasa rueda de carreta;
sino que con un palo se sacude el eneldo,
y el comino con una vara.
28 El grano se trilla;
pero no lo trillará por siempre,
ni lo aplasta con la rueda de su carreta,
ni lo tritura con los dientes de su trillo.
29 ¡También esto salió de Jehová de los ejércitos,
para hacer maravilloso el consejo
y engrandecer su sabiduría!
Ariel y sus enemigos
Is. 29.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 ¡Ay de Ariel, de Ariel,
la ciudad donde acampó David!
Añadid un año a otro,
y que las fiestas sigan su curso.
2 Mas yo pondré a Ariel en aprietos,
y habrá desconsuelo y tristeza.
Será para mí un “ariel”.
3 Porque acamparé contra ti,
a tu alrededor;
te sitiaré con máquinas de asedio
y levantaré contra ti baluartes.
4 Entonces serás derribada
y hablarás desde la tierra.
Tu habla saldrá del polvo;
tu voz, desde la tierra, será como la de un fantasma,
y tu habla susurrará desde el polvo.
5 La muchedumbre de tus enemigos
será como polvo menudo
y la multitud de los fuertes
como tamo que pasa.
Acontecerá repentinamente,
en un momento.
6 Por Jehová de los ejércitos serás visitada
con truenos, con terremotos y con gran ruido,
con torbellino y tempestad, y con llama de fuego consumidor.
7 Y será como un sueño de visión nocturna
la multitud de todas las naciones
que pelean contra Ariel,
y todos los que pelean contra ella y su fortaleza,
y los que la ponen en aprietos.
8 Les sucederá como al que tiene hambre y sueña:
le parece que come,
pero cuando despierta su estómago está vacío;
o como al que tiene sed y sueña:
le parece que bebe,
pero cuando despierta se halla cansado y sediento.
Así será la multitud de todas las naciones
que pelean contra el monte Sión.
Ceguera e hipocresía de Israel
Is. 29.9-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 ¡Deteneos y maravillaos;
ofuscaos y cegaos!
¡Embriagaos, pero no de vino;
tambaleaos, pero no por sidra!
10 Porque Jehová derramó sobre vosotros
un espíritu de sopor,
cerró los ojos de vuestros profetas
y puso un velo sobre las cabezas de vuestros videntes.
11 Y os será toda visión
como las palabras de un libro sellado,
el cual, si lo dan al que sabe leer,
y le dicen: «Lee ahora esto»,
él dirá: «No puedo,
porque está sellado».
12 Y si se da el libro al que no sabe leer,
diciéndole: «Lee ahora esto»,
él dirá: «No sé leer».
13 Dice, pues, el Señor:
«Porque este pueblo se acerca a mí con su boca
y con sus labios me honra,
pero su corazón está lejos de mí
y su temor de mí
no es más que un mandamiento de hombres
que les ha sido enseñado;
14 por eso, he aquí que nuevamente
excitaré yo la admiración de este pueblo
con un prodigio grande y espantoso,
porque perecerá la sabiduría de sus sabios
y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.
15 ¡Ay de los que se esconden de Jehová
encubriendo sus planes,
y sus obras las hacen en tinieblas,
y dicen: «¿Quién nos ve, y quién nos conoce?».
16 Vuestra perversidad ciertamente
será reputada como barro de alfarero.
¿Acaso la obra dirá de su hacedor:
«No me hizo»?
¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado:
«No entiende»?
Redención de Israel
Is. 29.17-24 DHH NIV NBD NVI LBLA
17 ¿No se convertirá, de aquí a muy poco tiempo,
el Líbano en un campo fértil,
y el campo fértil parecerá un bosque?
18 En aquel tiempo los sordos oirán
las palabras del libro
y los ojos de los ciegos verán
en medio de la oscuridad y de las tinieblas.
19 Entonces los humildes
volverán a alegrarse en Jehová,
y aun los más pobres de los hombres
se gozarán en el Santo de Israel.
20 Porque el violento se habrá acabado
y el escarnecedor será exterminado.
Serán destruidos todos los que se desvelan
por hacer iniquidad,
21 los que hacen pecar al hombre en palabra,
los que arman trampa al que reprende en la puerta
y pervierten la causa del justo con falsedad.
22 Por tanto, Jehová,
que redimió a Abraham,
dice así a la casa de Jacob:
«No será ahora avergonzado Jacob
ni su rostro empalidecerá,
23 porque verá a sus hijos,
que al considerar la obra de mis manos en medio de ellos,
santificarán mi nombre.
Santificarán al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel.
24 Y los extraviados de espíritu aprenderán inteligencia
y los murmuradores aprenderán la lección.
Inutilidad de confiar en Egipto
Is. 30.1-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 ¡Ay de los hijos que se apartan,
dice Jehová,
para tomar consejo, y no de mí;
para cobijarse con cubierta,
y no de mi espíritu,
añadiendo pecado a pecado!
2 Se apartan para descender a Egipto
pero no me han consultado.
Quieren fortalecerse con la fuerza del faraón,
y ponen su esperanza en el amparo de Egipto.
3 Pero la fuerza del faraón se os cambiará en vergüenza
y la protección a la sombra de Egipto, en confusión.
4 Cuando estén sus jefes en Zoán
y sus embajadores lleguen a Hanes,
5 todos se avergonzarán
de un pueblo que no les sirve de nada,
ni los socorre ni les trae provecho alguno;
antes les será para vergüenza y aun para deshonra.
6 Profecía sobre las bestias del Neguev:
Por tierra de tribulación y angustia,
de donde salen la leona y el león,
la víbora y la serpiente que vuela,
llevan sobre lomos de asnos sus riquezas
y sus tesoros sobre jorobas de camellos.
Las llevan a un pueblo que no les será de provecho alguno.
7 Ciertamente, la ayuda de Egipto será vana e inútil.
Por eso yo le he dado voces,
que su fortaleza sería estarse quietos.
8 Ve, pues, ahora, y escribe esta visión
en una tabla en presencia de ellos,
y regístrala en un libro,
para que quede hasta el día postrero,
eternamente y para siempre.
9 Porque este pueblo es rebelde,
son hijos mentirosos,
hijos que no quisieron oir
la ley de Jehová;
10 que dicen a los videntes:
«No tengáis visiones»,
y a los profetas:
«No nos profeticéis la verdad,
sino decidnos cosas halagüeñas,
profetizad mentiras;
11 dejad el camino,
apartaos de la senda,
quitad de nuestra presencia
al Santo de Israel».
12 Por tanto, el Santo de Israel dice así:
«Porque desechasteis esta palabra
y confiasteis en la violencia y en la iniquidad,
y en ellas os habéis apoyado,
13 por eso, este pecado os será
como grieta que amenaza ruina,
extendiéndose en una pared elevada,
cuya caída viene de pronto,
repentinamente.
14 Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero,
que sin misericordia lo hacen pedazos;
tanto, que entre los pedazos no se halla un cascote
que sirva para traer fuego del hogar
o para sacar agua del pozo».
15 Porque así dijo Jehová, el Señor, el Santo de Israel:
«En la conversión y en el reposo
seréis salvos;
en la quietud y en confianza
estará vuestra fortaleza».
Pero no quisisteis,
16 sino que dijisteis: «No, antes huiremos en caballos»;
por tanto, vosotros huiréis.
«Sobre corceles veloces cabalgaremos»;
por tanto, serán veloces vuestros perseguidores.
17 Un millar huirá ante la amenaza de uno;
ante la amenaza de cinco, huiréis vosotros todos,
hasta que quedéis como un mástil
en la cumbre de un monte
y como una bandera sobre una colina.
Promesa de la gracia de Dios a Israel
Is. 30.18-26 DHH NIV NBD NVI LBLA
18 Sin embargo, Jehová esperará para tener piedad de vosotros. A pesar de todo, será exaltado y tendrá de vosotros misericordia, porque Jehová es Dios justo. ¡Bienaventurados todos los que confían en él!
19 Ciertamente, pueblo de Sión, que moras en Jerusalén, nunca más llorarás, pues el que tiene misericordia se apiadará de ti y te responderá al oir la voz de tu clamor.20 Aunque el Señor os dará pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros.21 Entonces tus oídos oirán detrás de ti la palabra que diga: «Este es el camino, andad por él y no echéis a la mano derecha, ni tampoco os desviéis a la mano izquierda».22 Tendrás por impura la plata que recubre tus esculturas, y el oro que reviste tus imágenes fundidas. Los apartarás como a un trapo asqueroso y les dirás: «¡Salid de aquí!».23 Y dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan abundante y sustancioso como fruto de la tierra. Tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en extensos pastizales.24 Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba.25 Y sobre todo monte alto y sobre todo collado elevado habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres.26 La luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día cuando vende Jehová la herida de su pueblo y cure la llaga que le causó.
El juicio de Jehová sobre Asiria
Is. 30.27-33 DHH NIV NBD NVI LBLA
27 ¡He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos!
Su rostro viene encendido con llamas de fuego devorador;
sus labios, llenos de ira y su lengua como fuego que consume.
28 Su aliento, cual torrente que inunda,
llegará hasta el cuello,
para zarandear a las naciones con criba de destrucción;
y el freno estará en las quijadas de los pueblos,
haciéndolos errar.
29 Vuestros cánticos resonarán
como en la noche en que se celebra la Pascua,
y tendréis alegría de corazón,
como la del que al son de flauta
viene al monte de Jehová,
al Fuerte de Israel.
30 Y Jehová hará oir su potente voz
y hará ver cómo descarga su brazo,
con furor en su rostro y llama de fuego consumidor,
con torbellino, tempestad y piedras de granizo.
31 Porque Asiria, que hirió con vara,
con la voz de Jehová será quebrantada.
32 Cada golpe de la vara justiciera
que descargue Jehová sobre él,
será con panderos y con arpas;
y en batalla tumultuosa peleará contra ellos.
33 Porque el Tofet
ya de tiempo está dispuesto
y preparado para el rey.
Foso profundo y ancho,
con pira de fuego y mucha leña.
El soplo de Jehová,
como torrente de azufre,
lo encenderá.
Julio 27
Los egipcios, hombres y no dioses
Is. 31.1-9 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 ¡Ay de los que descienden a Egipto en busca de ayuda,
confían en los caballos
y ponen su esperanza en los carros,
porque son muchos,
y en los jinetes, porque son valientes;
pero no miran al Santo de Israel
ni buscan a Jehová!
2 Pero él también es sabio,
traerá el mal y no retirará sus palabras.
Se levantará, pues, contra la casa de los malignos
y contra el auxilio de los que hacen iniquidad.
3 Los egipcios son hombres y no Dios;
sus caballos, carne y no espíritu;
de manera que al extender Jehová su mano,
caerá el ayudador
y caerá el ayudado.
Todos ellos desfallecerán a una.
4 Jehová me habló de esta manera:
«Como al león
o al cachorro de león que ruge sobre la presa
no lo espantan las voces
de una cuadrilla de pastores que se reúne contra él,
ni se acobarda por el tropel de ellos,
así Jehová de los ejércitos descenderá a pelear
sobre el monte Sión y sobre su collado.
5 Como las aves que vuelan,
así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén,
amparando, librando, preservando y salvando».
6 ¡Volved a aquel
contra quien se rebelaron gravemente
los hijos de Israel!
7 Porque en aquel día
arrojará el hombre sus ídolos de plata y sus ídolos de oro,
que para vosotros han hecho vuestras manos pecadoras.
8 Entonces caerá Asiria por espada no de varón;
la consumirá espada no de hombre.
Y aun si escapa de la presencia de la espada,
sus jóvenes serán tributarios.
9 De miedo huirá su fortaleza
y sus príncipes, con pavor,
dejarán sus banderas,
dice Jehová,
cuyo fuego está en Sión
y su horno en Jerusalén.
Sebna, sustituido por Eliaquim
Is. 22.15-25 DHH NIV NBD NVI LBLA
15 Jehová de los ejércitos dice así:
«Ve a encontrarte con este tesorero,
con Sebna el mayordomo, y dile:
16 “¿Qué tienes tú aquí o a quién tienes aquí,
que labraste aquí un sepulcro para ti,
como el que en lugar alto labra su sepultura
o el que esculpe para sí una morada en la roca?
17 He aquí que Jehová te transportará en duro cautiverio,
y de cierto te cubrirá el rostro.
18 Te echará a rodar con ímpetu,
como a una bola por tierra extensa;
allá morirás
y allá estarán los carros de tu gloria,
¡vergüenza de la casa de tu señor!
19 Te arrojaré de tu lugar
y de tu puesto te empujaré.
20 »En aquel día llamaré a mi siervo
Eliaquim, hijo de Hilcías.
21 Lo vestiré con tus vestiduras,
lo ceñiré con tu talabarte
y entregaré en sus manos tu autoridad;
y él será un padre para el morador de Jerusalén
y para la casa de Judá.
22 Y pondré la llave de la casa de David
sobre su hombro:
él abrirá y nadie cerrará,
cerrará y nadie abrirá.
23 Lo hincaré como un clavo
en lugar firme y será motivo de honra
para la casa de su padre.
24 Colgarán de él
toda la honra de la casa de su padre,
los hijos y los nietos,
todos los vasos menores,
desde las tazas
hasta toda clase de jarros.
25 »Aquel día, dice Jehová de los ejércitos,
el clavo hincado en lugar firme será quitado;
será quebrado y caerá.
Y la carga que sobre él se puso se echará a perder;
porque Jehová ha hablado”».
Senaquerib invade a Judá
2 R. 18.13-16 DHH NIV NBD NVI LBLA
13 A los catorce años del rey Ezequías subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá y las tomó.14 Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a decir al rey de Asiria que estaba en Laquis: «He pecado; retírate de mi país y aceptaré todo lo que me impongas».
El rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, trescientos talentos de plata, y treinta talentos de oro.15 Entregó, por tanto, Ezequías toda la plata que había en la casa de Jehová y en los tesoros de la casa real.16 En aquella ocasión Ezequías quitó el oro de las puertas del templo de Jehová y de los quiciales que el mismo rey Ezequías había recubierto de oro, y lo dio al rey de Asiria.
2 Cr. 32.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib, rey de los asirios, invadió a Judá y acampó contra las ciudades fortificadas con la intención de conquistarlas.
Is. 36.1 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Aconteció en el año catorce del rey Ezequías, que Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y las tomó.
El rey Ezequías exhorta al pueblo
2 Cr. 32.2-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 Al ver Ezequías que Senaquerib había llegado con la intención de combatir a Jerusalén,3 consultó con sus príncipes y sus hombres valientes y les propuso cegar las fuentes de agua que estaban fuera de la ciudad; y ellos lo apoyaron.4 Entonces se reunió mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: «¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vengan?».
5 Con ánimo resuelto edificó luego Ezequías todos los muros caídos, e hizo alzar las torres y otro muro por fuera; fortificó además a Milo, en la Ciudad de David, y también hizo muchas espadas y escudos.6 Puso capitanes de guerra sobre el pueblo, los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y les habló al corazón, diciendo:7 «Esforzaos y animaos; no temáis ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.8 Con él está el brazo de carne, pero con nosotros está Jehová, nuestro Dios, para ayudarnos y pelear nuestras batallas». Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías, rey de Judá.
Profecía sobre el valle de la visión
Is. 22.1-14 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Profecía sobre el valle de la visión:
¿Qué tienes ahora,
que con todos los tuyos has subido sobre los terrados?
2 Tú, llena de alborotos,
ciudad turbulenta, ciudad alegre;
tus muertos no son muertos a espada
ni muertos en guerra.
3 Todos tus príncipes juntos huyeron del arco,
fueron atados;
todos los que en ti se hallaron,
fueron atados juntamente,
aunque habían huido lejos.
4 Por esto dije: «Dejadme,
lloraré amargamente;
no os afanéis por consolarme
de la destrucción de la hija de mi pueblo».
5 Porque es día de alboroto,
de angustia y confusión,
de parte del Señor, Jehová de los ejércitos,
en el valle de la visión,
para derribar el muro y clamar al monte.
6 Elam tomó la aljaba,
con carros y con jinetes,
y Kir sacó el escudo.
7 Tus hermosos valles
se llenaron de carros,
y los jinetes acamparon junto a la puerta.
8 Cayeron las defensas de Judá,
y en aquel día miraste
hacia la casa de armas del bosque.
9 Visteis las brechas de la ciudad de David,
que se multiplicaron;
y recogisteis las aguas del estanque de abajo.
10 Contasteis entonces las casas de Jerusalén
y derribasteis casas para fortificar el muro.
11 Hicisteis foso entre los dos muros
para las aguas del estanque viejo;
pero no tuvisteis respeto al que lo hizo,
ni mirasteis al que desde antiguo lo había planeado.
12 Por tanto, el Señor, Jehová de los ejércitos,
llamó en este día a llanto y a lamentación,
a raparse el cabello y a vestir ropas ásperas.
13 Mas hubo gozo y alegría
matando vacas y degollando ovejas,
comiendo carne, bebiendo vino y diciendo:
«¡Comamos y bebamos, porque mañana moriremos!».
14 Esto fue revelado a mis oídos
de parte de Jehová de los ejércitos:
«Este pecado no os será perdonado
hasta que muráis»,
dice el Señor, Jehová de los ejércitos.
Senaquerib trata de intimidar a Ezequías y a su pueblo
2 R. 18.17-37 DHH NIV NBD NVI LBLA
17 Después el rey de Asiria envió contra el rey Ezequías al jefe de los ejércitos, al jefe de los eunucos y al copero mayor, al frente de un gran ejército, y estos subieron de Laquis a Jerusalén para atacarla. Al llegar acamparon junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador.18 Llamaron luego al rey, y salió a encontrarse con ellos Eliaquim hijo de Hilcías, el mayordomo, Sebna, el escriba, y Joa hijo de Asaf, el canciller.19 Y el copero mayor les dijo:
—Decid ahora a Ezequías: Así dice el gran rey de Asiria: “¿Qué confianza es esta en que te apoyas?20 Dices (pero son palabras vacías): ‘Consejo tengo y fuerzas para la guerra’. Pero ¿en qué confías, que te has rebelado contra mí?21 Veo que confías en este bastón de caña astillada, en Egipto, que si uno se apoya en él se le clava y le traspasa la mano. Tal es el faraón, rey de Egipto, para todos los que en él confían.22 Si me decís: ‘Nosotros confiamos en Jehová, nuestro Dios’, ¿no es este aquel cuyos lugares altos y altares ha quitado Ezequías, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: ‘Delante de este altar adoraréis en Jerusalén?’.23 Ahora, pues, te ruego que hagas un trato con mi señor, el rey de Asiria: yo te daré dos mil caballos si tú consigues jinetes para ellos.24 ¿Cómo podrías resistir a un capitán, o al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto, con sus carros y su gente de a caballo?25 ¿Acaso he venido yo ahora a este lugar para destruirlo sin contar con Jehová? Jehová me ha dicho: ‘Sube a esta tierra, y destrúyela’ ”.
26 Entonces Eliaquim hijo de Hilcías, y Sebna y Joa respondieron al copero mayor:
—Te rogamos que hables a tus siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos, y no hables con nosotros en lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre el muro.
27 El copero mayor les dijo:
—¿Acaso me ha enviado mi señor para decir estas palabras a ti y a tu señor, y no a los hombres que están sobre el muro, expuestos a comer su propio estiércol y beber su propia orina con vosotros?
28 Entonces el copero mayor se puso en pie y clamó a gran voz en lengua de Judá: «Oíd la palabra del gran rey, el rey de Asiria.29 Así ha dicho el rey: “No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar de mis manos.30 No os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: ‘Ciertamente nos librará Jehová, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria’ ”.31 No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: “Haced conmigo las paces y rendíos ante mí; que cada uno coma de su vid y de su higuera, y beba cada uno las aguas de su pozo,32 hasta que yo venga y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas, tierra de olivas, de aceite y de miel. Viviréis y no moriréis. No oigáis a Ezequías, porque os engaña cuando dice: ‘Jehová nos librará’.33 ¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de manos del rey de Asiria?34 ¿Dónde está el dios de Hamat y de Arfad? ¿Dónde está el dios de Sefarvaim, de Hena, y de Iva? ¿Pudieron estos dioses librar a Samaria de mis manos?35 ¿Qué dios entre todos los dioses de estas tierras ha librado su tierra de mis manos, para que Jehová libre de mis manos a Jerusalén?”».
36 Pero el pueblo calló y no le respondió ni una palabra, porque el rey había dado una orden que decía: «No le respondáis».37 Entonces el mayordomo Eliaquim hijo de Hilcías, el escriba Sebna, y el canciller Joa hijo de Asaf, fueron a ver a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le contaron las palabras del copero mayor.
Is. 36.2-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
2 El rey de Asiria envió al copero mayor con un gran ejército desde Laquis a Jerusalén contra el rey Ezequías, y acampó junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador.3 Y salió a él Eliaquim hijo de Hilcías, el mayordomo; Sebna, el escriba, y Joa hijo de Asaf, el canciller,4 a los cuales dijo el copero mayor:
—Decid ahora a Ezequías: El gran rey, el rey de Asiria, dice así: “¿Qué confianza es esta en que te apoyas?5 Yo digo que la táctica y el poderío para la guerra, de los que tú hablas, no son más que palabras vacías. Ahora bien, ¿en quién confías para que te rebeles contra mí?6 He aquí que confías en ese bastón de caña astillada, en Egipto, en el cual si alguien se apoya, se le clavará en la mano y se la atravesará. Tal es el faraón, el rey de Egipto, para con todos los que en él confían.7 Y si me decís: ‘En Jehová, nuestro Dios, confiamos’, ¿acaso no es este aquel cuyos lugares altos y cuyos altares hizo quitar Ezequías, y dijo a Judá y a Jerusalén: ‘Delante de este altar adoraréis’?”.8 Ahora, pues, yo te ruego que hagas un trato con el rey de Asiria, mi señor: Yo te daré dos mil caballos, si tú puedes dar jinetes que los monten.9 ¿Cómo, pues, podrás resistir a un capitán, al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto con sus carros y sus jinetes?10 ¿Acaso vine yo ahora a esta tierra para destruirla sin permiso de Jehová? Fue Jehová quien me dijo: “Sube a esta tierra y destrúyela”.
11 Entonces dijeron Eliaquim, Sebna y Joa al copero mayor:
—Te rogamos que hables a tus siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos; y no hables con nosotros en la lengua de Judá, porque lo oye el pueblo que está sobre el muro.
12 Dijo el copero mayor:
—¿Acaso me envió mi señor a que dijera estas palabras a ti y a tu señor, y no a los hombres que están sobre el muro, expuestos a comer su estiércol y beber su orina lo mismo que vosotros?
13 Entonces el copero mayor se puso en pie y gritó a gran voz en la lengua de Judá, diciendo:
—¡Oíd las palabras del gran rey, el rey de Asiria!14 El rey dice así: “No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar.15 Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: ‘Ciertamente Jehová nos librará; no será entregada esta ciudad en manos del rey de Asiria’.16 ¡No escuchéis a Ezequías!, porque así dice el rey de Asiria: ‘Haced conmigo la paz y salid a mí; y coma cada uno de su viña, cada uno de su higuera, y beba cada cual las aguas de su pozo,17 hasta que yo venga y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas’.18 Mirad que no os engañe Ezequías diciendo: ‘Jehová nos librará’. ¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de manos del rey de Asiria?19 ¿Dónde está el dios de Hamat y de Arfad? ¿Dónde está el dios de Sefarvaim? ¿Libraron ellos a Samaria de mis manos?20 ¿Qué dios hay entre los dioses de estas tierras que haya librado su tierra de mis manos, para que Jehová libre de mis manos a Jerusalén?”.
21 Pero ellos callaron, no le respondieron palabra, porque el rey así lo había mandado, diciendo: «No le respondáis».22 Entonces Eliaquim hijo de Hilcías, el mayordomo; Sebna, el escriba, y Joa hijo de Asaf, el canciller, vinieron a Ezequías, rasgados sus vestidos, y le contaron las palabras del copero mayor.
2 Cr. 32.9-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 Después de esto, Senaquerib, rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén para decir a Ezequías, rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén:
10 «Así ha dicho Senaquerib, rey de los asirios: ¿En quién confiáis vosotros al resistir el sitio en Jerusalén?11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a la muerte por hambre y sed, cuando dice: “Jehová, nuestro Dios, nos librará de manos del rey de Asiria”?12 ¿No es Ezequías el mismo que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: “Solo delante de este altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso”?13 ¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho a todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las naciones de esas tierras librar su tierra de mis manos?14 ¿Qué dios hubo de entre todos los dioses de aquellas naciones que destruyeron mis padres, que pudiera salvar a su pueblo de mis manos? ¿Cómo podrá vuestro Dios libraros de mis manos?15 Ahora, pues, no os engañe Ezequías ni os persuada de ese modo, ni le creáis; que si ningún dios de todas aquellas naciones y reinos pudo librar a su pueblo de mis manos y de las manos de mis padres, ¿cuánto menos vuestro Dios os podrá librar de mis manos?».
16 Esto y otras cosas más hablaron sus siervos contra Jehová Dios, y contra su siervo Ezequías.17 Además de esto escribió cartas en que blasfemaba contra Jehová, el Dios de Israel, y hablaba contra él diciendo: «Así como los dioses de las naciones de los países no pudieron librar a su pueblo de mis manos, tampoco el Dios de Ezequías librará al suyo de mis manos».
18 Entonces gritaron bien fuerte en judaico al pueblo de Jerusalén que estaba sobre los muros, para espantarlos y atemorizarlos, a fin de poder tomar la ciudad.19 Hablaban del Dios de Jerusalén como de los dioses de los otros pueblos de la tierra, que son hechos por los hombres.
Julio 28
Ezequías consulta al profeta Isaías
2 R. 19.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos, se cubrió con vestiduras ásperas y entró en la casa de Jehová.2 Y envió a Eliaquim, el mayordomo, a Sebna, el escriba, y a los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de ropas ásperas, a ver al profeta Isaías hijo de Amoz,3 para que le dijeran: «Así ha dicho Ezequías: “Este día es día de angustia, de reprensión y de blasfemia, porque los hijos están a punto de nacer y la que da a luz no tiene fuerzas.4 Quizá oirá Jehová, tu Dios, todas las palabras del copero mayor, a quien el rey de los asirios, su señor, ha enviado para blasfemar contra el Dios viviente y para insultar con palabras, las cuales Jehová, tu Dios, ha oído. Por tanto, eleva una oración por el remanente que aún queda”».
5 Cuando los siervos del rey Ezequías llegaron a ver a Isaías,6 este les respondió: «Así diréis a vuestro señor: Así ha dicho Jehová: “No temas por las palabras que has oído, con las cuales han blasfemado contra mí los siervos del rey de Asiria.7 Mira, voy a poner en él un espíritu, oirá un rumor, se volverá a su tierra y allí le haré caer a espada”».
Is. 37.1-7 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Aconteció, pues, que cuando el rey Ezequías oyó esto rasgó sus vestidos y cubierto de ropas ásperas vino a la casa de Jehová.2 Y envió a Eliaquim, el mayordomo; a Sebna, el escriba, y a los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de ropas ásperas, a ver al profeta Isaías hijo de Amoz.3 Ellos le dijeron:
—Esto ha dicho Ezequías: “Día de angustia, de castigo y de deshonra es este día, porque los hijos han llegado hasta el punto de nacer, pero la que da a luz no tiene fuerzas.4 Quizá ha escuchado Jehová, tu Dios, las palabras del copero mayor, al cual el rey de Asiria, su señor, envió para blasfemar contra el Dios vivo; y él lo castigará por las palabras que Jehová, tu Dios, haya escuchado. Eleva, pues, una oración tú por el resto que aún ha quedado”.
5 Vinieron, pues, los siervos de Ezequías a Isaías.6 Y les dijo Isaías:
—Decid a vuestro señor que así ha dicho Jehová: “No temas por las palabras que has oído, con las cuales han blasfemado contra mí los siervos del rey de Asiria.7 He aquí que yo pondré en él un espíritu, oirá un rumor y se volverá a su tierra; y haré que en su tierra perezca a espada”.
Ezequías ora ante la presencia de Dios
2 R. 19.8-19 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 El copero mayor regresó y se encontró al rey de Asiria combatiendo contra Libna, pues oyó que se había ido de Laquis.9 Allí el rey de Siria se enteró de que Tirhaca, rey de Etiopía, había salido para hacerle guerra, y volvió a enviar embajadores a Ezequías diciendo:10 «Así diréis a Ezequías, rey de Judá: “Que no te engañe el Dios en quien tú confías, diciéndote: ‘Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiria’.11 Has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras que han destruido. ¿Vas a escapar tú?12 ¿Acaso libraron sus dioses a las naciones que mis padres destruyeron, esto es, a Gozán, Harán, Resef, y a los hijos de Edén que estaban en Telasar?13 ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, y el rey de la ciudad de Sefarvaim, de Hena y de Iva?”».
14 Ezequías tomó la carta de manos de los embajadores. Después de leerla subió a la casa de Jehová y la extendió delante de Jehová.15 Entonces oró Ezequías delante de Jehová diciendo: «Jehová, Dios de Israel, que moras entre los querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra. Tú hiciste el cielo y la tierra.16 Inclina, Jehová, tu oído y oye; abre, Jehová, tus ojos y mira. Oye las palabras que Senaquerib ha enviado a decirme para blasfemar contra el Dios viviente.17 Es verdad, Jehová, que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras,18 y que han echado al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos humanas, de madera o de piedra, y por eso los destruyeron.19 Ahora, pues, Jehová, Dios nuestro, sálvanos, te ruego, de sus manos, para que sepan todos los reinos de la tierra que solo tú, Jehová, eres Dios».
Is. 37.8-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
8 Vuelto, pues, el copero mayor, halló al rey de Asiria que combatía contra Libna, porque ya había oído que se había apartado de Laquis.9 Pero oyó decir de Tirhaca, rey de Etiopía: «He aquí que ha salido para hacerte guerra», y al oírlo envió embajadores a Ezequías, diciéndoles:10 «Así diréis a Ezequías, rey de Judá: “No te engañe tu Dios, en quien tú confías, diciendo: ‘Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiria’.11 He aquí que tú has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, que las han destruido. ¿Y escaparás tú?12 ¿Acaso libraron sus dioses a las naciones que destruyeron mis antepasados, a Gozán, Harán, Resef y a los hijos de Edén que moraban en Telasar?13 ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvaim, el de Hena y el de Iva?”».
14 Tomó Ezequías las cartas de manos de los embajadores y las leyó. Luego subió a la casa de Jehová y las extendió delante de Jehová.15 Entonces Ezequías oró a Jehová diciendo:16 «Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra.17 Inclina, Jehová, tu oído, y oye; abre, Jehová, tus ojos, y mira. Escucha todas las palabras que Senaquerib ha enviado a decir, para blasfemar contra el Dios viviente.18 Ciertamente, Jehová, los reyes de Asiria han destruido todas las tierras y sus comarcas19 y han entregado los dioses de ellos al fuego, porque no eran dioses sino obra de manos de hombre, madera y piedra; por eso los destruyeron.20 Ahora pues, Jehová, Dios nuestro, líbranos de sus manos, para que todos los reinos de la tierra conozcan que solo tú eres Jehová».
Isaías envía al rey Ezequías la respuesta de Dios a su oración
2 R. 19.20-34 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 Entonces Isaías hijo de Amoz envió a decir a Ezequías: «Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: He oído lo que me pediste acerca de Senaquerib, rey de Asiria.21 Esta es la palabra que Jehová ha pronunciado acerca de él:
“La virgen, hija de Sión, te menosprecia, se burla de ti;
a tus espaldas mueve su cabeza la hija de Jerusalén.
22 ¿A quién has insultado y contra quién has blasfemado?,
¿contra quién has alzado la voz,
y levantado altanero tus ojos?
Contra el Santo de Israel.
23 Por medio de tus mensajeros
has insultado a Jehová
y has dicho: ‘Con la multitud de mis carros
he subido a las alturas de los montes,
a lo más inaccesible del Líbano;
cortaré sus altos cedros,
sus cipreses más escogidos;
me alojaré en sus más remotos lugares,
en el bosque de sus feraces campos.
24 He cavado y bebido las aguas extrañas,
he secado con las plantas de mis pies todos los ríos de Egipto’.
25 ¿Pero nunca oíste que desde tiempos antiguos yo lo hice,
y que desde los días de la antigüedad lo tengo ideado?
Pues ahora lo he hecho venir:
Tú causarás desolaciones,
y reducirás las ciudades fortificadas a montones de escombros.
26 Sus habitantes, impotentes,
fueron acobardados y confundidos;
vinieron a ser como la hierba del campo,
como hortaliza verde,
como heno de los terrados,
que se marchita antes de madurar.
27 He conocido tu situación,
todos tus movimientos,
y tu furor contra mí.
28 Por cuanto te has airado contra mí,
por cuanto tu arrogancia ha subido a mis oídos,
voy a poner mi garfio en tu nariz
y mi freno en tus labios,
y te haré volver por el camino por donde viniste.
29 »Esto te daré por señal, Ezequías:
Este año comeréis lo que nacerá de suyo,
y el segundo año lo que nacerá de suyo.
Al tercer año sembraréis y segaréis,
plantaréis viñas y comeréis el fruto de ellas.
30 Lo que haya escapado,
lo que haya quedado de la casa de Judá,
volverá a echar raíces por debajo
y llevará frutos por arriba.
31 Porque de Jerusalén saldrá un resto,
y del monte Sión los que se salven.
El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
32 »Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria:
No entrará en esta ciudad,
ni lanzará flechas en ella;
ni la enfrentará con escudo,
ni levantará contra ella un baluarte.
33 Por el mismo camino que vino, volverá,
y no entrará en esta ciudad, dice Jehová.
34 Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla,
por amor a mí mismo,
y por amor a David, mi siervo”».
Is. 37.21-35 DHH NIV NBD NVI LBLA
21 Entonces Isaías hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías:
—Así ha dicho Jehová, Dios de Israel, acerca de lo que me rogaste sobre Senaquerib, rey de Asiria.22 Estas son las palabras que Jehová ha hablado contra él:
“La virgen hija de Sión
te menosprecia, se burla de ti;
a tus espaldas mueve su cabeza
la hija de Jerusalén.
23 ¿A quién ultrajaste y contra quién blasfemaste?
¿Contra quién has alzado tu voz
y levantado tus ojos con altivez?
¡Contra el Santo de Israel!
24 Por medio de tus siervos
has ultrajado al Señor
y has dicho: ‘Con la multitud de mis carros
subiré a las alturas de los montes,
a las laderas del Líbano;
cortaré sus altos cedros,
sus cipreses escogidos;
llegaré hasta sus más elevadas cumbres,
a su bosque más frondoso.
25 Yo cavé y bebí las aguas,
y con las pisadas de mis pies
secaré todos los ríos de Egipto’.
26 ¿No has oído decir
que desde tiempos antiguos yo lo hice,
que desde los días de la antigüedad lo tengo planeado?
Pues ahora lo he hecho venir.
Y tú estás puesto para reducir las ciudades fortificadas
a montones de escombros.
27 Sus moradores fueron de corto poder.
Acobardados y confusos,
fueron como hierba del campo
y hortaliza verde,
como heno de los terrados,
que antes de sazón se seca.
28 He conocido tu condición,
tu salida y tu entrada,
y tu furor contra mí.
29 Porque contra mí te airaste
y tu arrogancia ha llegado a mis oídos;
pondré, pues, mi garfio en tu nariz
y mi freno en tus labios,
y te haré volver por el camino
por donde viniste”.
30 »Esto te será por señal:
Comeréis este año lo que nace de suyo,
el año segundo lo que nace de suyo,
pero el tercer año sembraréis y segaréis,
plantaréis viñas y comeréis su fruto.
31 Y los que hayan quedado de la casa de Judá,
y los que hayan escapado,
volverán a echar raíz abajo
y darán fruto arriba.
32 Porque de Jerusalén saldrá un resto
y del monte Sión los sobrevivientes.
El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
33 Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria:
“No entrará en esta ciudad
ni arrojará saeta en ella;
no vendrá delante de ella con escudo
ni levantará contra ella baluarte.
34 Por el camino que vino, volverá
y no entrará en esta ciudad,
dice Jehová.
35 Porque yo ampararé a esta ciudad para salvarla,
por amor a mí mismo y por amor a David, mi siervo”.
Asiria, instrumento de Dios
Is. 10.5-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
5 ¡Ay de Asiria! Vara y bastón de mi furor,
en su mano he puesto mi ira.
6 La mandaré contra una nación pérfida;
contra el pueblo de mi ira la enviaré,
para que quite los despojos y arrebate la presa,
y lo ponga para ser pisoteado como lodo de las calles;
7 pero él no lo pensará así,
ni su corazón lo imaginará de esta manera,
sino que su pensamiento será desarraigar
y arrasar una nación tras otra.
8 Porque él dice: «Mis príncipes, ¿no son todos reyes?
9 ¿No es Calno como Carquemis,
Hamat como Arfad,
y Samaria como Damasco?
10 Como mi mano alcanzó los reinos de los ídolos,
cuyas imágenes eran más que las de Jerusalén y de Samaria;
11 como hice a Samaria y a sus ídolos,
¿no haré también así a Jerusalén y a sus ídolos?».
12 Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén, castigará el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria y la arrogante altivez de sus ojos.13 Porque dijo:
«Lo he hecho con el poder de mi mano
y con mi sabiduría, porque he sido inteligente.
Quité los territorios de los pueblos,
saqueé sus tesoros
y derribé como un valiente
a los que estaban sentados.
14 Mi mano halló, como si fueran un nido,
las riquezas de los pueblos.
Como se recogen los huevos abandonados,
así me apoderé yo de toda la tierra,
y no hubo quien moviera un ala
ni abriera el pico para graznar».
15 ¿Se gloriará el hacha contra el que con ella corta?
¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve?
¡Como si el bastón levantara al que lo levanta!
¡Como si levantara la vara al que no es un leño!
16 Por esto el Señor, Jehová de los ejércitos,
enviará debilidad sobre sus robustos,
y debajo de su gloria encenderá una hoguera
como ardor de fuego.
17 Y la luz de Israel será por fuego,
y su Santo por llama
que abrase y consuma en un día
sus cardos y sus espinos.
18 La gloria de su bosque y de su campo fértil
consumirá por completo, en cuerpo y alma,
y vendrá a ser como abanderado en derrota.
19 Y los árboles que queden en su bosque
serán en número tan escaso
que hasta un niño los pueda contar.
20 Acontecerá en aquel tiempo,
que los que hayan quedado de Israel
y los que hayan quedado de la casa de Jacob,
nunca más se apoyarán en el que los hirió,
sino que se apoyarán con verdad
en Jehová, el Santo de Israel.
21 Un resto volverá, el resto de Jacob
volverá al Dios fuerte.
22 Porque aunque tu pueblo, Israel,
sea como las arenas del mar,
el resto de él volverá;
la destrucción acordada
rebosará justicia.
23 Pues el Señor, Jehová de los ejércitos,
consumará el exterminio ya determinado
en medio de la tierra.
24 Por tanto el Señor, Jehová de los ejércitos, dice así:
«Pueblo mío, morador de Sión,
no temas de Asiria.
Con vara te herirá
y contra ti alzará su bastón,
a la manera de Egipto;
25 mas de aquí a muy poco tiempo
se acabará mi furor y mi enojo,
para destrucción de ellos.
26 Y Jehová de los ejércitos
levantará el látigo contra él,
como en la matanza de Madián
en la peña de Oreb,
y alzará su vara sobre el mar
como lo hizo en el camino de Egipto.
27 Acontecerá en aquel tiempo
que su carga será quitada de tu hombro
y su yugo de tu cerviz,
y el yugo se pudrirá
por cuanto tú eres mi ungido».
Julio 29
El avance de los asirios
Is. 10.28-34 DHH NIV NBD NVI LBLA
28 Vino hasta Ajat,
pasó hasta Migrón
y en Micmas contará su ejército.
29 Pasaron el vado,
se alojaron en Geba,
Ramá tembló
y Gabaa de Saúl huyó.
30 ¡Grita en alta voz, hija de Galim;
haz que se oiga hacia Lais,
pobrecita Anatot!
31 Madmena se alborotó
y los moradores de Gebim huyen.
32 Aún vendrá día cuando reposará en Nob
y alzará su mano
al monte de la hija de Sión,
al collado de Jerusalén.
33 He aquí el Señor, Jehová de los ejércitos,
desgajará el ramaje con violencia;
los árboles de gran altura serán cortados,
los altos serán derribados.
34 Cortará con hierro la espesura del bosque
y el Líbano caerá con estruendo.
Profecía sobre la destrucción de Asiria
Is. 14.24-27 DHH NIV NBD NVI LBLA
24 Jehová de los ejércitos juró diciendo:
«Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado;
se confirmará como lo he determinado:
25 quebrantaré al asirio en mi tierra
y en mis montes lo pisotearé;
su yugo será apartado de ellos
y su carga será quitada de su hombro.
26 Este es el plan acordado
contra toda la tierra,
y esta es la mano extendida
contra todas las naciones.
27 Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado,
¿y quién lo impedirá?
Y su mano extendida,
¿quién la hará retroceder?
Jehová salva a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén
2 R. 19.35-37 DHH NIV NBD NVI LBLA
35 Aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres. A la hora de levantarse por la mañana, todo era cuerpos de muertos.36 Entonces Senaquerib, rey de Asiria, partió y regresó a Nínive, donde se quedó.37 Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc, su dios, sus hijos Adramelec y Sarezer lo hirieron a espada y huyeron a tierra de Ararat. En su lugar reinó Esar-hadón, su hijo.
Is. 37.36-38 DHH NIV NBD NVI LBLA
36 Y salió el ángel de Jehová y mató a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; y cuando se levantaron por la mañana, todo era cadáveres.37 Entonces Senaquerib, rey de Asiria, se fue y se estableció en Nínive.38 Y aconteció que mientras adoraba en el templo de Nisroc, su dios, sus hijos Adramelec y Sarezer lo mataron a espada, y huyeron a la tierra de Ararat. Y reinó en su lugar Esarhadón, su hijo.
2 Cr. 32.20-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
20 Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amoz oraron por esto, y clamaron al cielo.21 Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Por tanto, este volvió a su tierra avergonzado; y al entrar en el templo de su dios, lo mataron a espada sus propios hijos.
22 Así salvó Jehová a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de las manos de Senaquerib, rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo por todos lados.23 Muchos trajeron entonces a Jerusalén ofrenda a Jehová, y ricos presentes a Ezequías, rey de Judá; el cual fue muy engrandecido delante de todas las naciones después de esto.
Profecía sobre Duma
Is. 21.11,12 DHH NIV NBD NVI LBLA
11 Profecía sobre Duma:
Me dan voces de Seir:
«Guarda, ¿qué de la noche?
Guarda, ¿qué de la noche?».
12 El guarda respondió:
«La mañana viene y después la noche:
preguntad, si queréis preguntar. Volved a venir».
Profecía contra Arabia
Is. 21.13-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
13 Profecía sobre Arabia:
Entre las malezas de Arabia
pasaréis la noche,
caminantes de Dedán.
14 Salid a encontrar al sediento;
llevadle agua, moradores de tierra de Tema,
socorred con pan al que huye.
15 Porque ante la espada huye,
ante la espada desnuda,
ante el arco entesado,
ante la violencia de la batalla.
16 Porque así me ha dicho Jehová: «De aquí a un año, semejante a los años de un jornalero, toda la gloria de Cedar será deshecha,17 y los sobrevivientes del número de los valientes flecheros, hijos de Cedar, serán reducidos; porque Jehová, Dios de Israel, lo ha dicho».
Profecía contra Tiro
Is. 23.1-18 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Profecía sobre Tiro:
¡Aullad, naves de Tarsis,
porque destruida es Tiro
hasta no quedar casa ni lugar adonde entrar!
Desde la tierra de Quitim
les ha sido anunciado.
2 ¡Callad, moradores de la costa,
mercaderes de Sidón,
los que cruzando el mar te abastecían!
3 Su provisión procedía de las sementeras
que crecen con las muchas aguas del Nilo,
de la mies del río.
Fue también emporio de las naciones.
4 ¡Avergüénzate, Sidón!, porque el mar,
la fortaleza del mar
habló, diciendo:
«Nunca estuve de parto:
no di a luz,
ni crié jóvenes
ni hice crecer muchachas».
5 Cuando lleguen las nuevas a Egipto,
tendrán dolor por las noticias de Tiro.
6 Pasaos a Tarsis;
aullad, moradores de la costa.
7 ¿No era esta vuestra ciudad alegre,
con muchos días de antigüedad?
Sus pies la llevarán
a morar lejos.
8 ¿Quién decretó esto sobre Tiro,
la que repartía coronas,
cuyos comerciantes eran príncipes,
cuyos mercaderes eran los nobles de la tierra?
9 Jehová de los ejércitos lo decretó
para envilecer la soberbia de todo esplendor
y para humillar a todos los ilustres de la tierra.
10 Pasa cual río de tu tierra,
hija de Tarsis,
porque no tendrás ya más poder.
11 Extendió su mano sobre el mar,
hizo temblar los reinos;
Jehová mandó respecto a Canaán
que sus fortalezas sean destruidas.
12 Y dijo: «No te alegrarás más,
oprimida virgen, hija de Sidón.
Levántate para pasar a Quitim,
y aun allí no tendrás reposo».
13 ¡Mira la tierra de los caldeos!
Este pueblo no existía.
Asiria la fundó para los moradores del desierto.
Levantaron sus fortalezas,
edificaron sus palacios;
él la convirtió en ruinas.
14 ¡Aullad, naves de Tarsis,
porque vuestra fortaleza es destruida!
15 Acontecerá en aquel día, que Tiro será echada en el olvido durante setenta años, como los días de un rey. Después de los setenta años, cantará Tiro una canción como de ramera.
16 Toma un arpa
y recorre la ciudad,
ramera olvidada.
Entona una buena melodía,
repite la canción,
a fin de que seas recordada.
17 Y acontecerá que al fin de los setenta años visitará Jehová a Tiro, la cual volverá a comerciar y fornicará de nuevo con todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra.18 Pero sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová. No se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estén delante de Jehová, para que coman hasta saciarse y vistan con esplendidez.
El juicio de Jehová sobre la tierra
Is. 24.1-23 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 He aquí que Jehová
devasta la tierra y la arrasa,
trastorna su faz
y hace esparcir a sus moradores.
2 Y sucederá, como al pueblo,
así también al sacerdote;
como al esclavo, así a su amo;
como a la criada, a su ama;
como al que compra, al que vende;
como al que presta, al que toma prestado;
como al acreedor, así también al deudor.
3 La tierra será totalmente devastada
y completamente saqueada,
porque Jehová ha pronunciado esta palabra.
4 Se destruyó, cayó la tierra;
enfermó, cayó el mundo;
enfermaron los altos pueblos de la tierra.
5 Y la tierra fue profanada
por sus moradores,
porque traspasaron las leyes,
falsearon el derecho,
quebrantaron el pacto eterno.
6 Por esta causa la maldición consumió la tierra
y sus moradores fueron asolados;
por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra
y disminuyó la población.
7 Se perdió el vino,
enfermó la vid,
gimieron todos los que eran alegres de corazón.
8 Cesó el regocijo de los panderos,
se acabó el estruendo de los que se alegran,
cesó la alegría del arpa.
9 No beberán vino con canción;
la sidra les será amarga a los que la beben.
10 Quebrantada está la ciudad
a causa del desastre.
Toda casa se ha cerrado,
para que no entre nadie.
11 Hay clamores en las calles por falta de vino;
todo gozo se ha apagado,
la alegría se desterró de la tierra.
12 La ciudad quedó desolada
y con ruina fue destrozada la puerta.
13 Porque así será en medio de la tierra,
en medio de los pueblos,
como un olivo sacudido,
como rebuscos
después de la vendimia.
14 Estos alzarán su voz, cantarán gozosos
por la grandeza de Jehová;
desde el mar darán voces.
15 Glorificad por esto a Jehová en los valles;
en las costas del mar
sea nombrado Jehová, Dios de Israel.
16 De los extremos de la tierra oímos cánticos:
«¡Gloria al justo!».
Y yo dije:
«¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí!».
Traidores han traicionado,
y han traicionado con traición de desleales.
17 ¡Terror, foso y red
sobre ti, morador de la tierra!
18 Y acontecerá que el que huya de la voz del terror
caerá en el foso;
y el que salga de en medio del foso
será atrapado en la red;
porque de lo alto se abrirán ventanas
y temblarán los cimientos de la tierra.
19 Será destruida del todo la tierra,
enteramente desmenuzada será la tierra,
en gran manera será la tierra conmovida.
20 Temblará la tierra como un ebrio
y será removida como una choza,
y tanto pesará sobre ella su pecado,
que nunca más se levantará.
21 Acontecerá en aquel día,
que Jehová castigará
al ejército de los cielos en lo alto
y a los reyes de la tierra sobre la tierra.
22 Serán amontonados
como se amontona a los encarcelados en una mazmorra,
y en prisión quedarán encerrados.
Y al cabo de muchos días serán castigados.
23 La luna se avergonzará
y el sol se confundirá,
cuando Jehová de los ejércitos reine
en el monte Sión, en Jerusalén,
y brille su gloria delante de sus ancianos.
Cántico de alabanza por el favor de Jehová
Is. 25.1-12 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Jehová, tú eres mi Dios;
te exaltaré, alabaré tu nombre,
porque has hecho maravillas;
tus consejos antiguos son verdad y firmeza.
2 Porque convertiste la ciudad en escombros,
la ciudad fortificada, en ruina,
y el alcázar de los extranjeros ya no será ciudad
ni nunca más será reedificado.
3 Por esto te glorificará el pueblo fuerte,
te temerá la ciudad de gente poderosa.
4 Porque fuiste fortaleza para el pobre,
fortaleza para el necesitado en su aflicción,
refugio contra la tormenta,
sombra contra el calor;
porque el ímpetu de los violentos
es como una tormenta que se abate contra el muro.
5 Como el calor en lugar seco,
así humillarás el orgullo de los extranjeros;
y como calor debajo de una nube,
harás marchitar el renuevo de los poderosos.
6 Y Jehová de los ejércitos
hará en este monte a todos los pueblos
banquete de manjares suculentos,
banquete de vinos refinados,
de sustanciosos tuétanos
y vinos generosos.
7 Y destruirá en este monte
la cubierta tendida sobre todos los pueblos,
el velo que envuelve a todas las naciones.
8 Destruirá a la muerte para siempre,
y enjugará Jehová el Señor las lágrimas
de todos los rostros
y quitará la afrenta de su pueblo
de toda la tierra;
porque Jehová lo ha dicho.
9 Se dirá en aquel día:
«¡He aquí, este es nuestro Dios!
Le hemos esperado, y nos salvará.
¡Este es Jehová, a quien hemos esperado!
Nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación».
10 Porque la mano de Jehová se posará sobre este monte;
pero Moab será pisoteado en su mismo sitio,
como es pisoteada la paja en el estercolero.
11 Y extenderá sus manos por en medio de él,
como las extiende el nadador para nadar;
y abatirá su soberbia
y la destreza de sus manos.
12 Abatirá la fortaleza de tus altos muros:
la humillará y la echará abajo,
hasta el polvo.
Julio 30
Cántico de confianza en la protección de Jehová
Is. 26.1-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá:
«Fuerte ciudad tenemos;
salvación puso Dios
por muros y antemuro.
2 Abrid las puertas
y entrará la gente justa,
guardadora de verdades.
3 Tú guardarás en completa paz
a aquel cuyo pensamiento en ti persevera,
porque en ti ha confiado.
4 Confiad en Jehová perpetuamente,
porque en Jehová, el Señor
está la fortaleza de los siglos.
5 Porque derribó a los que moraban en las alturas;
humilló a la ciudad enaltecida,
la humilló hasta la tierra,
la derribó hasta el polvo.
6 Será pisoteada
por los pies del afligido,
bajo los pasos del necesitado».
7 El camino del justo es rectitud;
tú, que eres recto, allanas el camino del justo.
8 También en el camino de tus juicios,
Jehová, te hemos esperado;
tu nombre y tu memoria
son el deseo de nuestra alma.
9 Con mi alma te he deseado en la noche
y, en tanto que me dure el espíritu dentro de mí,
madrugaré a buscarte;
porque luego que hay juicios tuyos en la tierra,
los moradores del mundo aprenden justicia.
10 Se mostrará piedad al malvado,
pero no aprenderá justicia,
sino que en tierra de rectitud hará iniquidad
y no mirará a la majestad de Jehová.
11 Jehová, tu mano está alzada,
pero ellos no ven.
Cuando por fin vean,
se avergonzarán los que envidian al pueblo;
y a tus enemigos, fuego los consumirá.
12 Jehová, tú nos darás paz,
porque también nos hiciste
todas nuestras obras.
13 Jehová, Dios nuestro,
otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros;
pero nosotros nos acordaremos de tu nombre,
solamente del tuyo.
14 Muertos son, no vivirán;
han fallecido, no resucitarán;
porque los castigaste,
los destruiste y desvaneciste todo su recuerdo.
15 Aumentaste el pueblo, Jehová,
aumentaste el pueblo;
te hiciste glorioso;
ensanchaste todos los confines del país.
16 Jehová, en la tribulación
te buscaron;
derramaron su oración
cuando los castigaste.
17 Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento
gime y da gritos en sus dolores,
así hemos sido delante de ti, Jehová.
18 Concebimos, tuvimos dolores de parto,
pero dimos a luz solo viento;
ninguna liberación logramos en la tierra
ni cayeron los moradores del mundo.
19 Tus muertos vivirán;
sus cadáveres resucitarán.
¡Despertad y cantad,
moradores del polvo!
porque tu rocío es cual rocío de hortalizas,
y la tierra entregará sus muertos.
20 Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos,
cierra tras de ti tus puertas;
escóndete un poquito,
por un momento,
en tanto que pasa la indignación.
21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar
para castigar
al morador de la tierra
por su maldad contra él;
y la tierra descubrirá la sangre derramada en ella,
y no encubrirá ya más a sus muertos.
Liberación y regreso de Israel
Is. 27.1-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 En aquel día Jehová castigará
con su espada dura, grande y fuerte
a Leviatán, la serpiente veloz,
a Leviatán, la serpiente tortuosa;
y matará al dragón que está en el mar.
2 Aquel día cantadle a la viña del vino rojo.
3 «Yo, Jehová, la guardo;
a cada momento la regaré;
la guardaré de noche y de día
para que nadie la dañe.
4 No hay enojo en mí.
¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos?
Yo los pisotearé
y los quemaré a todos juntos.
5 ¿O se acogerá alguien a mi amparo?
¡Que haga conmigo paz!,
¡sí, que haga la paz conmigo!».
6 Días vendrán cuando Jacob echará raíces,
florecerá y echará renuevos Israel,
y la faz del mundo llenará de fruto.
7 ¿Acaso ha sido herido
como fue herido quien lo hirió,
o ha sido muerto
como fueron muertos los que lo mataron?
8 Con moderación
lo castigarás en sus vástagos.
Él los remueve con su recio viento
en el día del viento del este.
9 De esta manera, pues, será perdonada
la iniquidad de Jacob,
y este será todo el fruto
de la remoción de su pecado:
que vuelva todas las piedras del altar
como piedras de cal desmenuzadas,
y que no se levanten más
los símbolos de Asera ni las imágenes del sol.
10 Porque la ciudad fortificada será desolada,
la ciudad habitada será abandonada
y dejada como un desierto;
allí pastará el becerro,
allí tendrá su majada
y consumirá sus ramas.
11 Cuando sus ramas se sequen,
serán quebradas
y vendrán mujeres a encenderlas.
Porque aquel no es un pueblo inteligente;
por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia,
no se compadecerá de él el que lo formó.
12 Acontecerá en aquel día, que trillará Jehová
desde el río Éufrates hasta el torrente de Egipto,
y vosotros, hijos de Israel,
seréis reunidos uno a uno.
13 Acontecerá también en aquel día,
que se tocará con gran trompeta,
vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria
y los que habían sido desterrados a Egipto,
y adorarán a Jehová
en el monte santo, en Jerusalén.
El Rey justo
Is. 32.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 He aquí que para justicia reinará un rey
y príncipes presidirán en juicio.
2 Y será aquel varón como escondedero contra el viento
y como refugio contra la tormenta;
como arroyos de aguas en tierra de sequedad,
como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
3 No se ofuscarán entonces los ojos de los que ven,
y los oídos de los oyentes escucharán con atención.
4 El corazón de los necios entenderá para comprender
y la lengua de los tartamudos hablará con fluidez y claridad.
5 El ruin nunca más será llamado generoso
ni el tramposo será llamado respetable.
6 Porque el ruin habla ruindades
y su corazón maquina iniquidad,
para cometer impiedad
y para decir blasfemias contra Jehová,
dejando vacío al que tiene hambre
y privando de beber al sediento.
7 Las armas del tramposo son malas;
trama intrigas inicuas
para enredar a los sencillos con palabras mentirosas
y para hablar contra el pobre en el juicio.
8 Pero el noble piensa con nobleza,
y por su nobleza será enaltecido.
Advertencia a las mujeres de Jerusalén
Is. 32.9-20 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 ¡Mujeres indolentes, levantaos!
¡Oíd mi voz, hijas confiadas,
escuchad mi razón!
10 De aquí a algo más de un año
tendréis espanto, mujeres confiadas;
porque la vendimia faltará
y no llegará la cosecha.
11 ¡Temblad, indolentes;
turbaos, confiadas!
¡Despojaos, desnudaos,
ceñid las caderas con vestiduras ásperas!
12 Golpeándose el pecho
lamentarán por los campos deleitosos,
por las viñas fértiles.
13 Sobre la tierra de mi pueblo
subirán espinos y cardos,
y aun sobre todas las casas en que hay alegría
en la ciudad alegre.
14 Porque los palacios quedarán desiertos,
el bullicio de la ciudad cesará;
las torres y fortalezas
se volverán cuevas para siempre,
donde descansen asnos monteses
y los ganados hagan majada,
15 hasta que sobre nosotros sea derramado
el espíritu de lo alto.
Entonces el desierto se convertirá en campo fértil
y el campo fértil será como un bosque.
16 Habitará el juicio en el desierto
y en el campo fértil morará la justicia.
17 El efecto de la justicia será la paz
y la labor de la justicia,
reposo y seguridad para siempre.
18 Y mi pueblo habitará en morada de paz,
en habitaciones seguras
y en lugares de reposo.
19 Cuando caerá granizo en los montes
y la ciudad será del todo abatida.
20 ¡Dichosos vosotros, los que sembráis junto a todas las aguas
y dejáis sueltos al buey y al asno!
La salvación viene de Jehová
Is. 33.1-24 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 ¡Ay de ti, que saqueas y nunca fuiste saqueado;
que haces traición, aunque nadie contra ti la ha hecho!
Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado;
y cuando acabes de cometer deslealtad, se cometerá contra ti.
2 Jehová, ten misericordia de nosotros,
que en ti hemos esperado.
Tú, brazo de ellos en la mañana,
sé también nuestra salvación en el tiempo de la tribulación.
3 Los pueblos huyeron a la voz del estruendo;
las naciones fueron esparcidas al levantarte tú.
4 Sus despojos serán recogidos como cuando se recogen orugas;
se lanzarán sobre ellos como de una a otra parte se lanzan las langostas.
5 Será exaltado Jehová,
el cual mora en las alturas.
Él llena a Sión de derecho y de justicia.
6 Él es la seguridad de sus días.
Sabiduría y conocimiento son sus riquezas salvadoras,
y el temor de Jehová es su tesoro.
7 He aquí que sus embajadores darán voces afuera;
los mensajeros de paz llorarán amargamente.
8 Las calzadas están deshechas,
cesaron los caminantes;
ha anulado el pacto, aborreció las ciudades,
tuvo en nada a los hombres.
9 Se enlutó, enfermó la tierra;
el Líbano se avergonzó y fue cortado;
Sarón se ha vuelto como un desierto,
y Basán y el Carmelo fueron sacudidos.
10 Ahora me levantaré, dice Jehová;
ahora seré exaltado,
ahora seré engrandecido.
11 Concebisteis hojarascas,
rastrojo daréis a luz;
el soplo de vuestro fuego os consumirá.
12 Y los pueblos serán como cal quemada;
como espinos cortados serán quemados con fuego.
13 Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho;
y vosotros, los que estáis cerca, conoced mi poder.
14 Los pecadores se asombraron en Sión
y el espanto sobrecogió a los hipócritas:
«¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor?
¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?».
15 El que camina en justicia y habla lo recto,
el que aborrece la ganancia de violencias,
el que sacude sus manos para no recibir soborno,
el que tapa sus oídos para no oir propuestas sanguinarias,
el que cierra sus ojos para no ver cosa mala,
16 este habitará en las alturas,
fortaleza de rocas será su lugar de refugio,
se le dará su pan
y sus aguas tendrá seguras.
17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura,
verán la tierra que está lejos.
18 Tu corazón imaginará el espanto
y dirá: «¿Qué fue del escriba?,
¿qué del pesador del tributo?,
¿qué del que inspeccionaba las torres?».
19 No verás más a aquel pueblo insolente,
pueblo de lengua difícil de entender,
de lengua oscura, incomprensible.
20 Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes.
Tus ojos verán a Jerusalén,
morada de quietud, tienda que no será desarmada,
ni serán arrancadas sus estacas
ni ninguna de sus cuerdas será rota.
21 Porque ciertamente allí será Jehová poderoso para con nosotros.
Y será un lugar de ríos y canales muy anchos,
por el cual no navegará galera de remos
ni pasará nave poderosa.
22 Porque Jehová es nuestro juez,
Jehová es nuestro legislador,
Jehová es nuestro Rey.
¡Él mismo nos salvará!
23 Tus cuerdas se aflojaron;
no afirmaron su mástil
ni entesaron la vela.
Se repartirá entonces botín de muchos despojos.
¡Hasta los cojos arrebatarán el botín!
24 No dirá el morador: «Estoy enfermo».
Al pueblo que more en ella,
le será perdonada la iniquidad.
La ira de Jehová contra las naciones
Is. 34.1-17 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Acercaos, naciones, juntaos para oir;
y vosotros, pueblos, escuchad.
Oiga la tierra y cuanto hay en ella,
el mundo y todo lo que él produce.
2 Porque Jehová está airado contra todas las naciones,
indignado contra todo el ejército de ellas;
las destruirá
y las entregará al matadero.
3 Los muertos de ellas serán arrojados,
de sus cadáveres subirá el hedor
y los montes se disolverán con la sangre de ellos.
4 Todo el ejército de los cielos se disolverá,
y se enrollarán los cielos como un libro;
y caerá todo su ejército
como se cae la hoja de la parra,
como se cae la de la higuera.
5 Porque en los cielos se embriagará mi espada;
descenderá sobre Edom para juicio,
y sobre el pueblo de mi maldición.
6 Llena está de sangre
y de grasa la espada de Jehová:
sangre de corderos y de machos cabríos,
grasa de riñones de carneros,
porque Jehová tiene sacrificios en Bosra
y una gran matanza en tierra de Edom.
7 Con ellos caerán búfalos,
toros y becerros.
Su tierra se embriagará de sangre
y su polvo se llenará de grasa.
8 Porque es día de venganza de Jehová,
año de retribuciones en el pleito de Sión.
9 Sus arroyos se convertirán en brea,
su polvo en azufre
y su tierra en brea ardiente.
10 No se apagará de noche ni de día,
sino que por siempre subirá su humo;
de generación en generación quedará desolada
y nunca jamás pasará nadie por ella.
11 Se adueñarán de ella el pelícano y el erizo;
la lechuza y el cuervo morarán en ella,
y se extenderá sobre ella cordel de destrucción
y niveles de asolamiento.
12 Llamarán a sus príncipes «príncipes sin reino»;
y todos sus grandes serán como nada.
13 En sus alcázares crecerán espinos,
y ortigas y cardos en sus fortalezas;
y serán morada de chacales
y patio para los pollos de los avestruces.
14 Las fieras del desierto se encontrarán con las hienas,
y la cabra salvaje llamará a su compañero;
la lechuza también tendrá allí refugio
y hallará para sí reposo.
15 Allí anidará el búho, pondrá sus huevos,
sacará sus pollos y los juntará debajo de sus alas;
también se juntarán allí los buitres,
con su pareja.
16 Consultad el libro de Jehová y leed
si faltó alguno de ellos;
ninguno faltó con su pareja.
Porque su boca mandó
y su mismo espíritu los reunió.
17 Y él les echó suertes
y su mano les repartió a cordel.
Para siempre la tendrán por heredad;
de generación en generación morarán allí.
Julio 31
Recompensa de los que guardan el pacto de Dios
Is. 56.1-8 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 Así ha dicho Jehová:
«Guardad el derecho
y practicad la justicia,
porque cerca de venir está mi salvación
y de manifestarse mi justicia».
2 Bienaventurado el hombre que hace esto,
el hijo del hombre que lo abraza:
que guarda el sábado para no profanarlo,
y que guarda su mano de hacer lo malo.
3 Que el extranjero que sigue a Jehová
no hable diciendo:
«Me apartará totalmente Jehová de su pueblo»,
ni diga el eunuco:
«He aquí, yo soy un árbol seco».
4 Porque así dijo Jehová:
«A los eunucos que guarden mis sábados,
que escojan lo que yo quiero
y abracen mi pacto,
5 yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros,
y un nombre mejor que el de hijos e hijas.
Les daré un nombre permanente, que nunca será olvidado.
6 Y a los hijos de los extranjeros
que sigan a Jehová para servirle,
que amen el nombre de Jehová
para ser sus siervos;
a todos los que guarden el sábado para no profanarlo,
y abracen mi pacto,
7 yo los llevaré a mi santo monte
y los recrearé en mi casa de oración;
sus holocaustos y sus sacrificios
serán aceptados sobre mi altar,
porque mi casa será llamada
casa de oración para todos los pueblos».
8 Dice Jehová el Señor,
el que reúne a los dispersos de Israel:
«Aún reuniré en él a otros,
junto con los ya reunidos.
Reproches a los malos jefes
Is. 56.9-57.2 DHH NIV NBD NVI LBLA
9 Todas las bestias del campo,
todas las fieras del bosque,
venid a devorar.
10 Sus guardianes son ciegos,
todos ellos ignorantes;
todos ellos son perros mudos,
que no pueden ladrar;
soñolientos y perezosos,
aman el dormir.
11 Esos perros voraces
son insaciables,
y los pastores mismos
no saben discernir:
todos ellos siguen sus propios caminos,
buscando cada uno su propio provecho,
cada cual por su lado.
12 Ellos dicen: “¡Venid, tomemos vino,
embriaguémonos de sidra;
y el día de mañana será como este,
o aun mucho más excelente!”».
1 Perece el justo, pero no hay quien piense en ello.
Los piadosos mueren,
pero no hay quien comprenda
que por la maldad es quitado el justo;
2 pero él entrará en la paz.
Descansarán en sus lechos
todos los que andan delante de Dios.
Condenación de la idolatría de Israel
Is. 57.3-13 DHH NIV NBD NVI LBLA
3 «¡En cuanto a vosotros, llegaos acá,
hijos de la hechicera,
generación del adúltero y la fornicaria!
4 ¿De quién os habéis burlado?
¿Contra quién ensanchasteis la boca
y sacasteis la lengua?
¿No sois vosotros hijos rebeldes,
generación mentirosa,
5 que ardéis en lujuria entre encinas,
debajo de cualquier árbol frondoso,
y sacrificáis los hijos en los valles,
debajo de los peñascos?
6 »En las piedras lisas del valle está tu parte;
ellas, ellas son tu suerte;
a ellas derramaste libación
y ofreciste presente.
¿No habré de castigar estas cosas?
7 Sobre un monte alto y empinado
pusiste tu cama;
allí también subiste a hacer sacrificios.
8 Tras la puerta y el umbral
pusiste tu recuerdo.
Ante otro, y no ante mí, te desnudaste;
subiste y tendiste tu amplia cama,
e hiciste alianza con ellos.
Amabas su cama dondequiera que la veías.
9 »Fuiste al rey con ungüento,
multiplicaste tus perfumes,
enviaste tus embajadores lejos
y descendiste hasta la profundidad del seol.
10 En la multitud de tus caminos te cansaste,
pero no dijiste: “No hay remedio”,
sino que hallaste nuevo vigor en tu mano,
y por tanto no te desalentaste.
11 ¿De quién te asustaste y temiste,
que has faltado a la fe, y no te has acordado de mí
ni te vino al pensamiento?
¿No he guardado silencio desde tiempos antiguos,
y nunca me has temido?
12 Yo publicaré tu justicia y tus obras,
que no te aprovecharán.
13 ¡Que te libren tus ídolos cuando clames!,
pero a todos ellos se los llevará el viento,
un soplo los arrebatará;
mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad
y poseerá mi santo monte.
Castigo y curación de Israel
Is. 57.14-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
14 Y dirá: “¡Allanad, allanad; barred el camino,
quitad los tropiezos del camino de mi pueblo!”».
15 Porque así dijo el Alto y Sublime,
el que habita la eternidad
y cuyo nombre es el Santo:
«Yo habito en la altura y la santidad,
pero habito también con el quebrantado y humilde de espíritu,
para reavivar el espíritu de los humildes
y para vivificar el corazón de los quebrantados.
16 Porque no contenderé para siempre,
ni por siempre estaré enojado,
pues decaerían ante mí
el espíritu y las almas que yo he creado.
17 Por la iniquidad de su codicia me enojé
y lo herí,
escondí mi rostro y me indigné;
pero él, rebelde, siguió por el camino de su corazón.
18 He visto sus caminos, pero lo sanaré
y lo pastorearé;
le daré consuelo a él y a sus enlutados.
19 Produciré fruto de labios:
Paz, paz para el que está lejos y para el que está cerca»,
dice Jehová. »Yo lo sanaré».
20 Pero los impíos son como el mar en tempestad,
que no puede estarse quieto
y sus aguas arrojan cieno y lodo.
21 «¡No hay paz para los impíos!»,
ha dicho mi Dios.
El verdadero ayuno
Is. 58.1-12 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «¡Clama a voz en cuello, no te detengas,
alza tu voz como una trompeta!
¡Anuncia a mi pueblo su rebelión
y a la casa de Jacob su pecado!
2 Ellos me buscan cada día
y quieren saber mis caminos,
como gente que hubiera hecho justicia
y que no hubiera dejado el derecho de su Dios.
Me piden justos juicios
y quieren acercarse a Dios.
3 Dicen: “¿Por qué ayunamos y no hiciste caso,
humillamos nuestras almas y no te diste por entendido?”.
He aquí que en el día de vuestro ayuno
buscáis vuestro propio interés y oprimís a todos vuestros trabajadores.
4 He aquí que para contiendas y debates ayunáis,
y para herir con el puño inicuamente;
no ayunéis como lo hacéis hoy,
para que vuestra voz sea oída en lo alto.
5 ¿Es este el ayuno que yo escogí:
que de día aflija el hombre su alma,
que incline su cabeza como un junco
y haga cama de telas ásperas y de ceniza?
¿Llamaréis a esto ayuno y día agradable a Jehová?
6 El ayuno que yo escogí,
¿no es más bien desatar las ligaduras de impiedad,
soltar las cargas de opresión,
dejar ir libres a los quebrantados
y romper todo yugo?
7 ¿No es que compartas tu pan con el hambriento,
que a los pobres errantes albergues en casa,
que cuando veas al desnudo lo cubras
y que no te escondas de tu hermano?
8 Entonces nacerá tu luz como el alba
y tu sanidad se dejará ver en seguida;
tu justicia irá delante de ti
y la gloria de Jehová será tu retaguardia.
9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová;
clamarás, y dirá él: “¡Heme aquí!
Si quitas de en medio de ti el yugo,
el dedo amenazador y el hablar vanidad,
10 si das tu pan al hambriento
y sacias al alma afligida,
en las tinieblas nacerá tu luz
y tu oscuridad será como el mediodía”.
11 Jehová te pastoreará siempre,
en las sequías saciará tu alma
y dará vigor a tus huesos.
Serás como un huerto de riego,
como un manantial de aguas,
cuyas aguas nunca se agotan.
12 Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas;
los cimientos de generación y generación levantarás,
y serás llamado “reparador de portillos”,
“restaurador de viviendas en ruinas”.
La observancia del sábado
Is. 58.13,14 DHH NIV NBD NVI LBLA
13 »Si retraes del sábado tu pie,
de hacer tu voluntad en mi día santo,
y lo llamas “delicia”,
“santo”, “glorioso de Jehová”,
y lo veneras, no andando en tus propios caminos
ni buscando tu voluntad ni hablando tus propias palabras,
14 entonces te deleitarás en Jehová.
Yo te haré subir sobre las alturas de la tierra
y te daré a comer la heredad de tu padre Jacob.
La boca de Jehová lo ha hablado».
Confesión del pecado de Israel
Is. 59.1-21 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar,
ni se ha endurecido su oído para oir;
2 pero vuestras iniquidades
han hecho división entre vosotros y vuestro Dios
y vuestros pecados han hecho que oculte de vosotros su rostro
para no oíros.
3 Porque vuestras manos están sucias de sangre
y vuestros dedos de iniquidad;
vuestros labios pronuncian mentira
y habla maldad vuestra lengua.
4 No hay quien clame por la justicia
ni quien juzgue por la verdad.
Confían en la vanidad
y hablan vanidades;
conciben maldades
y dan a luz iniquidad;
5 incuban huevos de áspides
y tejen telas de araña.
El que coma de sus huevos morirá;
y si los rompen, saldrán víboras.
6 Sus telas no servirán para vestir
ni de sus obras serán cubiertos;
sus obras son obras de iniquidad
y obra de rapiña está en sus manos.
7 Sus pies corren al mal,
se apresuran para derramar sangre inocente;
sus pensamientos son pensamientos de iniquidad;
destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos.
8 No conocieron camino de paz
ni hay justicia en sus caminos;
sus veredas son torcidas;
nadie que por ellas camine conocerá paz.
9 Por esto se alejó de nosotros la justicia
y no nos alcanzó la rectitud;
esperamos luz, y he aquí tinieblas;
resplandores, y andamos en oscuridad.
10 Palpamos la pared como los ciegos;
andamos a tientas como los que no tienen ojos.
Tropezamos a mediodía como si fuera de noche;
estamos en lugares oscuros como están los muertos.
11 Todos nosotros gruñimos como osos,
gemimos lastimeramente como palomas.
Esperamos justicia, mas no la hay;
salvación, pero se alejó de nosotros,
12 porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti
y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros;
porque con nosotros están nuestras iniquidades
y conocemos bien nuestros pecados:
13 el rebelarse y negar a Jehová;
el volverle la espalda a nuestro Dios;
el hablar calumnia y rebelión,
y el concebir y proferir de corazón palabras de mentira.
14 El derecho se retiró
y la justicia se puso a distancia,
porque la verdad tropezó en la plaza
y la equidad no pudo llegar.
15 La verdad fue detenida
y el que se apartó del mal fue puesto en prisión.
Esto lo vio Jehová,
y desagradó a sus ojos que hubiera perecido el derecho.
16 Vio que no había nadie
y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese;
y lo salvó su brazo
y lo afirmó su misma justicia.
17 Pues de justicia se vistió como de una coraza,
con yelmo de salvación en su cabeza;
tomó ropas de venganza por vestidura
y se cubrió de celo como con un manto,
18 como para vindicación,
como para retribuir con ira a sus enemigos
y dar el pago a sus adversarios.
¡El pago dará a los de las costas!
19 Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová,
y desde el nacimiento del sol, su gloria,
porque él vendrá como un río encajonado,
impelido por el soplo de Jehová.
20 «Vendrá el Redentor a Sión
y a los que se vuelven de la iniquidad en Jacob»,
dice Jehová.
21 «Y este será mi pacto con ellos»,
dice Jehová:
«Mi espíritu que está sobre ti
y mis palabras que puse en tu boca,
no faltarán jamás de tu boca
ni de la boca de tus hijos
ni de la boca de los hijos de tus hijos».
Jehová lo ha dicho,
desde ahora y para siempre.
Gloria futura de Sión
Is. 60.1-22 DHH NIV NBD NVI LBLA
1 «¡Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz
y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti!
2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra
y oscuridad las naciones;
mas sobre ti amanecerá Jehová
y sobre ti será vista su gloria.
3 Andarán las naciones a tu luz
y los reyes al resplandor de tu amanecer.
4 Alza tus ojos alrededor y mira:
todos estos se han juntado, vienen hacia ti.
Tus hijos vendrán de lejos
y a tus hijas las traerán en brazos.
5 Entonces lo verás y resplandecerás.
Se maravillará y ensanchará tu corazón
porque se habrá vuelto a ti la abundancia del mar
y las riquezas de las naciones habrán llegado hasta ti.
6 Multitud de camellos te cubrirá
y dromedarios de Madián y de Efa.
Vendrán todos los de Sabá
trayendo oro e incienso,
y publicarán las alabanzas de Jehová.
7 Todo el ganado de Cedar será reunido para ti;
carneros de Nebaiot estarán a tu servicio.
Serán una ofrenda agradable sobre mi altar,
y daré esplendor a la casa de mi gloria.
8 »¿Quiénes son estos que vuelan como nubes
y como palomas a sus ventanas?
9 Ciertamente, en mí esperarán los de las costas,
y las naves de Tarsis desde el principio,
para traer tus hijos de lejos,
su plata y su oro con ellos,
al nombre de Jehová tu Dios
y al Santo de Israel, que te ha glorificado.
10 Extranjeros edificarán tus muros
y sus reyes estarán a tu servicio,
porque en mi ira te castigué,
mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia.
11 Tus puertas estarán de continuo abiertas:
no se cerrarán de día ni de noche,
para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones
y conducidos hasta ti sus reyes,
12 porque la nación o el reino que no quiera servirte,
perecerá; del todo será asolado.
13 »La gloria del Líbano vendrá a ti:
cipreses, pinos y bojes juntamente,
para embellecer el lugar de mi santuario;
y yo glorificaré el lugar de mis pies.
14 Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron,
y a las plantas de tus pies se encorvarán
todos los que te despreciaban,
y te llamarán “Ciudad de Jehová”,
“Sión del Santo de Israel”.
15 En vez de estar abandonada y aborrecida,
tanto que nadie transitaba por ti,
haré que tengas renombre eterno,
que seas el gozo de todas las generaciones.
16 Mamarás la leche de las naciones,
el pecho de los reyes mamarás;
y sabrás que yo, Jehová, soy tu Salvador,
tu Redentor, el Fuerte de Jacob.
17 »En vez de bronce traeré oro,
y plata en lugar de hierro;
bronce en lugar de madera,
y hierro en lugar de piedras.
Te daré la paz por magistrado,
y la justicia por gobernante.
18 Nunca más se hablará de violencia en tu tierra,
ni de destrucción o quebrantamiento en tu territorio,
sino que llamarás “Salvación” a tus muros,
y a tus puertas “Alabanza”.
19 »El sol nunca más te servirá de luz para el día
ni el resplandor de la luna te alumbrará,
sino que Jehová te será por luz eterna
y el Dios tuyo será tu esplendor.
20 No se pondrá jamás tu sol
ni menguará tu luna,
porque Jehová te será por luz eterna
y los días de tu luto se habrán cumplido.
21 »Todo tu pueblo, todos ellos, serán justos.
Para siempre heredarán la tierra;
serán los renuevos de mi plantío,
obra de mis manos, para glorificarme.
22 El pequeño llegará a ser un millar;
del menor saldrá un pueblo poderoso.
Yo Jehová, a su tiempo haré que esto se cumpla pronto.